Estuvo tres días abierto al público

El Juan Sebastián Elcano conquista Bélgica

Largas colas en el puerto de Amberes para visitar el buque-escuela español. Cuarenta y siete ciudadanos juraron bandera

Cola en el puerto de Amberes (Bélgica) para visitar el Juan Sebastián Elcano.
Cola en el puerto de Amberes (Bélgica) para visitar el Juan Sebastián Elcano.

Los aspirantes a oficiales de la Armada que están terminando el crucero de instrucción en el Juan Sebastián Elcano hicieron escala de varios días en la ciudad belga de Amberes. En ese puerto atracó el buque-escuela, que no pasó desapercibido en el lugar, sino que atrajo a varios miles de personas.

Cada año, el barco escuela de la Armada realiza un largo viaje por mares de todo el mundo que sirve como crucero e instrucción de los guardiamarinas, que al terminar pasan a ser alféreces de Marina.

La semana pasada, el Juan Sebastián Elcano hizo escala en Amberes. Es la primera vez que en sus 90 años de historia este barco recala en el puerto de esta ciudad de Bélgica, con un puerto importante a nivel europeo situado en el río Escalda a 45 millas náuticas del mar.

La estancia del barco español fue todo un éxito. Amarrado en un muelle del puerto de Amberes, el Elcano se convirtió en un foco de atracción de belgas y también de españoles residentes en Bélgica.

Los mandos de la Armada decidieron abrir al público el buque-escuela en el que se forman sus oficiales. Se pudo subir a visitar la cubierta y otros rincones del Elcano el viernes 30 de junio y el sábado 1 de julio de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 19:00, y el domingo 2 de julio de 16:00 a 19:00.

Según los datos registrados por la Armada, visitaron el Juan Sebastián Elcano un total de 3.653 personas. Las imágenes en el puerto de Amberes fueron impactantes: en muchos momentos se formó una larguísima hilera de personas a lo largo del muelle, esperando para poder subir por la pasarela para recorrer el buque-escuela español.

Entre los visitantes había desde personas mayores hasta jóvenes, parejas de mediana edad, familias con niños pequeños e incluso carritos de bebé... Todo en un ambiente festivo, con las banderas de señales izadas y una gran bandera de España ondeando en el barco.

 

El domingo por la mañana no hubo visitas, pero sí un acto muy solemne. Después de una misa, tuvo lugar una jura de bandera para civiles: fueron 47 ciudadanos españoles residentes en Bélgica los que acudieron a jurar o prometer fidelidad a la Constitución y al rey, y dar la vida por España hasta la última gota de su sangre si fuera necesario.

 

 

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