¿Cómo tratar las infecciones urinarias?

Causas infecciones urinarias

Infecciones urinarias
Infecciones urinarias

Las infecciones urinarias son muy frecuentes, tan frecuentes que podemos padecerlas al menos una vez en nuestra vida, más aún, si somos mujer. Una de las infecciones más corrientes es la cistitis. Hoy queremos explicarte cuáles son las causas pero sobretodo como remediar a esta infección, tan molesta. 

Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta sobre esta patología, es que las mujeres son más propensas a padecer de una cistitis, por su anatomía. Puesto que en las mujeres, anatomía de la uretra, el conducto por el cual se expulsa la orina al exterior desde la vejiga, es más mucho más corto que en los hombres. En las mujeres, la longitud de ésta es de entre 3 y 4 centímetros mientras que, la uretra masculina, mide de 12 a 16 cm. Sumando al hecho que la uretra está más cerca del ano, donde puede existir una proliferación más elevada de bacterias. 

Causas

La cistitis es una infección causada por unas bacterias, principalmente la bacteria Escherichia coli. Estas bacterias afectan a la vejiga o las vías urinarias inferiores causando una infección. En un principio afecta a las estructuras anatómicas nombradas anteriormente, sin embargo, puede diseminarse a los riñones, si esta sigue persistiendo.

La gran mayoría de estas bacterias se eliminan al orinar, no obstante,  las bacterias pueden adherirse a la pared de la uretra o la vejiga o multiplicarse tan rápido que algunas de ellas permanecen en la vejiga, donde estas se multiplicarán hasta infectar y desarrollar los principales signos y síntomas de las cistitis. 

Como hemos comentado, las mujeres son más propensas a contraer una infección, no solo por la anatomía sino que también después de las relaciones sexuales o al usar un diafragma para el control de la natalidad. La menopausia también aumenta el riesgo de una infección urinaria. Pero también hay altas probabilidades de padecer cistitis si hay un porte de sonda vesical, diabetes, incontinencia intestinal, embarazo, sedentarismo, edad avanzada, etc.

¿Cuáles son los síntomas?

Los principales síntomas que pueden dar una infección urinaria son: 

Orina turbia o con sangre

Orina con olor fuerte 

Febrícula, aunque no todo el mundo puede tener fiebre 

 

Dolor o ardor al miccionar o quemazón o picazón 

Presión o calambres en la parte baja del abdomen o en la espalda

Necesidad de orinar con frecuencia, incluso inmediatamente después haber vaciado la vejiga.

Los síntomas se agravan cuando la infección alcanza a los riñones. En este caso, el enfermo sentirá, en este caso, fiebre y escalofríos, vómitos, náuseas y dolor en el costado o en la espalda. Si llega a avanzar y se agrava, suele venir acompañada de fiebre, afectando al riñón y la zona pélvica renal, recibe el nombre de pielonefritis.

Tratamiento

Unos de los tratamientos más usados para remediar a las infecciones son los antibióticos. A pesar de ello,  las bacterias cada día son más resistentes a ellos, por lo que se han de buscar soluciones alternativas, sobre todo en los casos donde hay unas infecciones crónicas (repetidas). Puesto que la resistencia a este tipo de fármacos, provocan una pérdida de eficacia de estos tratamientos a largo plazo.

Una alternativa a la fosfomicina (tratamiento tradicional en sobre de la cistitis), es el Urocran® Forte. Gracias a su composición, cuyo principio activo de DManosa. consigue unos resultados parecidos a los antibióticos y de manera natural. 

La D-manosa es un azúcar simple (monosacárido),  lo podemos encontrar en muchas plantas y frutas, en pequeñas cantidades. Sus propiedades son muy efectivas en las cistitis crónicas por su capacidad para fijarse en los uropatógenos causantes de la infección. Son capaces de evitar que las bacterias se adhieren al tracto urinario, imposibilitando una infección y previniendo otras posibles infecciones. 

¿Cuándo hay más riesgo de tener una infección de orina?

La infección de orina se pueden contraer en cualquier época de año, sin embargo, los meses de invierno son donde surgen más casos de infecciones. Puesto que durante esta época hay mayor posibilidad de contraer un resfriado o una gripe, donde el sistema inmunitario se ve debilitado, repercutiendo sobre nuestro organismo. 

Asimismo, se suman los cambios bruscos de temperatura, la exposición al frío y la retención de orina, esta última siendo una de las formas más recurrentes de contraer una infección de orina. De aquí la importancia de no retener durante un tiempo prolongado nuestra orina, ya que la vejiga se llenará aún más y puede llegar a afectar nuestros riñones. 

Para evitar contraer una infección, tenemos que seguir unos buenos hábitos de higiene de la zona genital. hay que tener especial cuidado, a la hora de limpiarse después de ir al baño, que siempre debe hacerse desde adelante hacia atrás, y nunca al revés. De este modo, se evita que las bacterias que se encuentran en la materia fecal, como la E. Coli, una de las principales causantes de la cistitis, lleguen a las vías urinarias.

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