Desgravaciones de un 35% a personas y empresas que hayan realizado donaciones durante la pandemia
Las aportaciones se han incrementado exponencialmente desde febrero. Podrán prorratear la desgravación del dinero en el Impuesto de Sociedades en diez años
La llegada de la pandemia ha multiplicado las donaciones que se hacían en España desde el mes de febrero. La solidaridad de muchas personas se ha reflejado en estas aportaciones, pero las que han crecido exponencialmente son las donaciones realizadas por empresas. Los expertos fiscales explican que todos podrán desgravarse un 35% de lo aportado.
Con el Covid-19 extendiéndose por todo el territorio, muchas fábricas y empresas tuvieron que parar sus máquinas. Otras muchas, se reinventaron para redirigir la industria hacia las necesidades de esta pandemia.
Las empresas han comenzado a comercializar mascarillas, pantallas, guantes, geles hidroalcohólico, etc. Pero también, un gran porcentaje de ellas, han realizado cuantiosas donaciones a la Administración o a diferentes fundaciones o entidades sin ánimo de lucro.
Tanto es así que el Gobierno ha tenido que centralizar todas en una cuenta del Tesoro en el Banco de España. Estas donaciones están reguladas en el decreto-ley aprobado en el Consejo de Ministros de principio de abril y no requieren aceptación expresa.
También el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, ha creado su propia web para canalizar todas las aportaciones. A principios de abril, esta plataforma ya había recibido más de 200.000 euros en donaciones dinerarias.
Tanto las personas físicas como las personas jurídicas pueden desgravarse en la renta de 2020 un 35% (en términos generales) de lo que hayan aportado, aunque hay ligeras diferencias en función de si se trata de una o de otra.
Diferencias entre personas físicas y jurídicas
“Si se trata de una persona física, los primeros 150 euros que donen tienen una deducción del 80%. A partir de ahí, es del 35%”, explica Ricardo Briz De Labra, socio fundador de Briz derecho tributario. En este caso, las desgravación es en el IRPF y se hace directamente en su cuota.
En el caso de las personas jurídicas, las empresas, los donativos suponen un gasto no deducible, por lo que deben pagar impuestos al tipo del 25% por el importe de la donación. Sin embargo pueden aplicar la citada deducción del 35% en la cuota del Impuesto sobre Sociedades, por lo que la empresa acaba con una deducción neta del 10%.
Si el donativo que se hace no es dinero, sino en forma de mascarilla por ejemplo, esta deducción también se aplica. “Lo que se hace es deducirse el valor que tuvieran esas mascarillas”.
En función del destino de la donación
Además, los expertos señalan la importancia de saber que el destino de nuestras donaciones afectará a la deducción. Si se trata de un organismo público dependiente de la Administración General del Estado, de las Comunidades Autónomas o Entidades Locales, siempre habrá esta rebaja fiscal, ya sean administraciones, hospitales, etc.
Asimismo, se aplican los beneficios fiscales en todas las asociaciones, fundaciones o entidades sin ánimo de lucro que se acogen a la ley 49/2002 de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos yy de los incentivo fiscales al mecenazgo. Es decir, cualquier ONG o Fundación cuya actividad no sea lucrativa, sí entrará en el listado con el que las empresas se desgravan, no así si se trata de alguna organización de otro tipo.
“Es importante saber que cualquier entidad sin fines lucrativos o la propia Administración tiene la obligación legal de entregar a quien realiza la donación, un certificado del donativo, incluyendo a la persona (física o jurídica) que ha realizado su importe o valor, la fecha en que ha recibido el donativo y el destino del mismo", explica Carlos Cañas, abogado de Ontier España "Este certificado te acredita para aplicar las desgravaciones".
Algunos de los ejemplos de grandes donaciones
Una de las últimas ha sido desde la compañía de tecnología y consultoría Indra, que ha donado 7.336 tabletas a menores de todas las comunidades autónomas de España. Lo mismo que Barcelona Tech City o Mobile World Capital que han dado más de 200 tabletas al Hospital Universitario Vall D’Hebron para que los pacientes ingresados puedan mantener contacto con sus familiares.
Los alimentos son otra de las aportaciones más frecuentes. Los centros Makro, por ejemplo, han donado 3.000 kilos de productos a Banco de Alimentos; Mercadona ha entregado, también, más de 4.500 kilos de alimentos a entidades sociales como Cruz Roja. También Nestlé dona 23.000 kilos de producto como leche, papillas, chocolates y platos preparados, así como cerca de 300.000 euros a Cruz Roja en dinero.
Por supuesto que los elementos sanitarios se llevan la palma. Beiersdorf, fabricante de Nivea, ha donado 190.000 unidades geles hidroalcóholicos y 45.000 euros a tres ONG en España.
Para los mayores también han ido muchas de las donaciones. GAES, la marca de Amplifón, también anunció la distribución de 1.200 sistemas para el higiene a residencias de Madrid y Cataluña para que aquellos mayores ingresados que utilicen ayudas auditivas puedan limpiar sus audífonos sin necesidad de que lo haga el cuidador. Endesa ha entregado 20.000 mascarillas a la Xunta de Galicia para su distribución en las residencias públicas de mayores.
También, médicos de hospitales de toda España han recibido material a miles de donaciones. En Ciudad Real, por ejemplo, la Orden Militar de San Lázaro ha donado 160 trajes de protección al jefe de Servicios de la UCI del Hospital General Universitario.
Además, el corredor aéreo sanitario de Grupo Oesía, Fenin e Iberia ha traído más de 45 millones de equipos de protección como mascarillas, guantes, gafas, termómetros o componentes para respiradores. Las tres entidades que participan en este proyecto han mantenido las operaciones para normalizar la situación extraordinaria de escasez de material sanitario.
Otras empresas como Merlin Properties, propietaria del espacio comercial y de ocio X-Madrid, también ha querido colaborar ante la situación que vive España, asumiendo la financiación de cuatro robots de última tecnología para la realización de pruebas masivas PCR. Se trata de un proyecto promovido por cinco profesionales de los sectores de la sanidad, la investigación, la tecnología y los asuntos públicos, con fondos aportados por Merlin Properties junto con donaciones de sus empleados. Los robots ya han sido instalados en el Instituto de salud Carlos III y los centros sanitarios de La Paz, en Madrid, y Vall d’Hebron y Clinic, en Barcelona.
Y no solo empresas, también empleados, por ejemplo de Telefónica: 5.200 empleados de la compañía destinan más de 600.000 euros de sus cheques de comida a los bancos de alimento.
