El Ejército del Aire diseña un plan estratégico para el espacio

Se alineará con las directrices del JEMAD. Recoge los cambios internos que debe acometer para adaptarse a las nuevas misiones en el dominio ultraterrestre

Aviones C-130 Hércules del Ala 31 del Ejército del Aire.
Aviones C-130 Hércules del Ala 31 del Ejército del Aire.

El Ejército del Aire se denomina oficialmente desde finales del mes de junio Ejército del Aire y del Espacio. El Consejo de Ministros aprobó por real decreto el nuevo nombre, que ya había utilizado en alguna ocasión la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Ya en los últimos años el Ejército del Aire había dado algunos pasos para prestar mayor atención al espacio. Prueba de ello fue la creación del Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE), por ejemplo.

Pero aún quedan pasos que dar para potenciar ese nuevo ámbito espacial dentro del Ejército del Aire. Para ello se va a aprobar una estrategia espacial.

Así lo indica el editorial del número de septiembre de la Revista Aeronáutica y Astronáutica, elaborada por el Ejército del Aire:

-- “Se ha aprobado una Estrategia Espacial del EA para potenciar e impulsar el desarrollo del ámbito espacial y que deberá estar alineado con el Plan Estratégico General que eventualmente publique el JEMAD. Esta estrategia recoge que, en el corto plazo, el EA deberá adaptar su organización a su nueva denominación y a las misiones y tareas que de ella se derivan”.

Liderar las capacidades espaciales

Desde el Cuartel General del Aire explican a Confidencial Digital que actualmente se encuentra en fase de aprobación un “Plan Estratégico Espacial del Ejército del Aire”.

Este documento está en línea con las directrices que apruebe el JEMAD, como se ha indicado, y servirá de guía a su vez para la elaboración de un Plan de Implantación de la capacidad espacial en el Ejército del Aire y del Espacio.

El Plan Estratégico Especial “fija el nivel de ambición” en este ámbito, y establece cuatro objetivos:

-- Dotar al Ejército del Aire de la capacidad para liderar una estructura operativa, dependiente del JEMAD, que integre y gestione eficientemente las capacidades espaciales de las Fuerzas Armadas y responda a sus necesidades.

 

-- Consolidar la capacidad de vigilancia y seguimiento espacial.

-- Reforzar la capacidad de obtención de información desde el espacio.

-- Disponer de la capacidad de mando y control espacial, como requisito necesario para la explotación segura del espacio como dominio operacional.

Más personal y más dinero

En el editorial de la Revista Aeronáutica y Astronáutica ya citado, el Ejército del Aire reclama que estos cambios en su estructura y misiones, al añadir como parte de su responsabilidad el espacio exterior, vayan acompañados de un aumento de presupuesto y de personal.

“Para dotar los organismos de próxima creación, garantizar la necesaria presencia en centros espaciales internacionales, alcanzar la capacitación operativa final del COVE [Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial] en 2023 y garantizar la provisión de servicios espaciales”, señala el editorial, “será necesario un incremento racional de recursos de personal, material y financiero, y en el medio-largo plazo, para adquirir la capacidad de generar los efectos en el espacio que determine el JEMAD para garantizar la libertad de acción de la Fuerza Conjunta”.

No es la primera vez que el Ejército del Aire utiliza su revista para lanzar mensajes de este tipo, reclamando que necesita un presupuesto mayor y más militares.

Sobre esta reorganización interna para adaptarse a las misiones relacionadas con el espacio, el Ejército del Aire avanza que deberá “crear las entidades necesarias en la estructura orgánica para la dirección, coordinación y gestión de recursos, cubrir las necesidades de personal que demandan las nuevas misiones, diseñar e implementar un plan que garantice la formación técnica del personal que realice tareas del ámbito espacial y liderar el desarrollo doctrinal en el ámbito de la defensa aeroespacial”.

Inteligencia y alerta antimisiles

Desde el Cuartel General del Aire destacan que “el segmento espacial se utiliza cada vez para fines comerciales, científicos, industriales, geoestratégicos y de seguridad y defensa, lo que hace necesario garantizar el acceso continuado a los servicios que se obtienen desde el espacio”.

En el ámbito concreto de la seguridad y la defensa, considera el Ejército del Aire que el uso de las capacidades espaciales en las operaciones militares es “crucial”, “al proporcionar servicios críticos únicos que hacen que el sector espacial sea un capacitador y multiplicador de la fuerza”.

Entre los servicios críticos únicos que aporta el espacio, cita los siguientes:

-- “La observación de la tierra es fundamental para el apoyo en caso de catástrofes naturales, e imprescindible para la conducción de las operaciones militares y la toma de decisiones”.

-- “La predicción meteorológica y el acceso a información oceanográfica son necesarias para el planeamiento de operaciones terrestres, marítimas y aeroespaciales”.

-- “La obtención de información desde el espacio resulta esencial en la elaboración de inteligencia sobre actividades en áreas de interés”.

-- “Las comunicaciones vía satélite son claves para el mando y control de las operaciones”.

-- “El posicionamiento, el apoyo a la navegación y el sincronismo de tiempo que proporcionan los sistemas satelitales como el GPS o el Galileo son imprescindibles para operar”.

-- “La alerta temprana frente al posible lanzamiento de misiles de largo alcance se ha convertido en una necesidad creciente frente a las amenazas actuales y futuras”.

