Qué pasará con el ejército si hay un cambio de Gobierno

En las agendas políticas de los partidos que aspiran a gobernar España en los próximos meses se incluyen numerosos cambios en la concepción y organización de las Fuerzas Armadas. Desde modificar la justicia militar hasta revisar el convenio bilateral militar con Estados Unidos. ¿Cómo cambiará el Ejército según quién gobierne?


Pedro Sánchez y Albert Rivera firman el acuerdo en el Congreso en febrero de 2016.
Pedro Sánchez y Albert Rivera firman el acuerdo en el Congreso.

Sólo las cuatro fuerzas políticas más representativas –PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos- tienen capacidad en la actualidad para marcar la agenda política de un futuro gobierno. Ya sea gobernando por si mismas o pactando apoyar al nuevo ejecutivo a cambio de que se escuchen sus propuestas.

Esto es lo que ocurriría en cada caso:

--Gobierno del Partido Popular: desde las pasadas elecciones, el programa de gobierno del PP en materia de Defensa no se ha visto modificado. El documento de propuestas recogía cuestiones como el aumento del presupuesto militar hasta alcanzar el 2 por ciento del Producto Interior Bruto que recomienda la OTAN. Algo que tendría una influencia sustancial sobre el nivel de operatividad de las Fuerzas Armadas.

Otras cuestiones, como modificar la Ley de Carrera Militar (que ya prometió en 2011), los Reglamentos de Especialidades Fundamentales, las Evaluaciones, los reglamentos de Destinos, Ingreso y promoción interna… también se verían modificados por la acción legislativa de un gobierno del PP, aunque se desconoce en qué términos se producirían estas reformas.

Entre los focos de actuación que señala el PP se encuentra el Protocolo contra el acoso sexual, un nuevo plan de sanidad militar, un plan integral de apoyo a los discapacitados, la creación de una agencia de adquisición para centralizar las compras o el refuerzo de la lucha contra las ciberamenazas.

--Un Gobierno de Concentración: En caso de que se produjese un giro radical de la situación y se llegase a un acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos para un gobierno de concentración, sería de esperar que el programa de gobierno contuviese las líneas maestras en las que coinciden en materia de Defensa las tres formaciones. A simple vista no son muchas, pero hay confluencias.

Cabría esperar, por ejemplo,  la puesta en marcha de un plan de reestructuración orgánica y de infraestructuras de la Defensa –al que alude el PSOE y no tan claramente Ciudadanos-, o un refuerzo del protocolo contra el acoso sexual –tema estrella en materia de Defensa para todas las formaciones-.

En cuanto a las capacidades económicas de unas Fuerzas Armadas bajo un tripartito PP, PSOE, Ciudadanos, se esperaría la creación de una Ley de Programación Presupuestaria Plurianual –como la define el Partido Socialista-. Probablemente no llegue a alcanzar el 2 por ciento del PIB que promete el PP, pero la medida estaría en consonancia también con la propuesta de Ciudadanos de “garantizar la plena operatividad de las Fuerzas Armadas”.

Este último aspecto es uno de los puntos sobre los que España ha estado recibiendo advertencias de la OTAN en los últimos años. En la Alianza se espera que España de por cerrada definitivamente la temporada de recortes en materia militar.

Otros puntos en común de las tres formaciones son la creación de un órgano central de adquisiciones, la creación de un marco legislativo para potenciar y estabilizar la industria de defensa o la revisión del sistema de reservismo voluntario.

Donde mayor confrontación existiría es en lo referente a la justicia militar: mientras PP no hace alusión ninguna a ello, ni la ha hecho nunca, PSOE y Ciudadanos abogan por una revisión profunda que la homologue a los demás órdenes jurisdiccionales.

Estos puntos son, en esencia, los que también guiarían las políticas de un supuesto gobierno PSOE-Ciudadanos, siempre según el documento pactado hace unas semanas por Pedro Sánchez y Albert Rivera.

-Gobierno del PSOE con apoyo de Podemos:  analizando las propuestas de ambos partidos, esta opción sería sin duda la más rupturista de todas. Si bien en las medidas con las que Podemos concurrió a las pasadas elecciones se había matizado muchos planteamientos del primer programa de la formación –salida de la OTAN, eliminación del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) o salida del Frontex-, siguen suponiendo un cambio radical para las Fuerzas Armadas.

En un Gobierno PSOE-Podemos cabría esperar que se pusieran sobre la mesa asuntos como los “privilegios” de la cadena de mando –aunque no se especifica más-, la inclusión de personal civil en las tareas administrativas de las bases y cuarteles, un plan de aconfesionalidad o poner fin a las puertas giratorias en las Fuerzas Armadas.

Por otra parte, ambos partidos encaminan sus proyectos hacia una reforma sustancial de la justicia militar.

Quizás el punto en el que más choques podrían producirse serían las medidas sobre derechos de los militares. Podemos quiere que se reconozca la libertad de expresión, el derecho a sindicación, reunión, manifestación e incluso afiliación a partidos políticos.



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