El Ejército del Aire dedica 1,2 millones de euros a la ‘guerra electrónica’

Ha firmado un contrato de dos años con Indra para asegurar el buen funcionamiento del sistema y corregir averías

Caza F-18
Caza F-18.

El Ejército del Aire ha formalizado un contrato con la empresa Indra para el mantenimiento de su sistema de guerra electrónica por 1.210.000 euros. Se ocupará de mantenerlo el funcionamiento y reparar posibles averías.

La guerra electrónica incluye desde los radares hasta los sistemas de defensa ante ataques contra las instalaciones y vehículos, es decir, cualquier avión o sistema informático. Además proporciona la capacidad para realizar esos ataques.

Por tanto, el servicio que prestará Indra será el del mantenimiento preventivo, como por ejemplo, la sustitución de materiales consumibles por su uso o que deban ser cambiados obligatoriamente al utilizarlos.

El ajuste, la calibración y la puesta a punto de los sistemas también son parte del contrato, por lo que las reparaciones o mantenimiento correctivo para solucionar posibles averías están incluidas.

Y un detalle curioso: el control y gestión de obsolescencias. Indra deberá preveer qué materiales y equipos van a quedar anticuados, desfasados y fuera del mercado para ofrecer alternativas, reutilizaciones y soluciones con su respectiva ejecución si fuera solicitada.

¿Qué es la guerra electrónica...

Es, en pocas palabras, la utilización de aparatos electrónicas para impedir que otros utilicen esos aparatos. ¿Y qué hacen esos aparatos? No permiten que se emplee la energía electromagnética de forma hostil, si no que se mantiene su uso para el beneficio propio.

Y estas energías electromagnéticas no son otra cosa que la base para el funcionamiento de radares, la detección de tiro de las defensas antiaéreas o algo tan simple como las comunicaciones.

Los sistemas de guerra electrónica además permiten la localización de fuentes de esta energía o dicho de otra forma, localizar al "enemigo" e incluso impedir que este localice a los aliados.

Las contramedidas electromagnéticas son también parte de este tipo de guerra. Por ejemplo, los aviones de combate pueden liberar una serie de señales o energía electromagnética que les puede liberar de un ataque guiado con estas energías.

 

...y quién es Indra?

Es una empresa de origen español que opera en varios países alrededor del mundo y la principal empresa armamentística de España.

Ofrece servicios de consultoría sobre transporte, defensa, energía o telecomunicaciones y se encuentra, en concreto en el sector de la defensa, entre las cien más importantes del mundo.

En 2016 obtuvo ingresos por valor de 2.700 millones de euros​ y contaba con 34 mil empleados repartidos entre 46 países.

De una licitación de 550.000 euros a una formalización de 1.200.000 millones

Por contrato, la empresa debe disponer de todos los recursos necesarios, tanto materiales como humanos o de infraestructura para garantizar que los sistemas de guerra electrónica funcionen correctamente en todo momento.

Además cuando se presentó el contrato, solo Indra se ofreció para su licitación. Esto implica que la empresa haya podido pedir una cantidad de dinero superior a la presupuestada en su formalización según indican las especificaciones técnicas del contrato.

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