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140.000 ancianos han quedado abandonados este verano en Madrid

Las familias, vecinos y conocidos se van de vacaciones y agudizan sus carencias: aislamiento, soledad y “carencias afectivas”

Amigos de los Mayores.
Amigos de los Mayores.

Durante el verano, miles de ancianos se quedan en sus casas abandonados sin ningún familiar o amigo cercano que se preocupe por ellos y atienda sus necesidades básicas. Distintas ONGs como Cáritas o Amigos de los Mayores se encargan de cuidar a la tercera edad durante esta época del año.


Solamente en Madrid, más de 140.000 ancianos se quedan solos cada verano sin que ningún familiar o amigo que se preocupe de su estado de salud. Para evitarla soledad, el aislamiento y las carencias afectivas de las personas mayoresexisten distintas fundaciones y ONGs que realizan diferentes actividades de acompañamiento gracias al trabajo de cientos de voluntarios.

El Confidencial Digital ha contactado con Amigos de los Mayores, una organización de voluntariado que busca mejorar la calidad de vida y la autoestima de los ancianos mediante la creación de lazos afectivos con voluntarios y otras personas de edad similar, ofreciéndoles apoyo afectivo, ayuda emocional, compañía y amistad.

Fuentes de la fundación han explicado a ECD que las familias se van de vacaciones y no quieren hacerse cargo de los mayores durante esos días.Además, los mercados y las tiendas donde estas personas acuden habitualmente el resto del año cierran esos meses. A estos inconvenientes se suma que sus vecinos o amigos más cercanos, al igual que sus familiares, se marchan de veraneo, situación que agudiza aún más la soledad de la tercera edad en esta época.

Campaña especial en verano

Amigos de los Mayores ha realiza en temporada estival una campaña especial llamada “Verano en Compañía”, con el objetivo de que los ancianos abandonados puedan también disfrutar de estos meses del año.

Las iniciativas que preparan para estas personas son de lo más variadas. Desde visitas culturales hasta disfrutar de unos días en la sierra son algunos de los planes que oferta esta organización.

Desde la fundación recuerdan que también es muy fácil colaborar a través de los acompañamientos.

Estos acompañamientos pueden ser a domicilio o en sus residencias. Consisten en que jóvenes voluntarios realizan visitas semanales con “el objetivo de dar cariño a aquellas personas que estén solas”. También pueden ser puntuales, por ejemplo “cuando un voluntario acompaña y ayuda a una persona mayor en sus gestiones administrativas y sanitarias”.

Desde la fundación confirman a este medio que las actividades favoritas de los ancianos son “las vacaciones adaptadas”: durante un fin de semana, mayores y voluntarios pasan unos días fuera de sus casas. Paseos, excursiones y manualidades son algunos de los planes de los que disfrutan en estas escapadas.

Como ejemplo, la última salida realizada por Amigos de los Mayores tuvo como destino la Sierra de Madrid.

 

Cáritas se asegura que no les falte de nada

El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con Cáritas para interesarse por las actividades que realizan desde esta ONG para evitar la soledad de los ancianos en verano.

Fuentes de la organización han informado a este medio que, “por desgracia, carecen de medios suficientes para realizar una campaña especial durante estos meses”.

El trabajo se realiza principalmente desde las parroquias de cada barrio” comentan estas mismas fuentes.

Durante julio, los responsables de Cáritas en cada parroquia pagan las deudas de aquellos ancianos cuyas familias les hayan abandonado o, desafortunadamente, no puedan mantenerlos económicamente. También, desde esta organización, durante ese mismo mes distribuyen más alimentos para evitar así cualquier carencia de este tipo en agosto.

Tanto en verano como durante el resto del año, desde la organización tienen un sistema de voluntarios que realizan una o dos visitas semanales a los ancianospara charlar con ellos y evitar que pasen tanto tiempo solos.

Otras de las iniciativas que desarrolla Cáritas son centros residenciales en los que personas de la tercera edad conviven día y noche juntos. El problema de este sistema de ayuda es que, explican desde la fundación, “por falta de medios, no son capaces de poder dar a todos los ancianos que lo necesitan, una habitación en estos centros”.


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