Ecografía 4D, por qué y cuándo hay que hacerla
Uno de los momentos más bonitos en la vida de una mujer es cuando por fin es madre. Durante el embarazo, se suele acudir periódicamente al ginécologo para revisar que nuestra salud y la de nuestro bebé son correctas. Esta comprobación se realiza a través de ecografía.
Con el paso de los años, los métodos para realizar las revisiones del embarazo han ido avanzando hasta llegar al último invento gonecológico, la Ecografia 4D. Todos sabemos cuales son las tres dimensiones, y la cuarta es aquella que se refiere al tiempo. Por ello, podemos entender que una ecografía 4d es aquella que se mueve en base a los movimientos de nuestro feto. En otras palñabras, en lugar de ver una imagen fija del bebé, podremos ver una especie de vídeo, una película.
La aparición de esta técnica en el mundo de la ginecología ha supuesto una revolución en el mundo de la obstetricia y el control prenatal.
Hasta ahora, cuando una madre acudía al médico para ver cómo avanzaba su embarazo, se veía obligada a, al menos durante los primeros meses, intuir que aquella mancha blanca era su hijo. Sin embargo, actualmente, gracias a este tipo de sonogramas se obtendrá un diagnóstico más completo a la vez que aumenta el nivel emocional de los padres en estos momentos.
Mejor planificación y respuesta de cara al nacimiento
En este momento, y debido a que aún no se ha desarrollado completamete esta técnica, este tipo de ecografías han de ser complementarias a las tradicionales, ya que la suma de cada una de estas modalidades hará que la información que obtengamos sobre el embarazo sea más precisa. En cualquier caso, su completo desarrollo y adaptación es cuestión de poco tiempo. Además, en este punto entran en juego otros parámetros como podrían ser los medios, el equipamiento de las clínicas e incluso la experiencia del ginecologo que nos atienda. Todos estos factores pueden contribuir a una mayor utilidad de estos nuevos sistemas.
No obstante, actualmente, las ecografías 4d aportan por sí solas, suficiente valor diagnóstico lo que ayudará a planficar mejor y saber responder de manera óptima a las necesidades del bebé una vez ha nacido. Esto se debe a que, desde el ámbito del diagnóstico, permite mejor visualización del feto y puede facilutar la detección de anomalías como el labio leporino, la espina bífida, problemas de corazón i defectos del tubo neutral, entre otros.
Otra de las ventajas que aporta este nuevo sistema, es que su procesamiento a través del ordenador facilita su almacenamiento. Así se reduce el tiempo de exposición a los ultrasonidos.
No presentan peligro si no se abusa de ellas
Si alguien se pregunatar si este tipo de ecografías tienen algún riesgo para nuestro feto, la respuesta simple es no. Sin embargo, aunque no haya pruebas evideentes de que las imágenes de ultrasonido y los monitores de ritmo cardiáco tengan algun perjuicio para nuestra salud o la del feto, la Administración de Medicamentos y Alimentos recomiendan no abusar de este tipo de pruebas. Muchas organizaciones, además de la citada anteriormente, afirman que realizarse esta prueba cada cierto tiempo no conlleva problemas, las anomalías podrían llegar a a aparecer si la frecuencia con la que las realizamos es muy alta.
Si no puedo abusar de ellas, cuándo es conveniente que las haga
Como se ha mencionado anteriormente, el abuso de este tipo de pruebas podría causar algún perjuicio. Sin embargo, si controlamos la frecuencia de estas ecografías, no supondrán ningún daño.
Aunque es posible que si decides emplear estos sistemas, tu médico te avise de cuándo es el mejor momento, te proponemos semanas clave en las que ya puedes empezar a ver el rostro y los movimientos de tu futuro hijo con claridad gracias a este tipo de pruebas.
– Semana 22-23: coincide con la mitad den embarazo y tras los primeros meses -que suelen ser los más delicados- ya sabes que el feto esta bien. En estas semanas podrás ver el cuerpo del bebé, cómo se mueve o sonríe e incluso apreciar alguno de sus gestos. Será el momento perfecto para ver por primera vez el rostro de tu hijo.
– Semana 27-30: En estas semanas el bebé ya está grande. Por ello, una ecografía 4d nos mostrará una imagen casi idéntica de lo que será cuando nazca.
– Semana 31-39: son las últimas semanas del embarazo, por ello las imágenes que veamos con este nuevo sistema de ecografias mostrará a nuestro bebé casi como le veremos por primera vez cuando nazca.
