Defensa propone normalizar en los colegios la enseñanza del Islam para evitar la radicalización

Así estarían controlados los profesores y los contenidos y no se dejaría la instrucción en manos de imanes fundamentalistas

Operación contra el yihadismo en Ceuta.
Operación contra el yihadismo en Ceuta.

La radicalización de musulmanes hacia posiciones fundamentalistas, que puedan desembocar en la comisión de atentados terroristas, es una de las grandes amenazas que tratan de afrontar las Fuerzas de Seguridad y los servicios de información en España. En las mezquitas, en los barrios con importante presencia de musulmanes, incluso en las cárceles se trata de poner coto a la extensión de las ideas que vinculan el Islam con el odio a Occidente y la necesidad de recurrir a la violencia.

También en los colegios se ha tratado de poner el foco para prevenir y detectar derivas de jóvenes musulmanes hacia posiciones radicales y violentas.

Confidencial Digital ha podido consultar un documento reciente de un organismo del Ministerio de Defensa que aborda un aspecto relevante de ese punto clave de la lucha contra la radicalización islamista como es la educación.

General de Brigada, coronel y teniente coronel

Islam versus Yihad”: ese es el título de un informe recién publicado por el Instituto de Español de Estudios Estratégicos, organismo encuadrado orgánicamente en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), dependiente a su vez del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), que se dedica a “realizar los análisis de carácter estratégico necesarios para asesorar a las autoridades del Ministerio de Defensa en materias relativas a la Seguridad y a la Defensa” y a “mantener informada a la sociedad española de cuanto atañe a la preservación de sus libertades, de su bienestar y, en última instancia, de su Estado de Derecho”.

El documento ha sido elaborado por un grupo de trabajo presidido por Antonio Esteban López, general de brigada del Ejército de Tierra y jefe de estudios de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (ESFAS); coordinador por José Juan Tormo Benedicto, coronel del Ejército del Aire y miembro también de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, e integrado asimismo por Manuel González Hernández, teniente coronel del Ejército de Tierra y profesor del Departamento de Estrategia y Organización de la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra, Jorge Fuentelsaz Franganillo, periodista corresponsal delegado de la Agencia EFE en El Cairo, Salma Semmami, analista del Departamento Federal de Asuntos Exteriores de la Confederación Suiza, y Juan Cayón Peña, rector de la Universidad Antonio Nebrija de Madrid.

Este informe del IEEE, auténtico ‘think tank’ se estructura en cinco capítulos, que tratan de abordar aspectos concretos de la situación de la comunidad musulmana en España y en Europa, y los peligros de la radicalización: 1) La comunidad musulmana en la Unión Europea: situación y evolu-ción demográfica; 2) Vulnerables: la química de la radicalización, de la infancia a la adolescencia; 3) El salafismo yihadista: evolución, propaganda y disuasión; 4) La enseñanza del islam en España; y 5) La enseñanza del catolicismo en España.

¿A qué se debe ese último punto? Los autores del informe del Instituto Español de Estudios Estratégicos, editado y distribuido por el Ministerio de Defensa, abordan la cuestión del peligro de radicalización de los niños y jóvenes musulmanes en España analizando cómo reciben su formación religiosa en nuestro país, contraponiéndola a la asignatura de Religión Católica que de forma reglada se imparte, en distintas condiciones en colegios públicos, concertados y privados, en nuestro país.

Mezquitas ilegales, imanes sospechosos

Una de las conclusiones comienza señalando que “el proceso educativo es de vital importancia para el desarrollo de una sociedad. La educación de la juventud no puede dejarse en manos extrañas y ha de estar sometida a los pertinentes controles de calidad: metodología, contenidos y, sobre todo, formación del profesorado (aspecto éste de infinita importancia)”.

Sin embargo, apunta, “en la actualidad el islam se difunde y aprende en mezquitas (legales o no) donde, en muchos casos, individuos de escasa o nula formación, incierta procedencia y dudosas intenciones se autoproclaman imanes que se arrogan la infalible interpretación de la palabra de Alá”.

 

Ante ese problema, la conclusión propuesta por el grupo de trabajo integrado por tres civiles junto a un general de Brigada, un coronel y un teniente coronel es realizar cambios en el sistema educativo español de forma que la enseñanza del Islam a los niños y jóvenes se asemeje a la enseñanza de la asignatura de Religión Católica.

“No basta con introducir un número, más o menos relevante, de clases de religión islámica y misión cumplida. Hay que definir las asignaturas, elaborar cuidadosamente los contenidos, determinar los criterios pedagógicos para los docentes y controlar con extremo cuidado y esmero la selección y desempeño de los profesores. La delegación de estos asuntos en instituciones y asociaciones poco fiables o, peor aún, dejarlo en manos de otros países, no es la solución y los resultados están a la vista: creciente déficit de integración y consecuente radicalización”, destaca la analista del Departamento Federal de Asuntos Exteriores de la Confederación Suiza, Salma Semmami.

El modelo: la asignatura de Religión

La propuesta que recoge el documento del ‘think tank’ de Defensa parte de reconocer que “en nuestro país la enseñanza del catolicismo se encuentra consolidada sobre la base de unos parámetros que le otorgan una cierta solidez y rigor”. Y llega a la conclusión de que el modelo de la asignatura de Religión Católica, “con las adaptaciones oportunas, podría ser una buena referencia para gestionar la enseñanza del islam”.

Frente a la situación actual de que muchos jóvenes musulmanes reciban su formación religiosa en mezquitas, a veces ilegales, sin control alguno de sus contenidos y por parte de “individuos de escasa o nula formación, incierta procedencia y dudosas intenciones”, el modelo de Religión Católica ofrece garantías de dar formación religiosa garantizando que se difundan ideas extremistas.

En el caso de las clases de Religión Católica en los colegios, según el documento del Instituto Español de Estudios Estratégicos el valor de su modelo se basa en que es “una enseñanza reglada (existe un marco legal de referencia), institucionalizada (se imparte sobre la base de determinados acuerdos o conciertos), controlada (sometida a la auditoria de la propia Iglesia y a los controles de las administraciones competentes) y actualizada (acorde con las normas, usos y costumbres del momento presente)”.

Es más, en el capítulo dedicado a exponer ese modelo de enseñanza del catolicismo en las escuelas, se pone en valor que “difícilmente puede encontrarse entre las distintas confesiones religiosas existentes en la actualidad un mejor ejemplo de rigor y solidez en la consecución del nivel necesario para ser pastor o guía”, en lo que se refiere a los controles sobre los profesores.

“Y en lo que a radicalismo violento se refiere, como demuestran los hechos”, se indica en el informe sobre el caso de la formación católica, “dicho control ha sido suficiente para evitar la radicalización violenta que caracteriza otros credos”.

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