Así se gestó la carta al rey de generales retirados atacando al Gobierno

Se empezó a mover hace diez días, hubo llamadas de presión para conseguir adhesiones, y las firmas no han llegado a cubrir la mitad de la XXIII promoción de la Academia General

Pedro Sánchez, en una visita al contingente español en Mali.
Pedro Sánchez, en una visita al contingente español en Mali.

Un teniente general, dos generales de División, cuatro generales de Brigada y 66 coroneles, todos ellos en situación de retiro, firman una carta enviada al rey en la que culpan al Gobierno “social-comunista, apoyado por filoetarras e independentistas” de la “amenaza de descomposición de la unidad nacional” que, a su juicio, vive España.

El diario El País reveló este domingo la existencia de esa misiva. Contó que 73 mandos del Ejército de Tierra habían puesto su nombre y su graduación al pie de una carta enviada al jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, al que pedían que hiciera llegar a Felipe VI sus reflexiones sobre la situación política, económica y social del país.

En el texto, lanzaban críticas muy duras al Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos que preside Pedro Sánchez.

Confidencial Digital ha podido conocer algunos detalles sobre cómo se preparó esta iniciativa, que se suma a otra protagonizada por un general de División, coroneles, tenientes coroneles y capitanes del Ejército del Aire que también mandaron al rey una misiva para alertar al jefe del Estado del peligro de “aniquilación de la democracia” que se cierne sobre España por las medidas que está adoptando el Ejecutivo.

Diez días de movimientos

ECD ha podido saber que la nueva carta lleva este encabezado: “Madrid a 25 de noviembre de 2020”. Es decir, el miércoles pasado. Pero la iniciativa llevaba días gestándose.

Las fuentes consultadas señalan que los impulsores empezaron diez días antes a mover el escrito entre los miembros de la XXIIIª Promoción de la Academia General Militar de Zaragoza que quedan vivos.

Tras hacerla circular por canales comunes que comparten los miembros de esa promoción, las adhesiones no pasaban de 30. Los impulsores redoblaron los esfuerzos: empezaron a llamar y a contactar con quienes todavía no habían firmado, para animarles a que lo hicieran.

Menos de la mitad

Las presiones surtieron efecto, y fue aumentando la cifra hasta alcanzar las 73 firmas. Es un número elevado, pero las fuentes consultadas por ECD subrayan que no llegan a superar la mitad de los oficiales y oficiales generales de la XXIIIª Promoción de la Academia General Militar que no han fallecido.

Según las cuentas que manejan esas fuentes, de ese curso (que ingresó en la academia de Zaragoza en 1964) salieron entre 220 y 250 personas licenciadas, añadiendo los procedentes de la Academia Especial Militar de Villaverde (Madrid), en la que los suboficiales daban el salto a la Escala de Oficiales.

 

Teniendo en cuenta que un número importante ya ha fallecido (todos sobrepasan los 70 años), quedan vivos alrededor de 160 ó 170 militares, de los que firmaron 73.

Faltan los números uno

Entre quienes no han firmado esta carta ha habido quien ha visto con desagrado que se haya tratado de motivar como si fuera una iniciativa unánime de esa XXIIIª Promoción de Zaragoza, cuando lo cierto es que la mayoría no se ha sumado.

En la misiva enviada a Jaime Alfonsín se le pide expresamente que “traslade a S.M. el Rey el texto que a continuación le incluyo y que refleja la preocupación del grupo de Oficiales del Ejército Español que firman esta carta, ante la situación que en estos momentos se vive en nuestra Patria”.

La carta propiamente a Felipe VI comienza con “los abajo firmantes, pertenecientes a la XXIII Promoción de la Academia General Militar, en situación de retiro”.

Altos mandos consultados por Confidencial Digital subrayan que es especialmente significativo que la carta no la firmaran ninguno de los tres primeros de la promoción, los tenientes generales Manuel Bretón, Rafael Barbudo y Pedro Pitarch, como ya destacó El País.

Pero además, entre los firmantes tampoco están los ‘números uno’ de las distintas armas: Caballería, Artillería... Apuntan que sólo estampó su firma el número uno de uno de los cuerpos o armas, el de Intendencia, de esa promoción.

En un colectivo tan cuidadoso con criterios como la antigüedad, el escalafón y los rangos como son los militares, esos datos no han pasado inadvertidos.

Decepción entre algunos firmantes

Al constatar que los ‘números uno’ no estaban secundando la iniciativa, muchos oficiales y oficiales generales retirados declinaron firmar la carta, pese a las insistentes llamadas para que incluyeran su nombre entre los “abajofirmantes”.

Esta falta de unanimidad, o al menos de un número mayor de apoyos, llevó a muchos a pensar que los impulsores darían marcha atrás y no llegarían ni a mandar la carta a la Casa del Rey. De ahí que algunos se sorprendieran al leer este domingo la noticia en El País.

