¿Puede Pablo Iglesias llegar a ser presidente del Gobierno?

Las expectativas del profesor de Ciencia Política de la Complutense son, desde luego, las más elevadas, y Rajoy y Rubalcaba ya han hablado de cómo pararle, por lo que plantear la cuestión no es baladí. La clave está en determinar si los resultados cosechados por Podemos el pasado 25-M irán a más o han sido fruto de unas circunstancias especiales.

Para responder a esta pregunta, El Confidencial Digital ha contactado con Carlos Barrera,Profesor de Medios de Comunicación y Política en la Universidad de Navarra, y habitual colaborador en diferentes diarios.

El periodista y analista político asegura que las elecciones europeas celebradas el pasado domingo han sido las más atípicas de los últimos tiempos, ya que el electorado que siempre vota (sobre todo de PP y PSOE) se ha quedado en casa, mientras que los abstencionistas habituales (en su mayoría jóvenes) se han movilizado y han acudido en masa a las urnas.

Esas circunstancias excepcionales, explica Barrera, son las que han provocado el éxito de Pablo Iglesias. Sin embargo, añade, “los resultados no son extrapolables para las generales”. Además, “los partidos tradicionales y el electorado han tomado nota y se movilizarán para que en 2015 no pase como en las europeas”.

El objetivo de PP y PSOE, así como el de sus militantes y simpatizantes, será imponer el llamado “voto útil” que no se ha dado en estos comicios. Además, “se esforzarán en volver a conectar con la gente para evitar la desafección que ha habido ahora”.

Por ese motivo, “Pablo Iglesias no tiene posibilidades de acabar en La Moncloa”. Su partido “no conecta mayoritariamente con los valores y características sociales de España”, por lo que los resultados cosechados el pasado domingo “son algo excepcional fruto de una situación excepcional”.

Podemos como respuesta al “calentamiento global” de la población

Carlos Barrera defiende que ese éxito ·excepcional” de Podemos en las europeas es el resultado del “calentamiento global” de la población, “conmocionada con la crisis, los casos de corrupción, y las dudas sobre los dos grandes partidos”.

Ese malestar, que en España era palpable pero no se había manifestado a gran escala desde el movimiento 15-M, se ha reflejado en las urnas y “ha estallado a través de Podemos”. Sin embargo, una vez superada la “eclosión”, y con la esperada recuperación económica, “los votantes de los partidos tradicionales volverán a confiar el voto en esas formaciones”.

En este sentido, y preguntado por las similitudes del caso de Podemos en España con el ascenso de SYRIZA en Grecia, Carlos Barrera recuerda que en el país heleno “ha habido una agitación mucho más grande que en España”, y que se ha prolongado después de la primera aparición en las urnas del partido de izquierda que dirige Alexis Tsipras.

“A estos partidos no les valen las alianzas”

Siguiendo con la comparación entre Podemos y SYRIZA, Barrera recuerda, volviendo al tema inicial sobre las posibilidades de Pablo Iglesias de ser presidente del Gobierno, que “este tipo de partidos, que critican a lo que ellos llaman casta política, no puede pactar con ninguna otra formación, por lo que tienen imposible formar un ejecutivo por sus propios votos”. De hecho, el partido de Tsipras, segunda fuerza política en Grecia, no gobierna, en parte, por este motivo.

En España, y ante un escenario en el que el PSOE continúa con su caída libre y el PP no sube, “Pablo Iglesias tendría la opción de pactar con IU, algo de lo que ya se está hablando”. No obstante, “esa alianza no le sería suficiente para convertirse en presidente, y pactar con otros partidos le haría perder a Podemos la esencia con la que se ha creado”.

Barrera concluye que si Iglesias sucumbe la tentación de pactar con otros partidos, tendrá una doble derrota: cosechará un poder insuficiente para acceder al Gobierno, y en las siguientes elecciones perdería a los votantes que ha ganado con un discurso contrario a las actuales formaciones políticas en España.