La muerte del padre Miguel Pajares por ébola reactiva la ‘marea blanca’ en las calles
Manifestaciones de médicos y enfermeras este domingo para exigir que se recupere el Carlos III como hospital de referencia en España sobre enfermedades infecciosas
Batas blancas, pancartas y gritos de lucha tiñeron las calles de las principales capitales españolas cada tercer domingo de mes durante más de un año. Después de unos meses de cierta calma y conseguir paralizar el cierre del Hospital Carlos III de Madrid, la marea blanca de médicos y enfermeras vuelve a la carga este fin de semana.
Según ha confirmado El Confidencial Digital de fuentes de la organización, la marea blanca se echará de nuevo a las calles de Madrid el próximo domingo para exigir que se se recupere el Hospital Carlos III de la capital como centro de referencia en España en el tratamiento de enfermedades altamente infecciosas, como el ébola.
Fuentes sindicales denuncian a ECD que “la realidad es que se ha producido un notable empeoramiento en la capacidad del centro para atender con garantías suficientes a pacientes de alta contagiosidad, como se ha demostrado en el caso del padre Miguel Pajares”.
La marea blanca logró paralizar el cierre
El ‘Plan de Sostenibilidad’ diseñado por el ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, pretendía hace unos meses el cierre total del centro.
Pero las movilizaciones de la marea blanca consiguieron paralizar el proyecto inicial, aunque se pasó de un centro especializado y de referencia en enfermedades epidemiológicas, a un hospital de media estancia integrado en La Paz.
Más de seis meses sin protestas en las calles
Alrededor de un millar de personas se manifestaron por última vez a mediados de febrero por las calles de la capital en un ambiente festivo, aunque con cierta cautela, después de la paralización de la externalización de seis hospitales públicos por parte de la Comunidad de Madrid y la salida de Lasquetty de la Consejería de Sanidad.
Se dio marcha atrás al proyecto, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid decidiera en enero de este año mantener la suspensión cautelar que pesaba sobre el proceso.
