Bajas en la academia de Zaragoza y ‘fugas’ a mandos conjuntos: los motivos del déficit de cientos de oficiales en el Ejército de Tierra

El Mando de Personal reconoce el problema de la falta de tenientes coroneles y comandantes y ha elaborado un plan para reducir la brecha de 800 efectivos

Cadetes durante un desfile en la Academia General Militar de Zaragoza.
Cadetes durante un desfile en la Academia General Militar de Zaragoza.
  1. El documento no apunta las causas
  2. Diseño de las plantillas
  3. ‘Fugas’ de oficiales a mandos conjuntos
  4. Pase anticipado a la reserva
  5. Modelo de ingreso en la academia de Zaragoza
  6. Bajas de hasta 50 alumnos por promoción
  7. No ocurre en Marín ni en San Javier
  8. La nota de la EvAU, contra la vocación
  9. Conflictos con la Universidad de Zaragoza
  10. Más suspensos, repetidores y bajas
  11. Promociones rotas
  12. Cese del director del CUD
  13. Un grado específico
 
Alumnos de la Academia General Militar de Zaragoza realizando una prueba escrita.
Alumnos de la Academia General Militar de Zaragoza realizando una prueba escrita.

Al Ejército de Tierra le faltan oficiales. El Mando de Personal lo admite en un informe en el que cifra en 800 el déficit de oficiales en el curso 2022/2023, pero la situación se agravará hasta alcanzar los 900 en 2025/2026.

Así lo indica un informe que, tal y como contó Confidencial Digital, establece una serie de medidas para tratar de reducir lo antes posible la brecha entre el número de oficiales que tiene el Ejército de Tierra, y la plantilla objetivo fijada por el Ministerio de Defensa.

Faltan sobre todo tenientes coroneles y comandantes, y para intentar solventar este problema, el Ejército de Tierra va a acelerar los ascensos en ciertos empleos y promociones, y va a tratar de aumentar el número de ingresos en la Academia General Militar, de Zaragoza, para que al final de los años de formación las promociones sean más numerosas y los nuevos tenientes vayan cubriendo los huecos que hay en los empleos superiores.

El documento no apunta las causas

¿Cómo se ha llegado a acumular un déficit de cientos de oficiales? ¿Qué causas provocan esta situación que ha empujado al Ejército de Tierra a diseñar un plan con medidas excepcionales para solventar este problema?

El documento del Mando de Personal no identificaba las causas de este fenómeno.

Pero ECD ha contactado con distintos oficiales generales y oficiales, que tienen o han tenido distintas responsabilidades en la estructura militar y que tienen o tuvieron conocimiento directo de esta situación.

Diseño de las plantillas

Las fuentes consultadas, muy diversas, coinciden en el diagnóstico y las causas que han provocado la falta de oficiales que ha encendido las alarmas en el Ejército de Tierra. Es un problema, insisten, que viene de lejos, y que lleva años motivando que mandos de Tierra eleven informes para tratar de solucionar este “agujero”.

Generales y oficiales apuntan como una de las debilidades el sistema de definición de las plantillas objetivo, que se diseñan para varios años.

La Dirección General de Personal del Ministerio de Defensa estudia las previsiones y necesidades de efectivos en todos los ejércitos, cuerpos y escalas de las Fuerzas Armadas, y junto con los ejércitos y la Armada decide esas plantillas.

 

Las fuentes consultadas admiten que es un proceso muy complejo, ya que en parte supone “ir a ciegas”, y cualquier cambio altera el equilibrio y las previsiones sobre la evolución del número de militares.

Pero también hay ciertas críticas, que se resume en que “nos fijaron una plantilla objetivo sin tener en cuenta las necesidades”.

Diferentes mandos militares explican que, lamentablemente, se definen las plantillas objetivo de acuerdo con la disponibilidad económica del Ministerio de Defensa, según la financiación que recibe y que prevé recibir de los Presupuestos Generales de Estado.

Es decir, la plantilla se fija con ese criterio económico, y posteriormente se toman medidas para ajustar las necesidades a esa plantilla. Muchos militares señalan que debería ser al revés: se tendría que estudiar primero qué necesidades de personal tienen las Fuerzas Armadas, y en base a ese estudio, definir las plantillas.

El sistema actual, critican, provoca que se den bandazos según la coyuntura económica.

‘Fugas’ de oficiales a mandos conjuntos

Relacionado con este primer punto estaría un segundo motivo: la creación de mandos conjuntos.

Desde hace años se ha ido aumentando la estructura conjunta de las Fuerzas Armadas, es decir, aquella en la que participan militares de Tierra, Armada y Aire, incluso de los Cuerpos Comunes.

