¿Cuál fue la novatada que le hicieron a Sanz Roldán, director del CNI, cuando llegó al Sáhara de teniente?

El general Félix Sanz Roldán aludió el pasado jueves, en el transcurso de una jornada sobre los servicios de inteligencia, a la que él recordaba como su primera novatada como militar. Y lo hizo respondiendo la pregunta de un antiguo compañero de armas.

Hay que echar marcha atrás en el tiempo y situarse a mediados de los años 60 para encontrar al hoy general Sanz Roldán en el empleo de teniente del Ejército de Tierra, del arma de Artillería.

Le cuentan a El Chivato que el joven teniente, de la 21 promoción llegó al Sáhara con el pelo muy corto, para engrosar el batallón de instrucción de reclutas que había a unos 25 kilómetros de la costa. Eran tiempos difíciles y quien compartió sus primeras horas de destino con él fueron otros tenientes de la 18 promoción, con tres años más de antigüedad y ‘más solera’. Y de ellos partió la novatada que él mismo recordó en público pero no concretó en qué consistió.

Sanz Roldán se mostró entonces, en esa etapa inicial, como un buen oficial, buen instructor y persona apreciada.

Volvió a coincidir con antiguos compañeros del Sáhara en la Otan, en Bruselas. Allí también fue “destinatario de unas cuantas bromas”, en ese momento por tener una pierna escayolada.

Escucha El Chivato, de alguno de sus compañeros, que Sanz Roldán “es muy buen profesional, pero ahora está en un puesto muy difícil”.