Felipe VI reclama a las instituciones cumplir la ley y ser ejemplo de integridad pública
En su discurso de Nochebuena, el rey pide “estar en el lugar que constitucionalmente nos corresponde”. No ha hecho referencia a Juan Carlos I
La crisis en la isla de La Palma por la erupción del volcán de Cumbre Vieja ha centrado sobre todo el mensaje de Navidad pronunciado esta noche por Felipe VI, en el que no ha hecho alusión alguna a su padre, Juan Carlos I, todavía viviendo en Abu Dabi.
El rey ha incluido en su discurso un llamamiento a todas las instituciones públicas, incluyéndose, como titular de la Corona, entre ellas. Ha destacado que quienes dirigen esas instituciones deben “tener siempre presente los intereses generales y pensar en los ciudadanos, en sus preocupaciones”, así como “estar permanentemente a su servicio y atender sus problemas”.
En esta apelación a las instituciones, llama la atención que don Felipe ha pedido expresamente a los representantes instituciones que sean “ejemplo de integridad pública y moral”. Lo ha hecho en primer persona del plural, incluyéndose entre quienes deben ser ejemplo de integridad.
No ha pasado desapercibido que también reclame “estar en el lugar que constitucionalmente nos corresponde”, así como “asumir, cada uno, las obligaciones que tenemos encomendadas”, y otro mensaje destacado: la necesidad de que las instituciones respeten y cumplan las leyes.
La Palma y el coronavirus
En su octavo discurso de Navidad, Felipe VI ha comenzado recordando las dificultades que están atravesando los habitantes de la isla de La Palma por la erupción del volcán, y ha mandado un mensaje de tranquilidad para aquellos que necesitan reconstruir sus viviendas y sus vidas, así como “rehacer sus proyectos con ilusión”.
Por segundo año, el rey se ha referido a la pandemia de Covid-19, recordando a las víctimas, y también destacando la labor de la ciencia, especialmente con la puesta en marcha de las vacunas. “La situación es diferente -ha dicho-. Hemos avanzado sustancialmente en la lucha contra la pandemia, pero siempre con toda la prudencia necesaria”.
Sociedad vulnerable
El rey ha recordado que los jóvenes tienen “problemas serios” para encontrar trabajo y el acceso a formación, añadiendo que es responsabilidad “de toda la sociedad” ayudar a que los jóvenes puedan llevar a cabo “un proyecto de vida personal y profesional, con un trabajo y un salario dignos”.
Muchos ciudadanos han sufrido gravemente los efectos de la crisis sanitaria y tanto socialmente como económicamente requieren de una solución. Don Felipe elogió a aquellos que han sabido sobreponerse a las adversidades, diciendo: “Se abre ante nosotros un futuro que nos exige responsabilidad, voluntad y entendimiento para confiar más en nuestras propias fuerzas como Nación”.
40 años de libertad democrática
El rey ha vuelto a hacer alusión a las cuatro décadas de libertad y progreso vividos en España, para agradecer una vez más el sacrificio de millones de españoles, “su sentido de la historia, generosidad, responsabilidad y visión de futuro”.
Ha insistido en que la Constitución es la “viga maestra” que ha impulsado el proceso del país y permitido una convivencia democrática frente a las crisis que ha soportado, por lo que ha vuelto a pedir respeto y lealtad.
La UE, nuestro mayor aliado
Felipe VI ha terminado su discurso resaltando que España es un país muy ligado a la Unión Europea, una “realidad política, económica y social y cultural” que es un objetivo para muchos españoles.
El momento es “difícil”, pero no hay que detenerse, y mucho menos retroceder. El rey ha animado a los españoles a “seguir adelante”, a “superarse cada día”.
Que “nadie se quede atrás” en el camino a la modernización, ha repetido, recordado que la suma de las fuerzas de los españoles deben ir enfocadas hacia “el deseo de una España siempre mejor”.
En su nombre, y en el de la reina Letizia y de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, ha deseado a los españoles una feliz Navidad y un próspero año nuevo.
