El Constitucional concluye que hay que cambiar la ley para incluir plenos telemáticos

Los miembros del Tribunal Constitucional han comenzado a debatir la necesidad de cambiar su propia Ley Orgánica para introducir deliberaciones telemáticas. La llegada de la pandemia ha agilizado la digitalización de las deliberaciones, pero el presidente del Tribunal de Garantías, Juan José González Rivas, es reticente a utilizar esta fórmula en los Plenos hasta que no existan todas las garantías legales. 

De las dos Salas en las que se divide el Tribunal, la que dirige la vicepresidenta Encarna Roca es la única que sí ha incluido deliberaciones telemáticas. Fuentes del Constitucional confiesan que el presidente es más “reacio” a hacerlo por esta vía y, por eso, tanto la Sala Primera, que encabeza él, como el Pleno continúan realizándose de forma presencial. 

Ya al final del estado de alarma, la tensión entre los magistrados apareció cuando había que retomar las deliberaciones, después de llevar paralizadas desde el 10 de marzo. Un sector era partidario de no arriesgar la salud y hacerlas de manera digital - ocho de los doce miembros del Constitucional tienen más de 70 años-, mientras que otros, incluido el presidente, apostaban por la presencialidad. 

Hay quorum para digitalizar 

Ahora el consenso es mayor sobre que las reuniones vía ‘Zoom’ han llegado para quedarse, pero debe hacerse alguna reforma legislativa que lo ampare. El propio González Rivas lo reconoce, pero no le parece que, en la actualidad, se cumplan las garantías de seguridad digital y jurídica como para poder debatir las sentencias estando en casa. Tiene muy presente el presidente los dos intentos de hackeos que el TC sufrió en 2017 reivindicados por Anonymous. 

En estos meses, todos los magistrados han ido haciéndose con los nuevos métodos de trabajo virtuales. Aunque fuentes del Constitucional reconocen que hay muchos “que son de papel”, prácticamente todos han aprendido a intervenir en foros o en charlas de forma digital. El magistrado Juan Antonio Xiol, por ejemplo, llevaba ventaja a sus compañeros en las nuevas tecnologías y ya se “manejaba divinamente en lo digital”, según estas fuentes. 

Los Plenos importantes siempre presenciales 

Para cambiar esta legislación, una de las ideas que están barajando los magistrados es la realización de los Plenos para abordar temas más ‘sencillos’, que no necesiten de un largo e intenso debate, de forma telemática y, sin embargo, mantener presenciales todas aquellas deliberaciones más intensas jurídicamente. 

Considera buena parte del Tribunal que el “cara a cara” mejora la comunicación entre los miembros y, por eso, no ven utilidad en que las reuniones que muchas veces se prolongan horas se hagan por otra vía diferente a la actual. 

Un nuevo informático y un nuevo plan 

La ejemplificación de la tensión vivida durante el confinamiento en el seno del Tribunal de Garantías fue la dimisión del jefe de la Unidad de Informática por “conflictos irreconciliables” con el presidente. La renuncia se produjo en mayo y en junio comenzaron a buscar un sustituto para poner en marcha un ambicioso plan digital. 

El elegido ha sido Jesús Salvador Cano Carrillo, quien cobrará un salario de 63.309 euros anuales y un complemento de adecuación de 7.548 euros más. Cano Carrillo, que trabaja como profesor asociado de la Universidad Rey Juan Carlos, es doctor en ingeniería industrial y especialista militar en criptografía. 

Lleva más de 20 años en puestos relacionados con la dirección tecnológica en sectores de seguridad y justicia. Además, ha realizado la demanda y el archivo electrónico del Tribunal Constitucional. Será a partir de ahora Cano Carrillo el encargado de pilotar la digitalización en la Institución.