Defensa se quedará seis meses sin satélites de observación terrestre

El Helios II dejará de estar operativo en diciembre. El sustituto francés CSO no estará disponible para España hasta el segundo semestre de 2022. Se busca un servicio alternativo

Satélite Helios.
Satélite Helios.

El Ministerio de Defensa busca una solución para proporcionar imágenes de satélite a las Fuerzas Armadas, porque durante varios meses de 2022 España dejará de recibir imágenes visuales e infrarrojas desde la atmósfera para uso militar.

La Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material del ministerio ha abierto un proceso de licitación para contratar con algún proveedor comercial el suministro de “imágenes de alta resolución” para las Fuerzas Armadas.

El presupuesto base de licitación es de 6.975.500 euros y el valor estimado del contrato asciende a 11.500.000 euros.

Sistema Espacial de Observación Terrestre

El objeto del contrato es el suministro comercial de imágenes “para proporcionar la capacidad SEOT”, es decir, de Sistema Espacial de Observación Terrestre, “que el Estado Mayor de la Defensa requiere al objeto de satisfacer las necesidades de las Fuerzas Armadas”.

Estas necesidades se producen “tanto dentro como fuera del territorio nacional, en concordancia con lo establecido en el Objetivo de Capacidades Militares (OCM) ciclo 2019-2024, y en el Plan Director de Sistemas Espaciales”.

Al detectarse esa necesidad, la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa activó a su Jefatura de Sistemas Satelitales y de Ciberdefensa, que elaboró los documentos con las necesidades a satisfacer, y a la Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material para licitar el contrato.

El ‘PAZ’ español y los ‘Helios’ franceses

El Ministerio de Defensa cuenta con varios sistemas satelitales que le suministran información de interés militar. El satélite ‘PAZ’, de fabricación española, proporciona imágenes radáricas, mientras que los satélites ‘Helios’, controlados por Francia, envían imágenes visuales e infrarrojas.

El problema para el que Defensa busca ahora soluciones es el final del funcionamiento del sistema ‘Helios’.

Nuevo sistema ‘CSO’

España mantiene un acuerdo con Francia por el que recibe imágenes del sistema ‘Helios’. El Ministerio de Defensa explica, en la documentación del contrato, que “la capacidad de observación óptica del Ministerio de los Ejércitos francés, se basa en reemplazar el sistema Helios II, a su fin de vida en diciembre de 2021, por la Componente Espacial Óptica (CSO)”.

 

El nuevo sistema ‘CSO’ estará formado por tres satélites: dos de ellos de alta resolución y un tercero de muy alta resolución.

Pero la capacidad completa de los tres satélites “estará disponible para terceros países posteriormente al fin de vida de Helios II”. Es decir, que España no podrá automáticamente recibir imágenes del ‘CSO’ cuando termine la vida operativa del ‘Helios II’.

Sin capacidad de observación desde el espacio

Así lo reconoce el departamento de Margarita Robles en los pliegos del contrato para  el suministro de imágenes de alta resolución destinadas las Fuerzas Armadas.

“Desde el año 2019 se comenzó a abordar la negociación para la potencial adhesión de España al Programa francés CSO”, señala Defensa, que añade que “sin embargo, se prevé un periodo de tiempo entre el fin de vida de Helios II (diciembre 2021) y la entrada en servicio para España de CSO (segundo semestre de 2022), en el que el Ministerio de Defensa carecerá de capacidad propia de observación de la Tierra desde el espacio”.

Es decir, que como mínimo durante seis meses las Fuerzas Armadas no recibirán de ningún satélite imágenes visuales e infrarrojas. Esa capacidad no la puede cubrir el satélite ‘PAZ’, que proporciona, como ya se ha indicado, imágenes radáricas.

De cualquier lugar del mundo

Ante esa carencia, Defensa ha optado por tratar de obtener por vías comercialesimágenes ópticas en la calidad y cantidad suficientes hasta la entrada en servicio para España de CSO”.

El ministerio define algunos requisitos que plantea a las empresas u organismos que se postulen para facilitar esas imágenes de satélite. En primer lugar, necesita tener acceso a “un archivo de imágenes globales de antigüedad inferior a un año, a razón de una media de 30 imágenes diarias de 50 km2, pudiendo oscilar estas entre 25 km2 (objetivos de muy alta resolución) y 100 km2 (objetivos de alta resolución)”.

