El BBVA comunica al juez que no encuentra correos entre Villarejo y el exdirectivo que denunció trabajos irregulares
El magistrado de la Audiencia Nacional pidió a la entidad un volcado de las comunicaciones entre Antonio Béjar y numerosos trabajadores y colaboradores del banco durante más de 10 años
El BBVA ya ha entregado al juez de la Audiencia Nacional el cruce de correos que el exdirectivo de riesgos del banco Antonio Béjar mantuvo con diferentes trabajadores y personal externo de la empresa. El magistrado que instruye el caso ‘Tándem’, también conocido como ‘caso Villarejo’ había solicitado los emails entre el exdirectivo que mantiene a su vez una guerra propia contra el banco para poder acceder a sus datos y sustentar sus declaraciones en las que reconoce que sí existió la relación entre la entidad y la empresa Cenyt del comisario José Manuel Villarejo.
En un oficio de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, al que ha tenido acceso Confidencial Digital, los agentes dan traslado al juez Manuel García-Castellón -quien había dado de plazo hasta el 23 de agosto- de un ‘pendrive’ que los servicios jurídicos de BBVA han aportado con la diferente documentación requerida.
El ‘pendrive’ cifrado contiene varias carpetas. La primera se denomina “calendario agenda” y en ella se recogen los calendarios de Google de cuando Béjar era trabajador del banco, así como una reconstrucción de un calendario que ha hecho el banco basado en los correos electrónicos de notificaciones vinculadas a eventos del calendario. La segunda, se llama “correos” y aquí se agrupan todos los ‘mails’ que Béjar envió y recibió en un periodo comprendido entre enero de 2008 y diciembre de 2019.
Dice el banco que, de entre toda la lista de nombres entre las que tuvo que buscar mensajes, no ha localizado ninguno con el comisario Villarejo, quien es el principal investigado por los servicios que presuntamente prestó para el banco durante 13 años cobrando un total de 10 millones de euros. Explica el banco que ha tenido problemas para encontrar aquellos correos de personas externas al banco como Villarejo o su socio Rafael Redondo.
Para solventar este asunto, el juez instructor, en una providencia del pasado 1 de septiembre, ha pedido a Asuntos Internos que le diga al banco las direcciones exactas de correos electrónicos que pudieran tener tanto Villarejo como su socio Redondo, así como cualquier dirección asociada al grupo Cenyt.
Lo que pretenden con esto los investigadores es tratar de esclarecer las versiones contradictorias entre el exempleado del BBVA. Antonio Béjar y el propio banco mantienen una guerra de acusaciones desde que este fuera despedido de forma disciplinaria a mediados de 2019. El exdirectivo considera injusto que se le señale como responsable de parte de la contratación de Villarejo, cuando él solo siguió órdenes de la cúpula.
La batalla de los correos
En este enfrentamiento legal entre el exdirectivo y la entidad, el acceso a los correos ha sido una de las más largas batallas. Béjar reclamó en julio de 2020 tener acceso a sus correos ante “la certeza de que existen correos electrónicos” enviados o recibidos por él, empleados o colaboradores y que pueden ratificar todo lo que él ha declarado en sede judicial y que no han sido aportados a la causa.
Se abrió entonces un debate jurídico sobre si BBVA, como imputado, podría dañar su derecho a la defensa dando acceso a Béjar a sus correos por ser él otro de los investigados. El instructor García Castellón optó por una interpretación conservadora para evitar que el banco pudiera alegar que se le ha forzado a autoincriminarse, pero un recurso que Béjar presentó ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional terminó por darle la razón. Los magistrados consideran que el exdirectivo tiene derecho a ver todos sus correos.
Este fue el motivo por el que el juez dio un plazo al BBVA para presentar el ‘pendrive’ que acaba de entregar, aunque de forma incompleta.
Anticorrupción desconfía del BBVA
Entre la última documentación que consta en esta pieza número 9 del macrocaso ‘Tándem’, se encuentra un recurso del equipo jurídico del Banco en el que muestran su hartazgo de los “reproches” “tan injustificados como gratuitos” de la Fiscalía Anticorrupción a los responsables y abogados del banco por una supuesta falta de colaboración.
A lo largo de 38 páginas los abogados hacen un repaso de todo lo que han ido poniendo a disposición de la justicia como 5.600 cajas con documentación en papel que estaban en la nave en la que se custodia los documentos históricos del banco.
Dicen los abogados de la entidad, que los fiscales Miguel Serrano y Antonio Cabaleiro han asumido la “teoría fabricada” por Béjar “según la cual él es un chivo expiatorio al que el banco ha decidido atribuir indebidamente la responsabilidad para de esa forma exculpar a los verdaderos responsables de los hechos”. Se quejan del trato que reciben por parte del Ministerio Público y rechazan absolutamente la última imputación que el juez decidió en julio sobre el director de comunicación de BBVA, Pablo García Tobin.
