Se ha solicitado al Ministerio de Defensa que abra de inmediato un expediente informativo en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla

CCOO afirma que la "cúpula militar" del hospital Gómez Ulla "intenta cargar" el trabajo de guardias de Urgencias a médicos civiles

Aumenta la tensión tras la denuncia practicada el pasado miércoles por CCOO de Madrid. Denuncia de amenazas veladas

Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.
Edificio del Hospital Militar Gómez Ulla, a 23 de diciembre de 2021, en Madrid, (España).

Médicos civiles del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla denuncian que la cúpula militar pretende “imponer” las guardias en urgencias a profesionales que no están subordinados a la disciplina castrense.

En una carta dirigida a la gerencia del Gómez Ulla, los facultativos muestran su “indignación” ante las “ordenes verbales militares, sin opción de negociar y sin compromiso escrito aprovechándose del código castrense”. Manifiestan que “no se sienten capacitados” para atender todo el espectro de patologías que pueden presentarse en los servicios de urgencia, en áreas como  como oftalmología, otorrinolaringología o traumatología, dado que desempeñan su labor en servicios especializados en planta.

La situación de estos profesionales ha sido denunciada por CCOO de Madrid que acusa a la dirección del hospital de “intentar cargar todo el trabajo de las guardias de urgencias sobre los hombros de los médicos civiles”. El sindicato considera que estas nuevas directrices en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, para ajustar las plantillas suponen un cambio en las condiciones laborales que “previamente debe ser pactado, documentado y justificado por escrito”, lo que no se ha producido hasta el momento.

En su escrito, los médicos advierten de que “no seguir los procedimientos habituales es una falta de respeto más hacia los trabajadores que está generando un agravamiento generalizado del malestar psicológico entre la plantilla” y añaden que “no se ha procurado una comunicación directa con propuestas voluntarias, sino como una exigencia, sin una negociación para su puesta en marcha”. Los facultativos también se quejan de que no se les está valorando como merecen tras el trabajo realizado en la pandemia que, se traduce, en la falta de contratos más estables, trabas para renovar sus contratos y la falta de ampliación de plazas que cubran “las necesidades reales del hospital”.

A todo esto se añade “el riesgo de mala praxis”, tanto para el profesional como para el hospital por el coste humano que supone y “el posible impacto legal en el caso de demandas”, avisan en su misiva. Recuerdan al respecto que urgencias es “un servicio autónomo” que requiere de especialistas concretos capaces de atender todas las problemáticas que se presentan.

CCOO también se ha dirigido por escrito al Ministerio de Defensa, del que depende este hospital, para que abra “de inmediato” un expediente informativo que investigue las supuestas irregularidades en la adjudicación de turno y servicio para todas las categorías. El sindicato reclama medidas cara a futuras convocatorias para que opositores puedan tener “la confianza necesaria” en que los procesos selectivos del Ministerio y en el conjunto de la Administración General del Estado, “se lleven a cabo con todas las garantías de imparcialidad, mérito y capacidad necesarias”.

La Labor médica no se estaría valorando adecuadamente

Desde CCOO Sanidad Madrid han insistido en que el código castrense "no obliga a los médicos civiles aunque los mandos del ejército quieran imponerlas". Así lo refieren los médicos civiles, a los que se suma la responsable de CCOO en el hospital, ante "un cambio en las condiciones laborales de los y las trabajadoras que, previamente, debe ser pactado, documentado y justificado por escrito". "Ninguno de los extremos se ha dado antes de tomar esta decisión", han denunciado.

En el escrito, los afectados señalan que "no seguir los procedimientos habituales es una falta de respeto más hacia los trabajadores y trabajadoras que está generando un agravamiento generalizado del malestar psicológico, entre la plantilla". Además, añaden, "no se ha procurado una comunicación directa con propuestas voluntarias, sino como una exigencia, sin una negociación para su puesta en marcha".

"Cabe resaltar que hay un sentimiento constante de falta de valoración de estos profesionales desde la pandemia por covid, plasmado en, por ejemplo, la falta de contratos más estables, renovaciones de contrato innecesariamente dificultosas a nivel administrativo y un número de plazas convocadas en las últimas oposiciones, muy insuficientes para
las necesidades reales del hospital", indican en la misiva.

En el Hospital Gómez Ulla la mayor parte de los especialistas de áreas médicas y quirúrgicas han realizado guardias de Urgencias durante su formación MIR, pero solo en el área específica de su especialidad. Por esta razón, los facultativos firmantes de esta carta dicen que "no se sienten capacitados para atender todo el espectro de patologías que pueden presentarse en una puerta única (urgencias) y mencionan como ejemplo los casos de oftalmología, otorrinolaringología o traumatología.

Así, recuerdan que cualquier especialista no puede realizar este trabajo con calidad, generando "el riesgo de mala praxis para el profesional y para el hospital con el coste humano y el posible impacto legal en el caso de demandas", añaden.

Por otra parte, los facultativos del pool de planta han mostrado a la Dirección del hospital su voluntad de colaborar para solventar el problema de falta de personal en Urgencias. Para ello, reclaman un compromiso "de búsqueda activa (anuncios en las sociedades médicas, colegio de médicos, redes sociales, etc.) de profesionales de Urgencias, y su contratación estable, que permitan la cohesión y estabilización de un servicio clave del hospital que tiene problemas estructurales desde hace años".

En su demanda piden que este punto "debería cumplirse en un plazo máximo de 3 meses". Hasta ese momento, se ofrecen a colaborar de forma "temporal y excepcional" para cubrir las necesidades del servicio, mediante peonadas de máximo 20 horas, o como turno de tarde, hasta las 22 horas, entrando a trabajar al día siguiente no antes de las 10 horas, para cumplir con el período mínimo de descanso, y extender durante este período de refuerzo la propuesta a otras especialidades, tanto médicas como quirúrgicas y la voluntariedad de participación".

 

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