Esta estructura conjunta suele integrarse o depender del Estado Mayor de la Defensa, que en los últimos años ha creado mandos como el Mando Conjunto de Operaciones Especiales (MCOE) y el Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE), ambos ubicados en la base de Retamares, al oeste de Madrid.

Actualmente los ejércitos tienen ‘cedidos’ en las estructuras conjuntas el 12% de sus oficiales. Es un porcentaje que obliga a Tierra, Armada y Aire.

“Se crearon los mandos conjuntos, pero no se aumentaron las plantillas”, lamentan fuentes consultadas por ECD.

Por ejemplo, al Mando Conjunto de Operaciones Especiales se destinó a un buen número de oficiales de las distintas unidades de Operaciones Especiales de Tierra, Armada y Aire. “El MCOE se creó quitando personal de esas unidades”, apuntan, pero a cambio no se aumentó la plantilla.

Todas estas estructuras conjuntas han ido creciendo. A ellas se añaden los destinos en el extranjero, de representación de España en organizaciones militares internacionales, en agregadurías de Defensa, en mandos de operaciones multinacionales... que también se cubren con generales, oficiales y suboficiales de los ejércitos y la Armada.

Esto provoca una ‘fuga’ principalmente de tenientes coroneles y comandantes, que en el Ejército de Tierra notan especialmente, en combinación con otras causas específicas. El caso es que “con los mismos tenientes coroneles y comandantes, hay que llenar más sillas”.

Pase anticipado a la reserva

Los oficiales del Ejército de Tierra no sólo se marchan a mandos conjuntos, cuarteles generales y destinos en el extranjero, fuera de la estructura de su propio ejército.

A la cifra actual de tenientes coroneles del Ejército de Tierra le faltarían, además, los oficiales que se marcharon a la reserva de forma anticipada.

Hace unos años se fomentó el pase a la reserva anticipada de tenientes coroneles y comandantes. Salieron unos cupos por promoción, que permitían marcharse a la reserva sin esperar a la edad establecida, de 58 años.

Se marcharon así tenientes coroneles de menos de 50 años, que de no haber sido por esta puerta abierta a la reserva anticipada, habrían seguido en el Ejército de Tierra más o menos hasta la actualidad, y estarían ahora dejando el servicio activo con 61 años.

Modelo de ingreso en la academia de Zaragoza

Las causas hasta ahora citadas se suman al gran problema, que todas las fuentes consultadas apuntan que está en la Academia General Militar, de Zaragoza, el centro docente donde se forman los nuevos oficiales del Ejército de Tierra.

Hace unos diez años se cambió el sistema de ingreso en la academia y el modelo de enseñanza en la misma.

Hasta entonces se entraba tras superar una oposición. Muchos aspirantes lo intentaban una, dos, hasta tres veces, pero sólo podían ingresar hasta los 21 años.

El cambio consistió en que el corte para ingresar en la Academia General Militar y formarse para llegar a ser teniente del Ejército de Tierra lo fijaba la nota obtenida por los aspirantes en la Selectividad, Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) o Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), las diferentes denominaciones de este examen.

Se fijaron notas de corte muy altas, pero en los primeros años de este sistema, no se exigía como requisito que los nuevos alumnos de la academia de Zaragoza hubieran estudiado Bachillerato de Ciencias, con asignaturas de Física y Química.

Bajas de hasta 50 alumnos por promoción

“Entraron muchos alumnos de Letras, pero en tercer y cuarto curso cayeron todos, menos uno”, recuerda un mando que conoce el fenómeno.

En las primeras dos o tres promociones de la Academia General Militar tras implantarse el nuevo sistema, de cada 200 alumnos que entraban, caían por el camino, es decir, se daban de baja antes de terminar la formación, unos 50. De este dato eran conocedores los Jefes de Estado Mayor del Ejército (JEME) sucesivos, y los responsables del Ministerio de Defensa.

Además, de esas primeras promociones, entre los que resistían comenzó a haber muchos repetidores, en torno a 30 no terminaban la formación en la academia de Zaragoza en cinco años, sino en seis, siete...

“Los miembros de esas promociones deberían ser ya comandantes, o estar ascendiendo a comandantes”, explican las fuentes consultadas por ECD. El problema es que a dichas promociones les faltan 50 o más integrantes, que no llegaron a obtener el despacho de teniente.

Se generó una situación anómala en el Ejército de Tierra. Generales y oficiales anteriores a este sistema indican que en su época el número de cadetes que ingresaban en Primer Curso era prácticamente igual al número de tenientes que salían cinco años después.