Por ello, “la importancia del espacio hace que se deban establecer las estructuras adecuadas y obtener los recursos necesarios para asegurar la libertad de acción y la defensa de nuestros intereses el espacio”.

Primeros pasos

Con el objetivo de adaptarse a la importancia creciente del espacio, el Ejército del Aire ha ido desarrollando capacidades específicas en este dominio.

La experiencia espacial del Ejército del Aire comenzó en 1994, cuando creó el Centro de Sistemas Aeroespaciales de Observación (CESAEROB), unidad que satisface las necesidades de las Fuerzas Armadas y de organismos gubernamentales en este ámbito.

Desde hace 20 años, la Escuadrilla de Transmisiones nº 5, ubicada en la Base de Torrejón, proporciona desde hace dos décadas la capacidad SATCOM (comunicaciones por satélite) a los elementos de las Fuerzas Armadas que la requieren y, en particular, a aquellos que desempeñan sus misiones fuera de territorio nacional.

Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial

Un hito reciente y muy relevante fue la creación del Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE), en 2019.

La misión principal de este centro es la vigilancia y conocimiento de la situación espacial de interés y la provisión de servicios en apoyo a las operaciones de las Fuerzas Armadas. También proporciona otros servicios relacionados con el espacio y colabora con diferentes organismos civiles y militares, nacionales y extranjeros.

El Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial permite al comandante del Mando Operativo Aeroespacial (MOA), puesto que desempeña el jefe del Mando Aéreo de Combate (MACOM), ejercer la vigilancia del espacio ultraterrestre de interés como parte de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas subordinada al JEMAD.

El Ejército del Aire cuenta con una red de sensores, el principal de los cuales es el radar de vigilancia y seguimiento espacial S3TSR (Spanish Space Surveillance & Tracking Surveillance Radar) ubicado en la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla).

Este radar, de desarrollo nacional, proporciona al Ministerio de Defensa la capacidad de vigilancia y seguimiento espacial (SST) en órbita terrestre baja (LEO, Low Earth Orbit).

Curso de Operaciones Espaciales

En 2020 se creó dentro de la estructura orgánica del Ejército del Aire la Jefatura del Sistema de Vigilancia y Control Aeroespacial (JSVICA).

Su misión es dirigir, coordinar y evaluar las funciones del sistema de mando y control que posibilitan la vigilancia y el control del espacio aéreo y del espacio exterior, así como la conducción de las operaciones aéreas. Integra bajo su estructura el Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial.

A la creación de estas unidades se une, en el Ejército del Aire, el Curso de Introducción a las Operaciones Espaciales que desde hace años se imparte en la Escuela de Técnicas Aeronáuticas (ESTAER), entre otras medidas para formar al personal en las academias y centros docentes militares del Aire.

También destaca el Cuartel General del Aire “la presencia de nuestros aviadores en estructuras internacionales, actividades todas ellas que contribuyen al éxito en el cumplimiento de las misiones asignadas y a prepararnos para asumir mayores responsabilidades”, en el marco del nuevo ámbito espacial.

El Ejército del Aire y del Espacio continuará evolucionando para liderar el mando y control de las operaciones aeroespaciales, y coordinar la incorporación de aquellas capacidades específicas y conjuntas que se consideren para cumplir sus cometidos, según el nivel de ambición establecido por el JEMAD, incluyendo las necesidades de recursos e infraestructura asociadas .

Ejemplos de la OTAN

El cambio de denominación oficial a Ejército del Aire y del Espacio ha sido un punto simbólico de inflexión en esta evolución. El Cuartel General del Aire señala que “en el nivel político-estratégico, se reconoce desde hace tiempo la necesidad de afrontar la seguridad del espacio aéreo y ultraterrestre de manera unificada”.

En cuanto a la dimensión militar, “la doctrina nacional e internacional establece el requisito de que la seguridad en el espacio aéreo y ultraterrestre sea convenientemente coordinada al considerar al ámbito aeroespacial como un ámbito físico continuo”.

Como ya indicaba en el editorial de su revista, destaca que “el Ejército del Aire y del Espacio debe asumir el papel de liderazgo en el mando y control, y en la coordinación de las capacidades y necesidades espaciales conjuntas, así como de representante del Ministerio de Defensa en la futura Agencia Española del Espacio, cuyo objetivo es garantizar el desarrollo y ejecución de una política espacial nacional”.

En los últimos años, organizaciones internacionales y países aliados han ido creando estructuras militares espaciales.

La OTAN aprobó en 2019 su “Overarching NATO Space Policy” y declaró el Espacio como dominio operacional. En 2020 creó el “NATO Space Centre” (NSC), situándolo en las instalaciones del Allied Air Command (AIRCOM), en Ramstein (Alemania).

Por su parte, la Unión Europea ha abierto el proceso para aprobar una Estrategia Espacial de Seguridad y Defensa.

Francia es el modelo más cercano, ya que modificó el nombre de “l’Armée de l’air” por “l’Armée de l’air et de l’espace” (AAE), integrando en su estructura orgánica un Mando Espacial o “Commandement de l’espace” (CDE).

Alemania ha creado recientemente el Mando Espacial de las Fuerzas Armadas, encuadrado orgánicamente en la Luftwaffe.

En Estados Unidos, la la fuerza espacial se ha constituido como un servicio independiente de las fuerzas armadas, aunque dependiendo del departamento de la Fuerza Aérea para asegurar sinergias organizativas y operativas.

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