Los médicos sacan a Kardam de Bulgaria del coma inducido: la anunciada amputación de las manos ha quedado únicamente en la pérdida de dos dedos.

Su esposa, Miriam Ungría, con la que el Príncipe ha tenido dos hijos, sufrió heridas mucho más leves: fractura de codo y diversas contusiones. Son precisamente estas contusiones las que han provocado una recuperación más lenta de lo esperado. Las imágenes de su salida del hospital el pasado jueves, hacen pensar en cualquier caso que las heridas no eran tan leves como en un primer momento se apuntó.

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