¡Qué no te engañen!; Así te pueden multar con el nuevo Radar Medusa
Es un medidor de nivel de sonido diseñado para identificar sonidos más allá de los límites legales
Si hablamos de radar prácticamente todos pensamos en velocidad estándar. Sin embargo, en los últimos meses se han popularizado otros dos términos. Uno de ellos es Emissions Radar o el Radar de Emisiones, un sistema que utiliza cámaras térmicas para monitorizar los contaminantes que emiten los vehículos a la atmósfera y que ha sido probado en Madrid.
Otro radar de “errores” que ha calado en medios y redes sociales es el radar de ruido. El sistema es en realidad un medidor de nivel de sonido que registra el sonido en 360 grados y tiene cámaras para detectar a los infractores.
Pero, ¿los veremos en España? Seguro que ya has oído hablar del Radar Medusa. Este nuevo sistema de control de emisiones, en este caso acústico, recibe el nombre de “Radar Medusa” por su capacidad de controlar todo lo que ocurre a su alrededor.
Como decimos, es un medidor de nivel de sonido diseñado para identificar sonidos más allá de los límites legales. Estos sonómetros no solo tienen la capacidad de detectar el sonido, sino que también pueden ser verificados con cámaras que actúan como detectoras del comportamiento, ya que registran la dirección que toma la fuente de sonido, pudiendo así indicar si una motocicleta o el coche de turno está por encima del límite máximo.
Experiencias previas en Suiza y Francia
El sistema ha estado funcionando en Suiza durante muchos años y también están empezando a funcionar en París. Además, en Francia, parecen estar especialmente preocupados por este tema. El teniente de alcalde de París, Dan Lert, aseguró que particularmente por la noche, el estrés causado por los niveles de ruido puede provocar enfermedades graves, lo que lleva a problemas como sordera, enfermedades cardiovasculares, ansiedad, diabetes y obesidad.
La Agencia Europea de Medio Ambiente también ha planteado la cuestión del ruido en entornos urbanos. Según sus cifras, 16.600 personas en Europa murieron prematuramente a causa del ruido. En España, el número se estima en 1.100. De hecho, nuestros límites máximos permisibles están muy por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud y los que persigue la Unión Europea.
El primero alcanza un máximo de 40 dB en las ciudades. En Europa somos menos optimistas y estamos dispuestos a aceptar un límite máximo de 55 dB. El Real Decreto 1367/2007, por el que se establece la Ley 37/2003, de 17 de noviembre, sobre ruido, establece que el límite máximo permitido en áreas dominadas por suelo residencial es de 65 decibelios durante el día y 55 decibelios por la noche. Las áreas protegidas especiales, como terrenos sanitarios, educativos y culturales que requieren una protección especial contra la contaminación acústica, son 60 decibelios y 50 decibelios, respectivamente.
Cómo afecta al vehículo y la idea de la DGT al respecto
El ruido es principalmente un problema para los municipios. Esta es la opinión de la DGT, que ha confirmado que no tienen intención de instalar un "radar de ruido" o sistema similar necesario para controlar las emisiones acústicas. Como norma general, en cuanto a la normativa de vehículos, los coches nuevos deben emitir un mínimo de 56 decibelios y un máximo de 75 decibelios.
¿Qué debería ser un ruido no deseado? El artículo 18.2 del Real Decreto 1367/2007 establece lo siguiente: 'Sin perjuicio de lo dispuesto en la cláusula adicional primera, los límites del nivel de emisión sonora de los vehículos de motor o ciclomotores en circulación se obtienen sumando 4 dB(A) a los niveles de emisión sonora que consten en el certificado de homologación del vehículo'.
Correspondiente a la prueba del vehículo parado, la evaluación se realiza de acuerdo a la normativa vigente según los métodos de medición establecidos en el procedimiento de homologación aplicable al vehículo. Lo importante aquí es que esta medida corresponde al nivel de ruido correspondiente a la prueba del vehículo parado, por lo que es necesario examinar cómo afecta esta normativa a la específica que las ciudades españolas quieran implantar al respecto.
Sabemos que el equipo que realiza las mediciones debe colocarse a cuatro metros del suelo. Esto es esencial porque los niveles de ruido se pierden y caen drásticamente con la distancia. Por ejemplo, el sonido grabado a 200 metros es una cuarta parte del sonido que grabamos a 100 metros.
Lo mismo ocurre con los decibelios, no aumenta gradualmente. Por ejemplo, 75 dB, el máximo permitido en los vehículos actuales, es casi 100 veces el valor mínimo de 56 dB que debe homologar un coche, incluso para vehículos eléctricos.
En cuanto a las multas, corresponde al municipio imponer sus propias sanciones, porque como hemos visto, la DGT aseguró que no tenía intención de comprar e instalar este tipo de radares de ruido. Por ejemplo, Barcelona ha puesto en marcha un régimen especial contra el ruido, y la multa alcanzará los 600 euros. En Sevilla, en cambio, las multas parten de los 750 euros y llegan hasta los 3.000 euros.
