Ceses, despidos y traslados de los colaboradores de la jefa de Personal del Gómez Ulla cesada

Trabajadores denuncian una “purga” desde marzo con los más cercanos a la teniente coronel que dirigía el departamento

Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.
Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.

El cese de la jefa de Personal del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla no fue un movimiento aislado. Antes y después de esta decisión, gran parte del equipo de ese departamento ha sido despedido o cambiado de funciones dentro del hospital.

ECD contó a principios de mayo que el Ministerio de Defensa había cesado a la teniente coronel Ruth Obregón, jefa de Personal del Gómez Ulla, el hospital militar de Madrid.

Días después en estas mismas páginas se contó que se había abierto una investigación sobre determinadas actuaciones de esta responsable de recursos humanos, para ver si pudiera haber habido irregularidades disciplinarias o penales en su gestión.

Confidencial Digital ha podido saber que el cese de Obregón no supuso simplemente la sustitución de una jefa de Personal por otra miembro del Gómez Ulla, Eva Gálvez. En los últimos meses han sido apartadas del Departamento de Personal en torno a una quincena de personas, de la veintena que formaba ese departamento.

Ruth Obregón no fue cesada formalmente hasta mayo, pero ya a finales de febrero le fue retirado el mando de Personal del Hospital Central de la Defensa. Fue enviada en comisión de servicio a la Inspección General de Sanidad.

Fuentes internas del hospital aseguran que a raíz de esa comisión de servicio, los responsables del hospital empezaron a desmantelar todo el equipo del Departamento de Personal que trabajaba con la teniente coronel jefa del mismo.

ECD trató de recabar una versión sobre estos hechos del general jefe del Hospital Central de la Defensa, que se limitó a señalar que toda consulta debía ir dirigida al Ministerio de Defensa. Al cierre de esta edición, desde el ministerio no se había recibido respuesta sobre este asunto.

Una soldado y más de una decena de civiles

Ese desmantelamiento ha sido, a juicio de varios de los afectados, una auténtica “purga” contra los colaboradores más cercanos a la teniente coronel cesada.

La mayoría de los afectados son civiles, aunque también fue cesada -ya en marzo- una soldado de Tropa profesional, de Artillería, que había sido ubicada en el Hospital Gómez Ulla por el Observatorio Militar para la Igualdad entre Hombres y Mujeres en las Fuerzas Armadas a cuenta de una denuncia que ganó por acoso laboral en su unidad de procedencia. Dicha soldado, que ejercía de secretaria de la jefa de Personal, se encuentra en situación de disponible a la espera de otro destino.

 

También de las primeras en caer fue la jefa de gestión de personal. En su caso se trata de una civil que ha sido destinada al laboratorio del hospital, “a meter datos de resultados de análisis de sangre”.

Fuentes conocedoras de estos casos coinciden en señalar que muchos de los miembros del Departamento de Personal que trabajaron con Ruth Obregón han sido enviados a otros puestos en el hospital muy por debajo de su competencia, o con condiciones laborales mucho peores, o incluso a tareas para las que sus condiciones físicas no les permiten trabajar en las mejores condiciones.

Cambios de funciones

Una vez que se formalizó el cese de la teniente coronel, los cambios de destino y ceses se aceleraron.

Por ejemplo, la jefa del negociado de nóminas fue trasladada a otra oficina con menos categoría, y se encuentra de baja médica por causas laborales. Otros afectados también están de baja médica, denuncian fuentes cercanas a los mismos.

Es el caso del responsable de retribuciones de atención continuada, que fue trasladado a Lavandería pero que está de baja.

Un ordenanza responsable del archivo de documentación fue enviado a Servicios Generales, “pero con un perjuicio sustancial en sus condiciones de trabajo, ya que ha pasado a trabajar los fines de semana”.

Otro civil ha pasado de la secretaría del Departamento de Personal a Mantenimiento, mientras que una trabajadora estatutaria de la oficina de Relaciones Laborales fue enviada a planta como celadora asistencial. Compañeros suyos denuncian que tiene una lesión en las vértebras, y que no puede realizar el esfuerzo físico que exige el trabajo de celador, como puede ser mover camas. Se encuentra también de baja, mientras que otra civol ha sido enviada a la parte de rehabilitación a hacer sustituciones.

Psicólogas, subdirectoras de Enfermería...

Tres psicólogas que se dedicaban a tareas de selección y examen del personal a contratar también se han visto afectadas por lo que algunos afectados y personas de su círculo cercano denominan “una caza de brujas” contra todos aquellos que trabajaron y tenían buena relación con la jefa de Personal cesada. De las tres psicólogas, una ya no trabaja en el hospital (algunas fuentes apuntan que habría sido despedida), y las dos han sido reubicadas en Citaciones, con contratos más cortos a los que tenían, ahora sólo hasta enero.

También se armó revuelo con el ceses de las tres subdirectoras de Enfermería, hace algunos meses, que provocó la reacción de algunos sindicatos al considerar que no estaban justificados.

Junto a personas que trabajan en el Departamento de Personal bajo el mando de Ruth Obregón, también han sido apartadas, reubicadas o se han marchado otras personas cercanas a ella que trabajaban en otros departamentos, como en la Secretaría de Intervención Delegada, o la propia secretaria del director del hospital.

También señalan, por último, el caso de un par de celadores de admisión y del almacén de material sanitario, que también han sido trasladados de destino dentro del hospital.

Algunos afectados señalan que tantos cambios que se han producido en el Departamento de Personal, y que han afectado a casi todos los anteriores trabajadores del mismo (salvo algunas excepciones, como los de la oficina de contrataciones), explicarían polémicas como la de más de 300 contratos que se iban a firmar como “sin fecha de finalización” y tuvieron que ser corregidos semanas después para precisar que sólo durarán hasta principios de 2021.

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