La peor noche de Navidad de la funcionaria de Soto del Real que presenció la muerte de un preso por una brutal pelea

Un funcionario en prácticas acudió a ayudar por la falta de personal. El juicio ha comenzado este lunes

Soto del real
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Una funcionaria de Soto del Real se enfrenta hoy a su declaración por una desagradable noche de navidad y en la que presenció la muerte de un preso por una brutal pelea. La falta de personal, según fuentes penitenciarias, provocaron que los trabajadores intervinieran tarde y no pudieran evitar la muerte del hombre. El juicio comenzó este lunes. 

La funcionaria, que quiere mantener el anonimato, entró a trabajar el 25 de diciembre de 2018 a las ocho de la mañana. Después de hacer el recuento de los presos, le dio el relevo a sus compañeros de noche y se quedó ella sola al frente de más de cien presos. 

Fuentes penitenciarias indican que además de por ser unas fechas señaladas, ese día había menos personal del habitual porque estaban inmiscuidos en un conflicto colectivo y parte de los trabajadores estaban de baja. 

“Intentaron sacar el servicio con menos de lo que se debe y fue cuando ocurrieron los hechos. En total en el servicio había 3 funcionarios para 200 presos”, explican estas fuentes. Los familiares del interno fallecido esgrimen posibles responsabilidades de la Administración por la escasez de personal. 

Un preso interno el día anterior 

El día anterior había internado Jesús M., tras ser detenido por un intento de homicidio en una trifulca en el metro de Madrid. En Soto del Real le vio un educador y un médico, que son quienes dictaminan a qué módulo van dependiendo de cómo se encuentre y de la trayectoria delictiva. 

El hombre fue diagnosticado con trastorno mixto de personalidad con “rasgos límites, paranoides y narcisistas que conllevan una marcada impulsividad con tendencia a descontrolarse ante situaciones no deseadas”. Entró, por tanto, con una orden de acompañamiento en celda por su estado mental y, por eso, le pusieron un compañero. 

A las ocho, después de la cena, los internos subieron a sus celdas y quedaba poco para que la funcionaria a cargo diera paso al nuevo turno. Sin embargo, sobre las ocho y media, otros presos de al lado alertaron de que estaban oyendo ruidos muy extraños. 

La funcionaria, asustada, llamó al jefe de servicio para contarle la situación. Y este, viendo que se trataba de una agresión, prefirió subir con un funcionario varón. Tuvo que ser uno en prácticas porque “estaban bajo mínimos”.  

Una escena dantesca 

La funcionaria activó un sistema de apertura de celdas que se llama ‘abre-poco’, en el que el cubículo solo se abre un 10% para ver qué ocurre sin que nadie pueda salir o entrar. 

 

El interno estaba en el suelo lleno de sangre. El acusado pegó patadas y golpes a la víctima, con técnicas de combate ya que tenía licencia federativa nacional de kickboxing y muaythays, que terminaron por desplazarle la mandíbula y matarlo. “Se pensaron que la víctima era un hombre de color de cómo había quedado entre la sangre y los moratones”, explican fuentes de Soto del Real. 

El agresor no opuso resistencia. Llamaron a una ambulancia y se activaron todos los mecanismos. 

Ella tuvo que marcharse más tarde, porque cuando hay un fallecicimiento en la cárcel hasta que el juez no levante acta del cadáver el funcionario involucrado en los hechos no puede moverse de allí. 

Juicio por videoconferencia

La Fiscalía de Madrid solicita doce años y cinco meses de prisión para Jesús M. Le imputa un delito de homicidio en concepto de responsabilidad civil y reclama una indemnización de 456.500 euros para los familiares de la víctima. 

El juicio comenzó este lunes y hoy declaran los funcionarios por videoconferencia. 

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