ECD ha podido saber también que ha habido firmantes que, al ver que la lista de seguidores no alcanzaba ni a la mitad de la promoción, han comentado su enfado y decepción. Hay quienes se siente “engañados”, ya que los impulsores parecían hablar en nombre de un grupo mucho mayor. Muchos compañeros de promoción firmaron “pensando que iban a estar todos”, y que casi sería un feo a los compañeros de la academia no unirse a esta iniciativa.

Ahora, a posteriori, han visto que fueron muchos los que no secundaron la propuesta, bien porque no llegaron a contactaron con ellos, bien porque hicieron oídos sordos, bien porque se negaron pese a las invitaciones y presiones insistentes.

Críticas al tono utilizado

Fuentes militares consultadas por Confidencial Digital aseguran que entre quienes no firmaron la carta al rey se comenta, en muchos casos, que pese a compartir parte del análisis y críticas de la misiva, ni la iniciativa era adecuada, ni el tono utilizado era el correcto.

Sobre el tono, algunos señalan que podía considerarse demasiado “mitinero”, “panfletario”. Se podía haber optado, explican, por una formulación algo más comedida en los términos. Y también señalan que era previsible que esta carta vaya a provocar más daños que beneficios: tanto al Ejército de Tierra como al rey, como a los propios argumentos que se utilizan en la carta.

No han pasado por alto que ya medios internacionales como el diario británico The Times se han hecho eco del escrito, como una posible muestra de “ruido de sables” en las Fuerzas Armadas españolas frente al Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Precisamente eso era algo que algunos críticos querían evitar.

Lea a continuación el texto íntegro de la carta: 

“Madrid a 25 de Noviembre de 2020

Excmo. Sr. Jefe de la Casa de S.M. el Rey

D. Jaime Alfonsín Alfonso

Palacio de la Zarzuela

28071 Madrid

 

Excmo.  Sr.

Rogamos traslade a S.M. el Rey el texto que a continuación le incluyo y que refleja la preocupación del grupo de Oficiales del Ejército Español que firman esta carta, ante la situación que en estos momentos se vive en nuestra Patria.

«Los abajo firmantes, pertenecientes a la XXIII Promoción de la Academia General Militar, en situación de retiro.

Con el mayor respeto y subordinación, tienen el atrevimiento de dirigirse a S. M. como consecuencia del estado de deterioro en que estimamos ha entrado nuestra Nación, con la finalidad de expresarle nuestros desvelos y dejar muestra escrita de nuestra lealtad a la Patria, así como a su Persona tal y como juramos ante la Bandera de España en un lejano año 1964.

Tras la llegada al  Poder Ejecutivo de un gobierno social- comunista que olvida el interés general y atiende sólo a intereses partidistas, la cohesión nacional corre graves riesgos de deterioro, tanto en su vertiente política, como económica y social.

El Gobierno de coalición entre el partido Socialista y Podemos, apoyados por filo etarras e independentistas, amenazan con la descomposición de la Unidad Nacional.

Las constantes alusiones a las formas de gobierno y especialmente los ataques permanentes, por miembros del Gobierno, a la Jefatura del Estado, encarnada por V. M.,  son motivo de preocupación, pues la razón de aquellos no es otra que acabar con el “arco de bóveda “ que sustenta todo el entramado de la Constitución del 78 y por tanto con esta misma.

Constitución que por otro lado, nos ha proporcionado los años más fructíferos de nuestra historia.

Muestra de la intención de acabar con los consensos del 78, son los permanentes ataques al Poder Judicial, así como los intentos de su patrimonialización,  reflejados en el nombramiento del Fiscal General del Estado, la espuria utilización de la Abogacía del Estado, el cambio de la legislación vigente con fines partidistas etc.

La libertad de expresión , derecho fundamental en cualquier democracia que se tenga por tal, así como el derecho a una información imparcial y veraz, han sido igualmente colonizadas mediante el nombramiento partidista de la dirección de RTVE, la aportación de dinero público a diferentes medio de comunicación, el control de las redes y la normativa pertinente para, con la excusa nunca aceptable en democracia de eliminar las noticias falsas, tener la opción de controlar cualquier medio de comunicación.

La mayoría de los españoles, la llamada mayoría silenciosa que lo es también en votos, contempla preocupada tanto desafuero, sin adivinar cuál es su finalidad y lo que es peor, sin saber qué camino tomar para, al menos, limitar esta peligrosa deriva.

Majestad, expuestas estas nuestras principales preocupaciones, al trasladárselas queremos dejar constancia en estos momentos difíciles para la Patria, que siempre estaremos a Su lado y podrá contar con nuestro apoyo y lealtad»

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