Defensa financia una exposición para honrar a los militares que no se sublevaron con Franco

La muestra homenajea a 30 generales, almirantes y coroneles que se mantuvieron leales a la República y que después de la Guerra Civil fueron expulsados, encarcelados, ejecutados o se tuvieron que exiliar

Vicente Rojo Lluch.
Vicente Rojo Lluch.

El Ministerio de Defensa apoya la recuperación de la llamada “Memoria Histórica” relativa a la Guerra Civil. Lo hace con una exposición que lleva por título ‘Los leales. 30 militares de la República’, y que homenajea a generales y oficiales que no se sumaron a la sublevación del 18 de julio de 1936 y al bando que acabó liderando Franco dos meses y medio después.

La muestra la organiza la Fundación Pablo Iglesias, cuyo presidente es Santos Cerdán, secretario de Organización (número tres) del PSOE y en cuyo patronato figuran Pedro Sánchez y numerosos ministros, ex ministros y dirigentes socialistas: Félix Bolaños, Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Reyes Maroto, Adriana Lastra y José Félix Tezanos, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

De acuerdo con el díptico promocional de la exposición, la organizan la Fundación Pablo Iglesias y el Ministerio de Defensa, en este caso a través de la Secretaría General de Política de Defensa.

Además, en el mismo documento se indica que “esta actividad ha recibido una subvención de la Secretaría General de Política de Defensa del Ministerio de Defensa”, que dirige el almirante Juan Francisco Martínez Núñez.

Encarcelados, ejecutados, exiliados...

La exposición ‘Los leales. 30 militares de la República’ se puede ver en la Universidad de Alcalá de Henares, en este municipio madrileño, hasta el 21 de noviembre.

La Fundación Pablo Iglesias explica la muestra describe “el recorrido personal de 30 militares profesionales que mantuvieron su compromiso de lealtad hacia la República, sufriendo las consecuencias: cárcel, ejecución o exilio. Todos ellos fueron expulsados del Ejército, cayendo en un olvido que esta muestra pretende paliar”.

En esta exposición respaldada por el Ministerio de Defensa se intenta dejar claro que el apoyo de los militares a la sublevación “fue mayoritario pero no tan homogéneo y absoluto como a veces se da por hecho”.

En el díptico de la muestra se refleja que “las jefaturas de Estado Mayor de las Divisiones Orgánicas no tuvieron una fuerte implicación en la conspiración y la sublevación. De los nueve jefes divisionarios sólo cuatro participaron en la conspiración (ninguno en Marruecos), seis se sublevaron pero tres se opusieron. El 29 % de la oficialidad en activo no se sublevó, frente a un 36% que sí lo hizo. La diferencia la marcó el 35% restante que abandonó la zona republicana”.

De esta forma, hubo “un desequilibrio de más de tres a uno en cuadros de Estado Mayor en el territorio franquista, factor clave de su superioridad militar a lo largo de la guerra”.

 

Además, se destaca que “los militares que se mantuvieron en su posición anterior al golpe, sufrieron las consecuencias directas: algunos fueron juzgados y ejecutados. Otros fueron encarcelados o se marcharon al exilio al término de la guerra. Todos ellos, a pesar de su brillante trayectoria profesional, fueron expulsados del Ejército”.

Concluye que estos militares, “víctimas de la guerra y de la dictadura, cayeron en un olvido que esta exposición trata de paliar a través de 30 trayectorias representativas de todo un conjunto generacional”.

El teniente general Rojo, el coronel Casado...

Entre los recordados en esta exposición destaca el teniente general Vicente Rojo Lluch, jefe del Estado Mayor Central del Ministerio de Defensa Nacional durante la Guerra Civil y una de las principales figuras militares del bando republicano.

También se homenajea al almirante Miguel Buiza y Fernández Palacios, quien mandó la Flota Republicana durante el conflicto.

Rojo y Buiza se exiliaron al final de la guerra. Buiza acabó muriendo en Francia, pero Vicente Rojo sí regresó a España bajo la dictadura franquista, aunque fue procesado por “rebelión militar”.

Entre los “30 militares leales a la República” se ha incluido al general de Brigada de la Guardia Civil José Aranguren Roldán. Roldán era el general jefe de la Guardia Civil en Cataluña cuando se produjo la sublevación de julio de 1936. Se mantuvo del lado del gobierno republicano, y la Guardia Civil sofocó el alzamiento del general Goded.

Por mantenerse leal a la Segunda República y sofocar la sublevación en Barcelona, el general Roldán fue ejecutado en abril de 1939, después de que el ejército de Franco le detuviera en Valencia.

Otros homenajeados en esta exposición que ha subvencionado el Ministerio de Defensa son el general de División Miguel Núñez de Prado, que de Caballería pasó a la Aviación y fue fusilado en Zaragoza al intentar frenar la sublevación en esta ciudad; el general de Brigada Leopoldo Menéndez López, jefe del Ejército de Levante y de la Guardia Republicana de Manuel Azaña; el coronel Aureliano Álvarez-Coque, que destacó en la defensa de Madrid y murió exiliado en México; y el coronel Segismundo Casado, quien dio un golpe anticomunista en el bando republicano al final de la Guerra Civil para tratar de negociar con Franco una entrega de Madrid sin represalias.

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