Defensa prueba un sistema para capturar drones que amenazan a las tropas españolas

Una empresa ha desarrollado un mecanismo que, en vez de derribar el aparato, lo engaña y lo atrae a una zona segura

Drone en vuelo en una misisón de vigilancia con videocámara instalada.
Drone en vuelo en una misisón de vigilancia con videocámara instalada.

Las Fuerzas Armadas buscan protegerse frente a la amenaza de drones enemigos. Y en ese marco se desarrolla el proyecto CONDOR, que tiene como objetivo proporcionar a las unidades militares españolas sistemas para neutralizar UAS/RPAS en operaciones.

Confidencial Digital ha podido conocer detalles de uno de los sistemas contra drones (llamados C-UAS/RPAS) seleccionados por la Subdirección General de Planificación, Tecnología e Innovación para la Fase II del proyecto CONDOR, que consistirá en la evaluación operativa de las propuestas diseñadas por distintas empresas en entornos operativos con unidades de las Fuerzas Armadas.

Se trata del sistema NFZRONE/ATENEA, desarrollado por la empresa Centum. Fuentes de esta empresa explican a ECD que su sistema antidrones se basa en técnicas de ‘spoofing GPS’, que consiste, básicamente, “en engañar al sistema de navegación del dron, suplantando las señales procedentes de la constelación de satélites GPS por las generadas en tierra por ATENEA”, el sistema antidrones.

“De esta manera, el dron cree estar en una posición distinta a la real, permitiendo dirigirlo a una zona de captura preestablecida”, explican desde Centum. Esta “captura electrónica” se realiza a través de síntesis de señal de navegación por satélite (Global Navigation Satellite System-GNSS).

La empresa que va a desarrollar uno de los sistemas que probarán las Fuerzas Armadas explica la diferencia de su propuesta: “Muchos de los sistemas antidrones actuales basan su neutralización en el bloqueo de las comunicaciones entre el dron y el operador, empleando un inhibidor de frecuencia. Cuando se activa esta contramedida, el dron puede aterrizar o puede volver al punto desde el que ha despegado (vuelta a casa). En ocasiones, este tipo de neutralización no es deseable por varios motivos: el dron puede caer de manera incontrolada encima de una concentración de gente, contra una infraestructura crítica o incluso alguna vivienda”.

De forma que con el sistema ATENEA consiguen “capturar el dron de una manera segura, tomando el control del sistema de navegación del dron y conduciéndolo a una zona de captura predefinida”, lo que reduce la posibilidad de daños colaterales provocados por contramedidas convencionales que buscan la neutralización de la amenaza. “Además, resulta muy útil recuperar el dron tras su neutralización debido a la información que se podría obtener mediante un análisis forense del aparato”, explican desde Centum.

Con la empresa que opta a la torre del nuevo 8x8

Las fuentes consultadas por ECD explican que se están desarrollando pruebas de integración de ATENEA, antes de iniciar pruebas de evaluación y experimentación en las distintas unidades de las Fuerzas Armadas.

La clave de este sistema es que va instalado en la estación de armamento de mando remoto instalado sobre vehículo táctico. Por cierto, que la empresa desarrolladora apunta que “no es necesario que ATENEA esté operada por técnicos de CENTUM. La idea es que cualquier operador (tras una breve formación) pueda usar ATENEA a través de una sencilla interfaz de usuario”.

Además de Centum, entra en juego una segunda empresa: la española Escribano, que cuenta con la Estación de Armas Remota Guardian 2.0. Se trata de la torre de armas que incluyen vehículos tácticos del Ejército de Tierra o de la Armadas, que funcionan de forma remota, es decir, no es necesario que sobre el vehículo se asome un militar para empuñar y disparar el sistema de armas, sino que se dirige desde dentro del vehículo.

 

Precisamente la torre Guardian 2.0 ha sido también seleccionada, por su parte, para el programa tecnológico del Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) Dragón 8x8, del Ejército de Tierra. Compite con la torre Mini-Typhoon de la israelí Rafael.

Necesidades de Tierra, Armada y Aire

Las Fuerzas Armadas contemplan la amenaza que suponen los drones, muchas veces de pequeño tamaño y peso, tanto para el tráfico aéreo como para unidades militares en zonas de operaciones, como ha ocurrido, por ejemplo, en la lucha contra los terroristas yihadistas del Daesh en Irak.

La documentación del contrato de integración del sistema anti-RPAS en la estación de armamento (la de Escribano) habla de que “las necesidades de sistemas C-RPAS llevan creciendo en los últimos años debido a la amenaza detectada ante elementos RPAS hostiles, este crecimiento transcurre en paralelo con los requerimientos operativos planteados por los Ejércitos y la Armada”.

Tres fases del proyecto CONDOR

A través del proyecto CONDOR, Defensa está potenciando que distintas empresas desarrollen sistemas adecuados a las necesidades de sus unidades ante la amenaza de esos drones hostiles.

En la primera fase se probaron en laboratorio las prestaciones de los sistemas participantes, con sistemas portátiles (como Proteus, de la empresa Engino, y Aeroscope, de DJI) y otros fijos.

Los sistemas que han sido seleccionados para la Fase II, como Atenea, se van a probar con unidades operativas de las Fuerzas Armadas. Después se realizarán los desarrollos de I+D necesarios para adaptar los sistemas C-RPAS a los requisitos de las unidades militares.

Por ejemplo, Centum cuenta con un contrato de un año para completar las pruebas de integración de Atenea en la Estación de Control Remoto (RWS-Remote Weapon System) Guardian 2.0, y las pruebas de evaluación y experimentación en las unidades de las Fuerzas Armadas.

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