Defensa compra 2.000 kilos de hidroxicloroquina, medicamento contra el coronavirus cuestionado por los científicos

Se está utilizando para tratar a los contagiados, pero varios experimentos apuntan que en algunos casos provoca problemas cardíacos. También lo tomaron dos enfermos chinos a los que se les oscureció la piel

Sanitarios militares en Ifema.
Sanitarios militares en Ifema.

Ministerios, gobiernos autonómicos, cuerpos policiales, servicios de salud, grandes empresas... se encuentran inmersos desde hace semanas en una carrera para adquirir medios de protección frente al coronavirus para sus funcionarios, personal sanitario, policías, militares y empleados de servicios esenciales.

Confidencial Digital ha podido saber que a estas compras se ha sumado la Inspección General de Sanidad de la Defensa. Si bien las Fuerzas Armadas están siendo clave en la importación de material (con envíos de aviones de transporte a recoger miles de kilos de carga) y también en la fabricación de mascarillas, gel desinfectante, medicamentos... también está cerrando contratos de suministro con empresas privadas.

La Inspección General de Sanidad de la Defensa es “el órgano al que le corresponde la planificación y desarrollo de la política sanitaria”, y además asesora a los órganos superiores del Ministerio de Defensa en materia de sanidad militar. Dependen funcionalmente de ella las direcciones de sanidad de los ejércitos, y controla también los hospitales militares.

200.000 euros en mascarillas

Este martes 21 de abril, la Inspección General de Sanidad de la Defensa adjudicó y formalizó con una empresa privada (Angelina Enviromental Spain) un contrato consistente en la “Adquisición de mascarillas de protección covid 19”.

El importe de adjudicación fue de 192.500 euros sin impuestos, por lo que en total supera los 200.000 euros.

Dichas mascarillas, en principio, irían destinadas al personal sanitario de las Fuerzas Armadas, médicos y enfermeros militares, que están teniendo un papel activo en la ‘Operación Balmis’.

Otras instancias de las Fuerzas Armadas, como el Ejército del Aire, también tienen en marcha contratos de suministro de mascarillas para dotar a sus efectivos.

Un medicamento discutido

También ha concertado acuerdos de suministro de medicamentos destinados a los pacientes infectados de coronavirus, pese a que también el Centro Militar de Farmacia está totalmente volcado en producir algunas de estas medicinas.

La empresa Mapbiopharma va a suministrar, por 338.000 euros (más IVA), un total de 2.000 kilogramos de “hidroxicloroquina sulfato USP41 COVID 19”.

 

Este medicamento habitualmente utilizado contra la malaria y el lupus comenzó a ser usado para tratar a pacientes infectados por el coronavirus, en España y en otros países a los que ha ido llegando la pandemia.

Sin embargo, en fechas recientes han ido apareciendo informes y estudios que apuntan que sus efectos no son tan beneficiosos, e incluso en algunos casos se ha asegurado que podría ser perjudicial. Se han hecho estudios en Estados Unidos, Brasil, Francia y China que han alertado de efectos secundarios, como problemas cardíacos.

Pero otras agencias sanitarias siguen recomendando el uso de este medicamento. La empresa farmacéutica suiza Novartis ha anunciado que va a realizar su propio experimento de la eficacia de la hidroxicloroquina para tratar a personas infectadas con el Covid-19.

La Agencia Europea del Medicamento publicó este jueves 23 un artículo en su web en el que recogen todos estos experimentos que señalan que la hidroxicloroquina podría tener efectos secundarios graves, por los problemas cardíacos, en algún caso incluso mortales, que conlleva su ingesta, especialmente si se combina con otros medicamentos.

También se está utilizando cloroquina, del que la hidroxicloroquina es un compuesto derivado. Ambos llevan tiempos sirviendo de tratamiento frente al lupus y la malaria.

La cloroquina ha dado algunos problemas llamativos. En China, dos pacientes han sufrido un cambio de coloración de piel a un tono muy oscuro tras tomar cloroquina.

Ribavirina y paracetamol

Otra compra, de menor cantidad, que ha concertado la Inspección General de Sanidad de la Defensa esta semana consiste en la “Adquisición de 100 kg de ribavirina COVID 19”, por 85.500 euros, a Siemsgluss Ibérica.

La ribavirina es un antiviral que también se está utilizando frente al coronavirus. Hasta ahora se utilizaba ante la hepatitis C, pero sus efectos contra el virus que asola buena parte del mundo actualmente ha llevado también al Centro Militar de Farmacia a producirlo.

El paracetamol es otro de los medicamentos que los médicos prescriben para combatir el virus, y como en el caso anterior, Defensa puso al Centro Militar de Farmacia a fabricarlo para evitar situaciones de desabastecimiento como ocurrió en Francia.

Pues bien: la Inspección General de Sanidad de la Defensa también ha formalizado un contrato, con Mallinckrodt Netherlands, por 55.560 euros (mas IVA) para adquirir “paracetamol en polvo denso designador CSABN COVI 19”.

Días antes, el 14 de abril, ya había acordado con Enteco Pharma la “Adquisición material embalaje pvc y aluminio blíster e/2 paracetamol 500 mg-covid19”, es decir, el material para empaquetar los comprimidos de paracetamol. El importe de adjudicación fue de 9.091,34 euros.

Alcohol desinfectante

Por 14.850 euros, la Inspección General de Sanidad de la Defensa va a adquirir 5.500 litros de etanol (alcohol), que según se indica también van destinados a la lucha contra el coronavirus. El alcohol es uno de los desinfectantes recomendados, tanto para la limpieza de superficies como para las manos, con el objetivo de eliminar posibles focos de contagio.

Quizás para transportar etanol u otros líquidos, otra compra del mismo organismo de Defensa consiste en la “Adquisición bidones jerrican 5 litros -Covid19-”, por 5.167,80 euros.

Un “jerrican” es un contenedor plástico para líquidos, con un asa para facilitar el transporte y con capacidad para unos 20 litros, normalmente.

Cabinas de análisis de muestras

Por último, cabe citar otro contrato de la Inspección General de Sanidad de la Defensa que, en este caso, tiene como objeto suministrar material concretamente al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, donde también desde hace semanas se atiende a muchos enfermos de coronavirus.

La inspección ha comprado “dos cabinas de seguridad biológica CSB-IIA, para procesamiento de muestras de SARS-2, una para microbiología y otra para análisis clínicos, del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla”. “SARS-2” es el nombre técnico del coronavirus.

El contrato lo ha firmado con Controltecnia Instrumentación Científica por 15.780 euros.

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