Éxito de la expedición del Grupo Militar de Alta Montaña al Kahn Tengri (Kazajstán, 7.010 metros). Probaron la pérdida de percepción del riesgo, sacos de dormir y raciones

Durante el ascenso a la cumbre kazaja, los militares españoles se sometieron a una serie de pruebas médicas y psicológicas que se realizan en colaboración con la Universidad de Zaragoza y el grupo Salud y Seguridad de la Montaña.

Según ha podido saber El Confidencial Digital gracias a fuentes del Grupo Militar de Alta Montaña que participaron en la expedición, los militares realizaron pruebas diarias de orina para estudiar el incremento de la acidez de las evacuaciones a medida que aumentaba la altura. Además, realizaron diversas pruebas para medir de saturación de oxígeno en sangre y la tensión arterial.

Los militares también se sometieron a tres exámenes psicológicos. Uno antes de partir, otro a 5.500 metros -altitud extrema- y un tercero al regresar a España. Las pruebas pretenden calcular en qué medida afecta el agotamiento y la altura a la percepción del riesgo en el cerebro humano.

Fuentes de la expedición han contado a ECD sus impresiones sobre el material experimental que probaron durante su periplo. Sostienen que el saco de dormir que se les facilitó es “demasiado frío” para operaciones en la montaña.

Por otro lado, las raciones de comida liofilizada fueron del agrado de los montañeros a pesar de que no pudieron llevar los lotes completos tal y como en un principio se había previsto. Las nuevas raciones llegaron a Jaca hace tres meses y a la hora de partir habían sido utilizadas en su inmensa mayoría. Los miembros que viajaron a Kazajstán solo pudieron probar alguno de los elementos más importantes de dichas raciones.

Los militares consideran que este tipo de ración es “más práctica, más ligera y más limpia” que las que habitualmente se utilizan cuando salen de maniobras. Los alimentos liofilizados no precisan de cocción. Basta con añadir agua caliente a los alimentos y esperar a que estos la absorban.

El viaje a Kazajstán se organizó a través de la empresa Tour Asia –operador que ha trabajado anteriormente con el GMAM- en colaboración con el Ejército de Tierra.

A su llegada al campamento base, los militares españoles cuentan asombrados como había grupos organizados por empresas rusas que ascendieron al Kahn Tengri sin tener en cuenta la predicción meteorológica. Esto provocó que varios alpinistas extranjeros tuviesen que regresar antes de tiempo con alguno de sus miembros congelados.

Vea a continuación algunas fotografías del viaje suministradas a ECD por miembros del GMAM: