Insólito verano en España: descienden un 35% los incendios pese a la ola de calor
Se han registrado 345 fuegos menos que en 2014. El dato coincide con el aumento de sanciones a pirómanos en el Código Penal
El verano, con sus altas temperaturas, suele traer numerosos incendios. Este año, a pesar de los más de 40 grados continuos durante semanas, el número de fuegos se ha reducido considerablemente. Los expertos confían en que por fin la sociedad se haya concienciado, pero también avisan de que “estamos teniendo suerte”. Curiosamente, este descenso coincide con la implantación de penas de prisión de hasta 6 años a los incendiarios.
Los incendios suelen ser los protagonistas del verano. En varias zonas de la Península como Galicia, viven en alerta máxima desde junio hasta finales de octubre. Este año, con la intensa ola de calor que ha batido récords de máximos históricos, no se han producido tantos fuegos como se esperaba.
En esta temporada estival ha habido 2061 incendios, 345 menos que el año pasado y un 35% menos que la media de fuegos desde 2005. Este descenso viene precedido por el endurecimiento de las penas a pirómanos en el nuevo Código Penal. Este delito se castiga ahora con condenas de prisión de tres a seis años y multas de 18 a 24 meses.
Según los datos del ministerio de Medio Ambiente, a los que ha tenido acceso El Confidencial Digital, en comparación con la media de años anteriores, la cantidad de fuegos que está habiendo es la tercera menor desde 2005. Raúl de la Calle Santillana, secretario general del Colegio Oficial de ingenieros técnicos forestales, ha asegurado a este medio que “la concienciación y la fortuna están siendo fundamentales en estos datos”.
Han bajado los incendios por causas humanas
De la Calle explica que el 95% de los incendios que ocurren en este país, tienen origen en causas humanas”, y confirma que la reducción de este verano se debe exclusivamente a que “por ahora los ciudadanos no han provocado tantos como en años anteriores”.
“Esperamos que realmente la sociedad se haya concienciado de lo que suponen estas catástrofes, pero hasta que no termine la temporada alta de incendios, pensamos que la suerte ha tenido mucho que ver” comenta el técnico forestal, que recuerda que “2010 parecía que iba a ser un gran año pero en octubre hubo numerosos fuegos”.
Este descenso de incendios por causas humanas ha coincidido con el aumento de las penas por este tipo de actos. El pasado marzo se aprobó en el Congreso de los Diputados un endurecimiento a las sanciones de estos delitos.
Aunque se mantiene el tipo básico vigente hasta ahora (penas de prisión de uno a cinco años y multa de 12 a 18 meses), en los supuestos agravados se prevé una sanción autónoma. De esta forma, quienes provoquen el incendio serán castigados con una pena de prisión de tres a seis años y multa de 18 a 24 meses, dice el nuevo texto.
En caso de incendio, ¿cómo se distribuyen las tareas?
Las políticas de previsión y seguridad de incendios dependen de cada Comunidad Autónoma. Cada región tiene que decidir que medios distribuye para evitar estas catástrofes y en caso de ocurrir, como logran extinguirlo.
En caso de no poder solos con el fuego, las Comunidades pueden pedir ayuda tanto al Ministerio de Medio Ambiente y Agricultura como a la UME (Unidad Militar de Emergencias), para que les presten efectivos y así lograr acabar antes con el incendio. Aunque acudan estas fuerzas, al mando de la operación siempre estará un responsable de la región.
Todos los veranos, desde el Gobierno central se manda un comunicado explicando que unidades están disponibles si son necesarias. Y se activa el plan especial de prevención para la temporada estival.
