Movimientos entre los vocales progresistas del CGPJ para entorpecer los nombramientos en el Supremo

Consideran que el actual órgano de los jueces no debe decidir sobre estas plazas porque su mandato expiró hace año y medio

Lesmes y Gullon
Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y CGPJ, y Jesús Gullón, presidente de la Sala Cuarta

En el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) el ambiente está “enrarecido” desde que se han reactivado los nombramientos. Hay vocales del sector progresista que no están de acuerdo con la decisión del presidente, Carlos Lesmes, y están tratando de entorpecer las labores para decidir los nuevos magistrados en el Tribunal Supremo, según indican fuentes del Consejo. 

Las últimas ternas realizadas por la Comisión Permanente para cubrir la Sala Segunda del Tribunal Supremo no estuvieron exentas de polémica. Para sorpresa de algunos magistrados, fuera se quedaron José de la Mata y María Tardón, dos jueces de la Audiencia Nacional, que ahora vuelven a tener oportunidad de ser nombrados gracias a que varios vocales del CGPJ los han propuestos para llevarlos al Pleno que decidirá estas plazas el próximo 28 de julio. 

En el sector progresista del CGPJ hay vocales que dicen abiertamente estar en contra de seguir realizando nombramientos discrecionales. La razón que esgrimen es que el actual Poder Judicial debería haber sido renovado hace año y medio, en diciembre de 2018, por lo que, según estos vocales, actualmente no están “legitimados” para esto. 

Un argumento con el que discrepa la parte más conservadora del CGPJ que califica de “irresponsabilidad” dejar las Salas de los Altos Tribunales incompletas o sin presidentes.  

El actual CGPJ es de mayoría conservadora -11 vocales fueron propuestos por el PP, 7 por el PSOE, 1 por IU y 1 por el PNV. Sin embargo, se necesitan 13 votos favorables para sacar los nombramientos adelante, por lo que los vocales deben llegar a cierto consenso en esa reunión o la situación puede quedar bloqueada. 

Fuentes consultadas indican a Confidencial Digital que en las últimas semanas ha habido movimientos por parte de vocales que, antes no mostraban tan abiertamente su negativa. Detrás, según estas fuentes, hay presiones políticas que vienen directamente del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, que quiere que la renovación se realice cuanto antes. “Hay poderes cruzados”, indican. 

Este lunes en un acto, Campo apeló directamente al PP diciendo que “aquellos que no potencian su renovación no saben el daño que hacen a las instituciones”. 

Una pugna con Lesmes 

El presidente del TS y CGPJ puso nuevamente en marcha el pasado mes de mayo las plazas para cubrir los puestos que faltan, concretamente 25 altos cargos. Había paralizado los plazos el pasado mes de enero para dar tiempo a que Ejecutivo y oposición llegaran a un acuerdo que renovara el órgano de los jueces. 

En la reunión en la que se decidieron las ternas para la Sala Segunda, el TSJ de Canarias y la Audiencia Nacional de Ourense (lo primero que se va a nombrar), algunas fuentes indican, que se produjo una acalorada discusión entre Lesmes y algunos vocales que se negaban a acordar los nombres. Lesmes insistió en que se llegase a un entendimiento, siempre según estas fuentes, pero no consiguió que los vocales Rafael Mozo y Álvaro Cuesta se pusieran de acuerdo por lo que ambos votaron en blanco.   

 

Intereses personales en las Salas 

Además del asunto político sobre la posible parálisis, se suma el interés personal de algunos magistrados. Fuentes del CGPJ indican que hay quienes querrían participar en convocatorias para formar parte de la Sala Segunda o para presidir la Sala Quinta y la Cuarta. 

Para los vocales que quieren seguir prosperando en su carrera profesional es incompatible formar parte del Consejo y presentarse a cualquiera de estas plazas. 

Al menos la Sala Segunda 

No solo el sector progresista, alguno de los vocales nombrados por el PP reconocen a ECD que tienen dudas de si llevando año y medio en funciones deberían decidir todas las plazas que hay pendientes en el Tribunal Supremo. 

Están dispuestos a “luchar” que se nombre la Sala Segunda porque faltan allí tres magistrados y creen que la carga de trabajo de los actuales es importante con asuntos de máxima responsabilidad. Cabe recordar que será esta sala la que juzgue, en caso de que se admitan a trámite, los temas relacionados con el Gobierno y su gestión por la pandemia. 

El Pleno de los primeros nombramientos está previsto para julio y la intención de Lesmes sería dejar el resto de nombramientos del Supremo -presidencia de la Sala Tercera, Cuarta y Quinta- así como de los TSJ para septiembre. Continuar asignando estas plazas es el punto en el que las fuentes consultadas más discrepan. 

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