Una Infanta Elena “muy tranquila y cordial”, asistió a la Copa de Navidad de la Fundación Ortega y Gasset, invitada por su abogado, Jesús Sánchez Lamba

Ayer, a las 20:00 los alumnos, profesores y patronos de la Fundación Ortega y Gasset se deban cita en la que fuera la Residencia de Señoritas (contemporánea femenina de la Residencia de Estudiantes donde se alojaron García Lorca o Pepín Bello), en la madrileña calle Fortuny, para celebrar la tradicional copa navideña.

A la cita, a la que fueron llegando en un goteo incesante de profesionales de la política, la comunicación, el periodismo y la cultura, vinculados, bien como alumnos, bien como profesores, a la fundación, acudió una invitada que “nadie se esperaba”: la Infanta Elena.

Llegó acompañada de su abogado de confianza, Jesús Sánchez Lamba, a la sazón Secretario General y Director de la Fundación José Ortega y Gasset y representante de la Infanta en su divorcio. Fuentes conocedoras del proceso recuerdan que el ‘número dos’ de la Ortega y Gasset es el abogado de la Infanta desde finales de 2007, cuando se anunció el ‘cese temporal de convivencia’ de los Duques de Lugo.

Varios de los allí presentes destacan a El Confidencial Digital que “se la vio muy guapa” y “acompañada en todo momento” por su anfitrión. La Infanta Elena “se quedó un buen rato” en el ágape y “fue muy cercana con el resto de invitados”, aunque, “se la viera un poco reservada, tímida, a veces”. “Estuvo muy accesible, cordial y muy tranquila”, resumen otros de los invitados.

Sánchez Lamba es, junto a Antonio Garrigues Walker, uno de los promotores españoles de Transparencia Internacional, ONG contra la corrupción. El letrado, de gran prestigio en el mundo legal como responsable de una ‘boutique legal’ con oficina en el barrio de Salamanca, es además el marido de Elena Pérez Rubalcaba, hermana del ministro de Interior.