Policías expertos en la lucha contra la inmigración ilegal denuncian la resistencia de los Fiscales a “acusar a los patronos de las pateras”
El Código Penal se endureció para castigar y disuadir a los que traficaban con personas. Sin embargo, cuando los investigadores consiguen que los inmigrantes “señalen” a los patronos, se encuentran con una práctica que empieza a ser habitual: los fiscales no formalizan la acusación por los motivos más variados.
Relato de una escena real. Una patrulla de la Guardia Civil detecta una pequeña embarcación acercándose a la costa española. La pequeña nave va cargada de emigrantes clandestinos que pretenden alcanzar subrepticiamente una playa tranquila. Los agentes intervienen y los “filian” –identifican-, e intentan descubrir si entre ellos hay algún patrón.
Esta vez ha habido suerte. Los agentes logran que los inmigrantes señalen y declaren contra el que les ha cobrado entre 3.000 y 6.000 euros por el viaje en patera. Pero cuando las diligencias llegan al juzgado, el fiscal incluye a todos los interceptados en la misma categoría y no pide que al individuo en cuestión se le incluya en la categoría de “traficante de personas”. Argumentación ofrecida por el fiscal: se trataba de un barco y no de una patera.
Los agentes se quedan boquiabiertos y los “viajeros” comparten habitación en el Centro de Internamiento con el que ya sabe que ha sido delatado. Muchos de ellos acabarán siendo expulsados codo con codo y, dicen los investigadores, duramente represaliados al poco de pisar tierra en el país de origen.
Esta es escena tuvo lugar la semana pasada en un juzgado de Andalucía y se repite con demasiado frecuencia, según denuncian fuentes policiales a El Confidencial Digital. En este caso, de nada sirve el endurecimiento de las penas que se incluyó en el Código Penal para ejercer presión contra las mafias del tráfico de personas.
Los policías explican a ECD que es muy raro que los patrones viajen en pateras: suelen emplear a menores para que dirijan las embarcaciones o, en otros casos, les dan un GPS a uno de los viajeros, les enseñan el rumbo y les abandonan a su suerte.
Hay otros motivos por los que los fiscales se niegan a pedir el enjuiciamiento de los patronos. Hace unos días, el Supremo rechazó el recurso del Fiscal de la Audiencia Provincial de Las Palmas que alegaba que no era aceptable entender que España tuviera jurisdicción para juzgar a los patronos responsables de las embarcaciones que dirigen a nuestro país.
El tribunal, en cambio, tuvo que corregir al ministerio público y le comunicó que, en el caso que les ocupaba, se estaba juzgando sobre un buque sin nacionalidad, como es habitual en las pateras y los cayucos utilizados para este tipo de actividades ilícitas.
