Los pilotos consideran que se ha sido poco exigente en la “lista negra” de Aerolíneas y explican por qué España no ha aportado nombres

Representantes de pilotos españoles consideran que la lista de aerolíneas “peligrosas” elaborada por la Unión Europea es “bastante obvia”y “políticamente correcta” y explican que España no ha podido aportar ningún nombre porque Fomento a penas realiza inspecciones.

En el entorno del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas, SEPLA, valoran de manera positiva la iniciativa del Comité de Expertos en Seguridad Área de la Unión Europea, que acaba de publicar una lista de compañías aéreas a las que se les prohíbe operar en territorio comunitario por infringir normas de seguridad.   Dos son las razones para calificar como positiva la iniciativa: supone una unidad de criterio para todos los Estados miembros, y transparencia para los ciudadanos, que tienen derecho a saber los posibles riesgos que conlleva utilizar estas compañías en sus desplazamientos.   Sin embargo, los representantes de los pilotos subrayan que la lista es “bastante obvia” y “políticamente correcta”, es decir, solamente se han incluido a las aerolíneas cuyas infracciones de seguridad son graves: compañías africanas y de algunos países asiáticos que ostentan los peores índices de seguridad aérea. En definitiva, los responsables de la lista han sido poco exigentes.   En SEPLA se muestran además partidarios de otra iniciativa: la elaboración de una “lista blanca” en la que aparezcan compañías que destaquen por su celo en la seguridad de los vuelos de sus aeronaves. De esta manera se incentivaría a las aerolíneas a no conformarse con los requisitos mínimos de seguridad que exige la Unión Europea.   En otro orden de cosas, y en palabras del propio Ministerio de Fomento, “España no ha propuesto ninguna compañía aérea por considerar que las que operan actualmente en nuestro país no presentan deficiencias graves en seguridad operacional”.   En SEPLA realizan un duro análisis de esta declaración: el escaso número de inspecciones realizadas a aviones extranjeros no le permite a Fomento elaborar una “lista negra” basada en datos y pruebas fiables y representativas. Un ejemplo: en el año 2004, Francia realizó 1.640 inspecciones a aeronaves extranjeras que operan en los aeropuertos de su país. En ese mismo periodo, en España se practicaron 43 inspecciones; 32 en 2003. Estas cifras son insignificantes si se tiene en cuenta que nuestro país es una de las primeras potencias turísticas a nivel mundial y en los aeropuertos españoles se registran alrededor de dos millones de vuelos anuales.

 

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