Defensa adquiere 55.000 pastillas contra la malaria cerebral
Preocupa el riesgo que corren los soldados destinados en Malí, Senegal y Republica Centroafricana
Cerca de 300 militares españoles se encuentran desplegados en estos momentos en el África subsahariana. Uno de los mayores peligros a los que se enfrentan no es la amenza del terrorismo, sino algo mucho más corriente: los mosquitos, capaces de contagiar la malaria. Defensa ha comprado una partida de 55.000 dosis para evitar y tratar la enfermedad.
La Inspección General de Sanidad de la Defensa ha licitado la adquisición de 4.535 envases de 12 comprimidos de antimalárico con “base de atovacuona/proguanil hidrocloruro”, un antiprotozoario eficaz contra enfermedades como el paludismo o la leishmaniosis.
El contrato, que tiene un importe total de 80.000 euros, busca suministrar las dosis necesarias del tratamiento –preventivo y tras infección- a todos los militares españoles destinados en países donde está extendida la malaria. Especialmente en África.
Los aproximadamente 250 militares que a día de hoy están destinados en Malí, Senegal y República Centroafricana –y aquellas misiones puntuales en Mauritania o Cabo Verde- corren un riesgo mayor por la presencia del parasito Plasmodium falciparum, que infecta a mosquitos y estos a su vez a los humanos.
Estas picaduras pueden llegar a provocar malaria cerebral, la más letal de todas las variedades, y causar la muerte por coma y anemia. Por ello, no se escatima en medios para evitar cualquier tipo de infección. Incluso los uniformes, tal y como contó ECD, son tratados con insecticida para repeler a los mosquitos.
Los antimaláricos han protagonizado en el pasado algunas polémicas, como la denuncia sobre la influencia de algunos de estos medicamentos en pacientes con Trastorno de Estrés Postraumático (TEP). Uno de sus compuestos tiene contraindicaciones para personas propensas a los trastornos mentales, y según las denuncias recogidas en todo el mundo puede incitar al suicidio.