Uno de los consultados pone como ejemplo su promoción: ingresaron alrededor de 320-330 alumnos, y salieron cerca de 310 tenientes. “Pero ahora entran 300 y salen 200”, apunta a grandes rasgos.

No ocurre en Marín ni en San Javier

Las bajas masivas de los primeros años, de alrededor de 50, se contuvieron pasados los años, pero sigue habiendo un porcentaje alto de renuncias.

Es un problema que se da en la Academia General Militar, del Ejército de Tierra, en mucha mayor medida que en la Escuela Naval Militar (Marín, Pontevedra, donde se forman los oficiales de la Armada), y que en la Academia General del Aire (San Javier, Murcia, del Ejército del Aire).

El porcentaje de de renuncias (lo que se conoce como “nivel de atrición”) en estos centros rondaba el 2%-3%, mientras que en la academia de Zaragoza era en torno al 30%.

La nota de la EvAU, contra la vocación

Son varias las debilidades que los generales y oficiales consultados detectan en el sistema de formación de la Academia General Militar, y que provoca desde hace años tantas renuncias de alumnos.

Una de las críticas va dirigida contra el Grado en Ingeniería de Organización Industrial que estudian los alumnos de la academia. Al acabar su formación, los alumnos reciben el despacho de teniente, y el título de ingeniero industrial.

La implantación de la ingeniería en la academia de Zaragoza tiene detractores. “No tiene sentido que un teniente de Infantería o de Caballería estudie un Grado en Ingeniería”, sentencian algunos mandos.

Los mismos critican que el sistema actual supone una barrera para quienes tienen verdadera vocación militar, pero no alcanzan una nota excepcional en la EvAU, y al mismo tiempo facilita el acceso a alumnos sin esa vocación.

Con el sistema anterior, la oposición costaba un gran esfuerzo, y en ocasiones varios años de estudio y varios intentos hasta lograr ingresar.

“Con el nuevo sistema de ingreso, es sólo la nota de la EvAU, puedes probar suerte y, como no te ha costado esfuerzo, si no te gusta te vas a hacer un grado”, resumen oficiales consultados.

La nota de corte para ingresar en la academia de Zaragoza ronda el 12 y 13 sobre 14, una nota altísima que no alcanzan algunos alumnos de Bachillerato que quieren ser militares. Pero al mismo tiempo, sí ingresan alumnos con notas excelentes, que sin embargo luego no se adaptan al sistema propio de formación militar de la academia.

Por uno y otro lado, se dan ciertos factores que desgastan a los alumnos hasta que renuncian a mitad de la formación.

Conflictos con la Universidad de Zaragoza

Uno de los factores que, según distintos militares consultadas, provoca bajas en la academia es el Centro Universitario de la Defensa (CUD) de Zaragoza.

Las academias militares de oficiales están asociadas a universidades, para que imparten los grados universitarios que estudian los militares.

La Academia General del Aire, en San Javier (Murcia), está asociada con la Universidad Politécnica de Cartagena.

El Centro Universitario de la Defensa de la Escuela Naval Militar de Marín se encuentra adscrito a la Universidad de Vigo.

Los oficiales de los Cuerpos Comunes (Sanidad, Jurídico...) estudian en el Centro Universitario de la Defensa de la Academia Central de la Defensa, adscrito a la Universidad de Alcalá de Henares.

En el caso del Ejército de Tierra, el convenio de la Academia General Militar es con la Universidad de Zaragoza. La relación entre la academia y la universidad no ha sido todo lo fluida que era deseable en los últimos años.

Más suspensos, repetidores y bajas

Por un lado, mandos del Ejército apuntan que los profesores que imparten clases en el Centro Universitario de la Defensa de Zaragoza tienen peores condiciones laborales que los que propiamente trabajan en la Universidad de Zaragoza, en el campus de La Almunia de Doña Godina.

Eso provoca un alto grado de rotación de los profesores que enseñan a los oficiales de la academia, ya que en cuanto pueden se trasladan al campus civil. Incluso se habla de cierta “huelga de resistencia” de algunos profesores descontentos en el Centro Universitario de la Defensa.

El “pique” entre los alumnos civiles de la Universidad de Zaragoza y los cadetes de la academia se traslada a las notas. Fuentes internas del Ejército de Tierra asegura que en algunos casos, si se ponía un determinado porcentaje de suspensos en el campos civil, se ponía el mismo a los alumnos militares del CUD.

Eso iba a detrimento de los cadetes de la Academia General Militar, que habían entrado con notas mucho más altas (superior al 11, muchos años entre el 12 y el 13) que la nota de corte de la misma Ingeniería en la Universidad de Zaragoza (habitualmente entre el 6 y el 7). Es decir, que en principio habían entrado con mejor nivel de estudios en asignaturas de ciencias que luego estudiaban en el Grado.

