Las Brigadas Forestales, la ‘elite’ de la lucha contra el fuego, echan en cara a su ministra que no les ‘cuide’ como Chacón hace con la Unidad Militar de Emergencias
Existe un profundo malestar entre las Brigadas de Refuerzos contra los Incendios Forestales, dependientes del Ministerio de Medio Ambiente. Este cuerpo, presente en todos los grandes incendios, reivindica su labor y la poca atención que dispensa hacia ellos la ministra Elena Espinosa. Y más si se compara con el trato que da Chacón a la Unidad Militar de Emergencias.
“Ni una sola foto con nosotros, ni siquiera una simple mención”. Así describen miembros de las Brigadas de Refuerzos contra los Incendios Forestales (BRIF) la escasa relación que tienen con su ministra, Elena Espinosa.
Las BRIF, a las que el propio estado define como “equipos helitransportados cuya reconocida eficacia les ha hecho ser una referencia a nivel nacional”, acuden a cada incendio que supera una extensión de 500 hectáreas.
En total, son unos 500 profesionales distribuidos por bases en toda España, que se desplazan en helicóptero al lugar del incendio cuando su ayuda es requerida por alguna Comunidad Autónoma.
La última muestra de este malestar se hizo patente durante los incendios en Galicia. La ministra de Defensa Carme Chacón voló hasta Orense para apoyar a sus unidades. Varios miembros de la brigada comenzaron a hacer circular sus quejas entre los medios de comunicación. Denuncian que “es fácil” hacerle fotos a la UME, ya que ellos están en “zonas menos peligrosas”.
Según el testimonio que ofrecen a El Confidencial Digital, nadie ha hablado de ellos desde que comenzó la campaña de extinción de fuegos. Y culpan de ello a la ministra de Medio Ambiente “que no nos ha mostrado su respaldo público en ningún momento” aseguran.
La última misión en la que han participado ha sido la extinción de los tres focos de incendio que afectaron a la población valenciana de Onteniente. Los casi 400 efectivos de la UME desplazados a la zona recibieron de nuevo la visita de su ministra. De Espinosa, “ni rastro”.
