Se busca especialista en inteligencia militar para países de Oriente Medio donde hay tropas españolas

El CIFAS selecciona un experto que le asesore en asuntos no operativos: económicos, políticos, sociales...

Un militar ante varios carros blindados.
Un militar ante varios carros blindados.

El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) busca analistas civiles. Para complementar su equipo de personal militar, el Estado Mayor de la Defensa ha sacado a concurso público un contrato de “Servicio de desarrollo de tareas de análisis de inteligencia sobre Oriente Medio”, según ha podido comprobar Confidencial Digital.

Ya en 2019 el Estado Mayor de la Defensa puso en marcha una licitación similar, a la búsqueda de alguna empresa que le prestara “Servicios para desarrollar tareas de análisis de inteligencia”. En ese caso, el contrato se dividía en lotes por zonas o temáticas: 1) Oriente Medio; 2) Eurasia; 3) Cuerno de África; 4) Amenazas emergentes; 5) Área Yihadismo; 6) Internacional; 7) Osint (Open Source Intelligence, en español Inteligencia de Fuentes Abiertas); y 8) Especialista en amenazas a las FAS.

Ahora sin embargo el contrato está acotado sólo a Oriente Medio, con especificaciones muy concretas sobre por qué y para qué necesita la inteligencia militar los servicios de expertos en Oriente Medio.

Países de Oriente Medio donde hay tropas españolas

En la documentación de la licitación abierta recientemente por el Estado Mayor de la Defensa se indica que “la coyuntura internacional actual requiere contar con personal especializado en el área geográfica de Oriente Medio”, y precisa más al añadir que principalmente necesita analistas especializados en los países de Oriente Medio en los que haya tropas españolas desplegadas.

Actualmente las Fuerzas Armadas participan en varias misiones internacionales en esa zona: en Líbano, misión de la ONU desde 2006 para establecer un colchón en el sur del país entre Israel y la milicia chií de Hizbulá; en Irak, operación de la OTAN desde 2014 para adiestrar a las tropas iraquíes en su lucha contra los yihadistas del Daesh; y ya en las orillas de la región, en países colindantes, como en Afganistán con la OTAN para apoyar a sus fuerzas armadas y de seguridad, y en Turquía para proteger su espacio aéreo de la guerra civil en Siria con misiles Patriot, como miembro de la OTAN que es.

Asuntos no militares: políticos, económicos...

¿A qué se dedicará este analista (o analistas)? Prestará asesoramiento “en asuntos no estrictamente militares”, se indica en la documentación del contrato, sino “relacionados con aspectos económicos, políticos y sociales”.

El analista o la empresa de analistas que termine recibiendo la adjudicación de este contrato tendrá que encargarse de varias tareas. La primera de ellas será prestar “apoyo en la elaboración de los siguientes tipos de informes que se demandan a la unidad” (se entiende que al CIFAS):

-- Producción diaria de inteligencia.

-- Manuales de área.

 

-- Síntesis informativas.

-- Valoraciones de amenazas.

El contrato también contempla que elaboren “análisis relativos a aspectos políticos y socioculturales que afecten al área de interés de inteligencia”.

Formación a los militares que van de misión

Otra función destacada será la de participar en las tareas de formación del personal que despliega en Zona de Operaciones (ZO). Es habitual que durante el período de preparación en España para desplegarse en una misión en el exterior, los militares reciban charlas y clases para empaparse de la cultura local, entender la mentalidad de esa sociedad, comprender las posturas en conflicto, conocer las costumbres...

Además, el o los analistas habrán de cumplir otras tareas: colaboración en las relaciones bilaterales que se mantengan con otros organismos de inteligencia nacionales y/o extranjeros, participación en reuniones con organismos de inteligencia nacional e internacional, seguimiento continuo de la situación y acontecimientos en la zona geográfica adscrita a la unidad, colaboración en las relaciones bilaterales de inteligencia con otros países, apoyo a otras unidades de la unidad en la realización de sus cometidos, y ejecución de aquellas otras actividades que se precisen para el cumplimiento de los objetivos asignados al puesto de trabajo.

Experiencia en Líbano, Siria, Arabia Saudí, Irán...

Los pliegos de contratación fijan una serie de baremos y puntuaciones según los méritos (cualificación académica, experiencia profesional y conocimientos técnicos) que aporten los aspirantes a hacerse con este contrato de servicios para el Estado Mayor de la Defensa. Por ejemplo se indica que “se valorará la experiencia laboral desarrollada en algunos de los países del área de Oriente Medio”.