Las mismas fuentes denuncian que incluso a algunos los alumnos que causan baja en la Academia General de Zaragoza se les ha sugerido la posibilidad de que terminen la carrera en la Universidad de Zaragoza, en la Escuela Superior de Ingeniería Industrial del campus de La Almunia de Doña Godina.

Promociones rotas

Todos estos elementos llevan años castigando y desgastando a los alumnos de la Academia General Militar: hay más suspensos, más alumnos que renuncian, y más repetidores que en las otras academias de oficiales de la Armada, el Ejército del Aire y los Cuerpos Comunes.

Además, lamentan algunos oficiales, se están ‘rompiendo’ las promociones. Antes, como se ha indicado, entraban 300 alumnos en Primer Curso, y cinco años después salían prácticamente los mismos 300, a la vez.

Ahora, cuando una promoción recibe los despachos de teniente, sus integrantes son una mezcla de distintas promociones: alumnos que han superado la formación en cinco años, con otros que entraron uno o dos años anteriores, pero repitieron curso, o les quedaron asignaturas por aprobar.

De igual forma, se van quedando por el camino alumnos que entraron con ellos en Primero, pero que aún les quedan asignaturas por aprobar, o alumnos que tiraron la toalla en Tercero o en Cuarto, o incluso antes, y que dejaron la academia para buscarse la vida en el mundo civil.

Todo esto va en detrimento de alumnos que, pese a tener vocación, ven que tienen que superar numerosos obstáculos para llegar a ser tenientes del Ejército de Tierra.

Cese del director del CUD

Los altos mandos consultados por ECD recuerdan que en el año 2019 la situación era tan complicada que el subsecretario de Defensa de entonces, Alejo de la Torre, llegó a relevar al director del Centro Universitario de la Defensa de Zaragoza.

El responsable era por entonces un catedrático de Matemáticas. Las quejas de los mandos del Ejército de Tierra habían ido creciendo, ya que entendían que mantenía una actitud contraria a la formación militar.

El Ministerio de Defensa cambió el convenio con la Universidad de Zaragoza, para poder cesar al director. Finalmente relevó a Antonio Elipe por Francisco José Gómez Ramos, que era un doctor ingeniero, pero también coronel en situación de servicios especiales y había dirigido la Escuela Politécnica Superior del Ejército de Tierra.

El nuevo director mostró una mejor sensibilidad para conciliar el Grado en Ingeniería y la formación militar, y poco a poco se fueron corrigiendo algunas de las disfunciones más graves.

Un grado específico

Desde hace años existen voces en el Ejército de Tierra que reclaman la creación de un grado universitario propio para sus oficiales. Se trataría de dejar de impartir Ingeniería de la Organización Industrial a los alumnos, para enseñarles con un programa formativo propio.

Hace unos meses, The Objective reveló la existencia de un plan del Ejército de Tierra para diseñar ese título universitario propio.

Esta idea ya la recogió en su libro ‘Rey servido y patria honrada’ el general de Ejército en la reserva Fernando Alejandre, quien fue Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) entre abril de 2017 y enero de 2020.

En el libro, el general Alejandre pide acometer cambios en profundidad en el modelo de formación de los militares, especialmente de los oficiales.

Quienes abogan por el grado específico para los militares señalan que en el modelo anterior, todos los alumnos de la Academia General Militar compartían sólo dos años, y a partir de Tercero se especializaban según el arma que eligiesen: Infantería, Caballería, Artillería... y se formaban en las academias propias (Toledo, Valladolid, Segovia).

Ahora, sin embargo, la formación común se mantiene cuatro años, y sólo el último los alféreces se especializan.

Todas estas críticas apuntan hacia la necesidad de replantear el modelo de enseñanza de los nuevos oficiales en el Ejército de Tierra.

Pocos saltos al sector privado

En los últimos años mucho se ha hablado de la “fuga de talento” de militares hacia grandes empresas, como Amazon, que valoran las capacidades de mando y liderazgo de los miembros de las Fuerzas Armadas.

Esto se da especialmente en la Armada y en el Ejército del Aire, este último hacia aerolíneas y empresas aeronáuticas que fichan a pilotos, con mejores sueldos.

Sin embargo, las fuentes del Ejército de Tierra consultadas por ECD aseguran que en su ámbito, los casos de oficiales que se marchan al sector privado son más anecdóticos, y no explican el problema actual de déficit de personal en la escala.

Academia General Militar de Zaragoza.
Academia General Militar de Zaragoza.

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