El líder del Frente Polisario continúa hospitalizado en Argelia pendiente del archivo de su causa

Fuentes del entorno de Brahim Ghali aseguran que las relaciones con España no se han roto y recuerdan una fotografía con el rey Felipe VI

El rey Felipe VI con Brahim Ghali en Panamá.
El rey Felipe VI con Brahim Ghali en Panamá.

El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, continúa hospitalizado Argelia después de su repatriación de España el pasado 2 de julio. Fuentes de su entorno aseguran que desde entonces las relaciones con España no han cambiado y continúan pendientes de cómo avanza la causa en la Audiencia Nacional. Están a la espera de que el juez resuelva sobre el archivo que su defensa solicitó, mientras este martes declara el activista Fadel Mihdi Breica que le acusa de torturas. 

Ghali ya no utiliza respirador y su estado de salud mejora, pero continúa recuperándose de las secuelas del Covid-19 en el Hospital Central del Ejército de Ain El Naaja en el país argelino. Hace ya casi un mes que salió de territorio español, pero el juez de instrucción Santiago Pedraz mantiene activas las dos causas judiciales contra él, aunque en sus autos ha sido crítico con la falta de indicios que las partes han aportado contra Ghali por delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad cometidos en 2019. 

Una oportunidad para demostrar estas supuestas torturas la tienen hoy el activista saharaui Fadel Breica y otros tres testigos, su mujer y otras dos personas, que fueron detenidos y liberadas a la vez que él y que, según su versión, presenciaron los abusos del líder polisario. Todos declaran este martes en la Audiencia Nacional. 

El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) está centrado en su recuperación, aunque mira de reojo cómo avanza el caso en España. Centrado en ello está su abogado, Manuel Ollé, quien pidió hace unas semanas el archivo de ambas investigaciones porque dice que son de carácter “político” que tienen “fines espurios y ajenos a la acción de Justicia” y que los argumentos son “genéricos e inconsistentes”. 

Relaciones en mismo punto

La fase más crítica de su enfermedad Ghali la pasó en España y fue durante su estancia en el hospital de Logroño cuando se produjo una de las mayores crisis migratorias de la última década en España. Pero las fuentes consultadas en el entorno saharaui desvinculan la llegada de unos 9.000 migrantes a Ceuta con la presencia de su líder en La Rioja. Dicen que se trata de una campaña para crear “confusión” porque el motivo real es que el Gobierno de Pedro Sánchez no reconozca al Sáhara Occidental como territorio marroquí. 

En este sentido, indican que las relaciones diplomáticas entre el Frente Polisario y España no han cambiado. Ghali no ha vuelto a tener contacto con el Ejecutivo, pero esto tampoco se producía antes sino que todas la interlocución se canaliza a través de la Delegación Saharaui en Madrid o en las diferentes Comunidades Autónomas. 

Recuerdan, así, que las relaciones siempre han sido relativamente buenas como lo muestra la fotografía de 2019 en la que el rey Felipe VI saluda al líder de la república Saharaui en la investidura del nuevo presidente de Panamá. 

Por su parte, fuentes del Gobierno que formaron parte de la gestión de esta crisis, también quieren dar normalidad a las relaciones diplomáticas. Aseguran que hay una parte del Ejecutivo que cree que no debería haberse trasladado a Ghali a España, sino que tendría que haberse desplazado hasta allí el auxilio sanitario requerido de forma discreta. No obstante, corroboran la normalización de las relaciones. 

Los honores del líder 

Otra de las líneas judiciales que se mantienen abiertas en territorio nacional tienen que ver con la identidad con la que Ghali ingresó en España. El juez de la Audiencia Nacional rechazó investigarlo, pero no así el Juzgado de Instrucción número 3 de La Rioja que determinó que existían indicios de la “existencia de un delito de falsificación por particular de documento público o mercantil”. 

 

Fuentes de su entorno aseguran que ingresó con un pasaporte diplomático argelino porque esa es la manera que tienen los saharauis de moverse por territorios que no les reconocen como Estado, como es el caso de España. Una vez llegó al hospital se le dio una identidad falsa por su “seguridad”, aclaran. Ghali se convirtió en Mohamed Ben Batouch, según publicó El Confidencial. 

Resaltan que el líder polisario es el dirigente de un estado para muchos países como Argelia y así lo evidencia el hecho de que el mismo día que regresó al hospital argelino el presidente del país, Abdelmayid Tebune fue a verle. 

Volver a Tinduf 

Por el momento, el alta del líder polisario no se espera cercano, pero su intención en última instancia es regresar a los campamentos de Tinduf, como publicó este digital. Ahora allí se encuentra al cargo el primer ministro saharaui Bucharaya Beyun. 

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