Si bien en un punto de similar redacción en el mismo documento sólo se cita como ejemplos Líbano a Irán, la lista es más amplia: Líbano, Siria, Jordania, Arabia Saudí e Irán. Se otorgan dos puntos por año acreditado, hasta un máximo de 20.

Se exige a los interesados que cuenten con una licenciatura o grado universitario en Derecho, o de materia similar suficientemente relacionada con el objeto del expediente, el análisis político, económico y cultural sobre Oriente Medio.

Además se valora que cuenten con estudios de postgrado en materia de seguridad internacional y/o inteligencia, que hayan tenido experiencia laboral en tareas “similares suficientemente relacionadas” con estas funciones, y que tengan un conocimiento profundo del idioma inglés que le habilite para su uso profesional y cotidiano (mínimo C1 o equivalente).

Deberán además contar con la habilitación de seguridad requerida: la HPS (NATO SECRET / Reservado Nacional).

La base de Retamares

El contrato durará un año, sin opción a prórroga. Terminará en abril de 2021, y el presupuesto para todo ese año a caballo entre la segunda mitad de 2020 y la primera de 2021 es de 60.499,20 euros.

El trabajo se realizará con carácter general en las instalaciones que el CIFAS tiene en la base de Retamares (en Pozuelo de Alarcón, al oeste de Madrid), si bien se apunta que este contrato puede requerir “desplazamientos con carácter puntual por necesidades del servicio a prestarse a los lugares de Territorio Nacional o del Extranjero que disponga el responsable del contrato”, es decir, el Estado Mayor de la Defensa del que depende el CIFAS.

Escasez de analistas

Fuentes militares consultadas por ECD señalan que no es inusual que el Estado Mayor de la Defensa tenga que recurrir a contratar servicios privados de analistas. El Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire tienen sus propios analistas, expertos en asuntos geoestratégicos y sobre los países en los que se realizan misiones, pero los tres ejércitos son muy “celosos” de ceder personal al Estado Mayor de la Defensa.

De ahí que este órgano sufra cierta escasez de analistas, así que tiene que recurrir a sacar a concurso la contratación externa de empresas de analistas para cumplir algunas funciones. Así lo ha hecho ahora, a la búsqueda de expertos que pongan sus conocimientos, experiencias y capacidad de análisis sobre Oriente Medio al servicio del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

Las tareas del CIFAS

El Real Decreto 521/2020, de 19 de mayo, por el que se establece la organización básica de las Fuerzas Armadas, aprobado por el Consejo de Ministros a propuesta de Margarita Robles define el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas como “el órgano responsable de facilitar a la persona titular del Ministerio de Defensa, a través del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, y a las autoridades militares, la inteligencia militar precisa para alertar sobre situaciones internacionales susceptibles de generar crisis que afecten a la defensa nacional, así como de prestar el apoyo necesario, en su ámbito, a las operaciones, sin perjuicio de las competencias del Centro Nacional de Inteligencia”.

Ese añadido de “sin perjuicio de las competencias del Centro Nacional de Inteligencia” supone una novedad que remarca que también el CNI tiene competencias en este ámbito de la inteligencia militar y de defensa nacional, si bien se señala en el mismo decreto que “el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas es el único organismo que asesora en materia de inteligencia militar en el nivel estratégico y forma parte de la comunidad de inteligencia”.

Además, el CIFAS también “asesora al Jefe de Estado Mayor de la Defensa y a los Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos en materia de contrainteligencia militar y seguridad en la estructura orgánica de las Fuerzas Armadas. Contribuye al asesoramiento del Jefe de Estado Mayor de la Defensa en el nivel estratégico de las operaciones militares”.

Este centro de inteligencia militar se creó en 2004, con José Bono como ministro de Defensa. Se formó a partir de la antigua división de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa, y tenía como objetivo centralizar, o al menos coordinar, el trabajo de inteligencia que realizaban los órganos propios que tenía cada uno de los tres ejércitos: el Centro de Seguridad del Ejército de Tierra (CESEGET), la Sección de Seguridad Naval Central (SSN) de la Armada y la Dirección de Seguridad y Protección de la Fuerza del Ejército del Aire.

Una de las principales misiones que ha ido asumiendo el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas es la protección de las tropas españolas en misiones en el extranjero, que en muchas ocasiones se desarrollan en entornos hostiles. Es uno de los objetivos prioritarios, junto a la inteligencia interna, como por ejemplo la contrainteligencia y el control de las asociaciones profesionales de militares.

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