Hoy es el Día Mundial de la Salud: razones para alegrarnos y necesidades para el futuro

Desde que apareció la Covid-19 todo nuestro mundo ha girado en torno a esta pandemia. No podemos dejar de recordar que esta enfermedad ha provocado la muerte de más de 6 millones de personas en todo el mundo. De hecho, solo en España más de 100.000 personas perdieron la vida debido al virus. 

En cualquier caso, detrás de toda esta alargada sombra hay razones médicas para alegrarse. Y es que no todo iban a ser malas noticias. Es por ello que queremos aprovechar que se celebra hoy 7 de abril el Día Mundial de la Salud para recordar logros en medicina en estos últimos meses que parecen haber caído en el olvido, pero también plantearemos los futuros problemas a los que deberá enfrentarse la humanidad en los próximos tiempos.

Motivos para la esperanza

Quien diría que España, después de haber sufrido una terrible Guerra Civil y las consecuencias durante décadas de la misma, fuese uno de los principales candidatos a ser el país con mayor esperanza de vida del planeta. Durante este último siglo, la esperanza de vida ha aumentado en 40 años en nuestro país. Según un nuevo estudio del centro de investigación de la Universidad de Washington, se prevé que España desbanque a Japón como la nación con mayor rango de vida, lo que se traduce en que una persona vivirá en torno a los 85,8 años de media, superando así los 83,7 años con los que lidera el país nipón actualmente.

Se ha dado un gran paso en la lucha contra el cáncer, segunda causa anual de muertes en el mundo (10 millones de muertes, según la OMS). Mayo Clinic participó en una investigación que permitió lograr una detección temprana del cáncer múltiple (MCED). Dicha prueba innovadora permite detectar más de 50 tipos de cáncer con solo un análisis de sangre. Un importante avance en este campo, ya que la rápida detección y tratamiento del cáncer puede reducir considerablemente la mortalidad e incrementar la eficacia de los tratamientos. Para entender la gravedad de esta enfermedad, pondremos como dato que para el 2022 el cáncer será la primera causa de muerte en Estados Unidos.

Recordemos también que se ha abierto un halo de luz en África, gracias a la primera vacuna contra la malaria. El pasado año 2021, después de casi 30 años de investigación y la participación de numerosos países y organizaciones, la OMS dio autorización por primera vez en la historia una vacuna contra la malaria. Esta terrible enfermedad causada por un parásito provoca anualmente la muerte de más de 260.000 personas, especialmente niños. La vacuna prevendrá y salvará vida de miles de jóvenes. Ya se ha comenzado a distribuir sobre territorio africano y deberán administrarse 4 dosis en niños a partir de 5 meses.

Por supuesto, no podemos dejar de lado el gran hito en medicina que ha sido el descubrimiento y la aplicación de una vacuna para el Covid. En tan solo un año, se logró establecer una pauta para reducir los efectos de este virus. Decimos un hito histórico, porque normalmente conlleva un proceso de décadas de investigación y pruebas antes de ser aplicada sobre la población. Científicos de todo el mundo se pusieron manos a la obra para tratar de frenar la pandemia. Una pandemia que ha arrastrado los gráficos de la mortalidad mundial a niveles de la Segunda Guerra Mundial.  

Control de futuro

Es comprensible que después de todos estos años conviviendo con las mascarillas, los geles y evitando los contactos, cualquier mejoría o avance para erradicar de una vez por todas el Covid-19 sea un motivo de alegría. No obstante, los expertos avisan de que no hay que relajarse en exceso por el momento. Añaden además que otras pandemias vendrán en el futuro y que deberemos estar preparados.

Una de estas posibles alertas puede ser la Gripe Aviar, que como señala Adelaida Sarukhan, redactora científica en ISGlobal, puede convertirse en un gran problema si el virus logra mutar e infectar a animales mamíferos. Erradicarlo es "imposible" y podría suponer un grave riesgo para la vida en el planeta.

Otros frentes a los que debe enfrentarse la comunidad médica es la de la crisis climática. La creciente expansión del ser humano (alcanza ya la cifra de 7.800 millones de personas) y la alteración que hace sobre el medio en el que vivimos puede ser el principal problema de cara a las próximas décadas. Estos efectos sobre el planeta ya se pueden observar a través de señales como el calentamiento global. Como consecuencia pueden proliferar y expandirse enfermedades como el dengue o la malaria a niveles nunca antes vistos.

La OMS calcula que al año se producen 13 millones de muertes causadas por la contaminación. Unos datos que parecen apuntar a los territorios más desfavorecidos, pero que realmente acabarán afectando al mundo entero. De hecho, España por su cercanía a África sería uno de los primeros en sufrir estas dolencias.

La salud mental está actualmente en boca de todos, especialmente, después del confinamiento provocado por la Covid-19. Se ha registrado una gran caída en el bienestar mental de las personas, sobretodo, en la franja de 18 a 24 años. Europa tiene la tasa más alta de suicidios y en España es la principal causa de muerte entre los jóvenes. No hay un motivo claro para entender el porqué de este pesimismo, pero todo apunta a que gobierna un sentimiento de soledad y de que nuestras acciones poco valen. Lo más recomendable siempre que uno se encuentre así es acudir a un especialista, quien se encargará de ayudar en todo lo posible.

Otros problemas que también generan incertidumbre son la obesidad y el VIH (Sida).

El primero es un mal que se está extendiendo especialmente en Europa y Estados Unidos. Los principales causantes son la ingesta de grandes cantidades de azucares y de productos altamente procesados. Desde 1975, la cifra de personas con obesidad en el mundo se han triplicado. No se trata de un factor solo de belleza, sino que acarrea numerosos problemas cardiovasculares, cánceres, fallos en la movilidad, etc.

En segundo lugar, no menos importante, está el VIH. Si bien, cada vez hay más tratamientos y conciencia sobre esta enfermedad, aun sigue siendo uno de los causantes de mortalidad en el mundo. En nuestro país 60.000 personas han fallecido desde 1981. Ya existen medicamentos que transforman esta enfermedad mortal en una enfermedad crónica. Por desgracia, la vacuna sigue estando aún muy lejos.