Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano están hundidos por la muerte de Érika, que el padre atribuye también al acoso periodístico

Los padres de Érika, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano, están “hundidos”. Es la descripción que hacen personas que han tenido acceso a los dos en los días siguientes a la muerte de la hermana de la princesa de Asturias.

En el caso de la madre, esa situación explica que los Príncipes de Asturias hayan decidido acogerla durante estas jornadas en su propia casa, en el recinto del palacio de La Zarzuela, puesto que es, de la familia de doña Letizia, la que vive sola.

Respecto a Jesús Ortiz, fuentes consultadas por El Confidencial Digital confirman que está “destrozado” y hasta desesperado, sin demasiada capacidad de reacción, sobrepasado por los acontecimientos.

Según esas fuentes, se muestra además muy molesto con los medios de comunicación, singularmente los que se dedican a temas del corazón. Considera que ha habido “una persecución” a su hija Érika y les culpa en parte de lo ocurrido.

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