También exige “derechos de programación prioritaria de cuatro imágenes diarias de las mismas características”, de forma que, además, sea posible “la obtención de nuevas imágenes de cualquier zona de la Tierra en un plazo máximo de 72 horas si la meteorología lo permite”.

Ese archivo de imágenes globales “permitirá la visualización del catálogo en línea, de manera que se pueda acceder a todas las imágenes disponibles en la biblioteca del adjudicatario en un formato optimizado para su visualización en pantalla con orto rectificación sobre la marcha”.

Para ajustarse a las necesidades militares, el ministerio exige que el servicio de imágenes permita ajustar topónimos y coordenadas geográficas para definir una zona de interés de Defensa, y obtener imágenes de ese área en concreto.

Al menos seis meses

El ‘Helios II’ termina su vida operativa en diciembre, y por ello España necesita recibir imágenes de satélite desde el 1 de enero de 2022. “El periodo de tiempo a cubrir será de al menos seis meses”, señala el ministerio.

Ese período será “renovable en los plazos adecuados hasta la entrada en operación del segmento terreno de CSO para España (CSO-UGSE), hasta un plazo máximo de un año”.

En principio, por tanto, el contrato de suministro de imágenes abarcará entre el 1 de enero de 2022 y el 30 de junio de 2022, y podrá ser prorrogado hasta como máximo el 31 de diciembre de 2022.

El CIFAS y el Ejército del Aire

España lleva tres décadas recibiendo información de interés militares gracias a los satélites franceses. “Desde su implantación en 1988, del sistema espacial de observación de la Tierra Helios I, y su sucesor Helios II, la capacidad de observación de la Tierra desde el espacio (SEOT) del Ministerio de Defensa, se ha venido desarrollando en el Centro de Sistemas Espaciales de Observación (CESAEROB)” del Ejército del Aire.

La Jefatura de Sistemas Satelitales y de Ciberdefensa remarca que “disponer de la adecuada capacidad SEOT”, la observación terrestre desde satélites, “se ha consolidado como una necesidad de información, tanto respecto al Territorio Nacional (TN) como en otros escenarios donde despliegan las Fuerzas Armadas, permitiendo disponer de imágenes del espectro óptico e infrarrojo, de cualquier lugar del mundo”.

Tras el sistema ‘Helios I’, llegó la generación de satélites ‘Helios II’, que opera Francia y tiene como colaboradores a países como Alemania, Italia, Grecia y Bélgica, además de España.

Este sistema consta de dos satélites que, según destaca Defensa, “han superado su vida prevista, aunque ambos satélites se encuentran operativos”.

Este sistema, el ‘Helios II’, “es el que actualmente proporciona la capacidad óptica a las Fuerzas Armadas, a través de la cadena operativa CIFAS-CESAEROB”.

Una de las misiones del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) es definir, en colaboración con el Estado Mayor Conjunto y el Mando Conjunto del Ciberespacio, “los requisitos operativos de los Sistemas de Observación de la Tierra por su impacto en Inteligencia de Imágenes”. El CIFAS es uno de los organismos que recibe imágenes de uso militar de los satélites de observación terrestre.

Por otro lado, el Centro de Sistemas Aeroespaciales de Observación (CESAEROB) del Ejército del Aire se dedica a “satisfacer, mediante el uso de Sistemas Aeroespaciales de Observación de la Tierra, las necesidades de información e inteligencia de las altas autoridades gubernamentales y de las Fuerzas Armadas, con el fin de apoyar las tomas de decisiones, llevar a cabo la valoración adecuada de riesgos y contribuir al ejercicio de la acción del Estado”.

La capacidad del ‘PAZ’

El uso de satélites para fines militares está provocando una ‘carrera espacial’ entre países, que en España afecta sobre todo a su rivalidad con Marruecos. El vecino del sur puso en órbita su propio satélite espía, el ‘Mohamed VI-A’.

Frente a ese avance, el inicio de la capacidad operativa del satélite español ‘PAZ’ reforzó la posición de España. En las Fuerzas Armadas se celebró la novedad que supuso contar con este satélite propio.

El ‘PAZ’, operado por Hisdesat, no sólo tiene fines militares, pero con su radar de apertura sintética proporciona un suministro importante de imágenes al Ministerio de Defensa.

La información enviada desde ese satélite ha resultado en el pasado clave en varios episodios que pudieron comprometer la seguridad de las tropas españolas desplegadas en misiones internacionales.

También suministra facilita “servicios especializados de valor añadido” en vigilancia marítima, cartografía de emergencias y vigilancia de infraestructuras.

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