El Ejército del Aire, a sus militares: hay que comunicar mejor para conseguir más dinero

La discreción suele ser uno de los valores militares que con más empeño se inculcan, pero ahora el Ejército del Aire se propone equilibrarlo con la necesidad de comunicar y dar a conocer el trabajo diario de sus integrantes, con un objetivo de fondo: que los españoles valoren mejor la labor de los aviadores, y vean con mejores ojos el gasto público en las Fuerzas Armadas.

El mensaje se ha incluido en el número 899 de la Revista Aeronáutica y Astronáutica, correspondiente a enero y febrero de 2021. Los contenidos de esta publicación son responsabilidad del Instituto de Historia y Cultura Aeronáutica, adscrito al Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire, del Cuartel General del Ejército de Aire.

En la página 3 de esta revista se incluye siempre un editorial, que es significativa porque es la revista es la principal publicación oficial del Ejército del Aire, y por tanto sus mensajes van en la línea del Cuartel General y el Estado Mayor del Aire.

El titular del editorial de este último número de la Revista Aeronáutica y Astronáutica es “Las misiones del EA para la seguridad y bienestar de los españoles: 24/7, también en tiempos de COVID”, y aunque hace cierto balance del año 2020 y de los cambios profundos que la crisis sanitaria ha impuesto en la actividad del Ejército del Aire, el texto apunta enseguida en otra dirección: la necesidad de comunicar más y mejor.

Dar a conocer lo que Aire hace por España

La revista del Ejército del Aire, que en su mayoría tiene como lectores a militares de este ejército, remarca en su editorial que “es necesario entender la importancia que tiene dar a conocer, tanto a la sociedad en general como a quienes formamos parte del EA [Ejército del Aire], todo lo que la Fuerza Aérea supone para la seguridad y el bienestar de España y lo que puede aportar a las organizaciones de paz y seguridad a las que pertenecemos”.

A renglón seguido se puntualiza que ese esfuerzo de los militares del Aire por comunicar debe, eso sí, ser “compatible con la discreción y la humildad que caracteriza el cumplimiento de nuestra labor diaria”.

En ese equilibrio, el editorial de la Revista Aeronáutica y Astronáutica señala que los efectivos del Ejército del Aire tienen que dar a conocer “la necesidad e importancia de nuestras misiones”, para así conseguir “que los españoles conozcan en detalle a qué nos dedicamos y la vocación de servicio que inspira nuestra labor diaria”.

Todo esto no es un comentario de pasada, sino una reflexión que parece que el Cuartel General del Aire quiere que cale en todos los militares encuadrados en su ejército.

“Debemos transmitir el esfuerzo que empeñamos en la ejecución de nuestras misiones permanentes, como la vigilancia y control del espacio aéreo y la vigilancia espacial”, asevera, y también “tenemos que explicar también cómo mantenemos el nivel de adiestramiento que nos permite contribuir a la defensa de España y el trabajo que llevamos a cabo fuera de nuestras fronteras, en misiones internacionales, aportando unas capacidades altamente especializadas y muy apreciadas por nuestros socios y aliados”.

La labor de comunicación hacia la sociedad debe tratar de destacar esas misiones de vigilancia y control del espacio aéreo, o por ejemplo la de policía aérea en las fronteras de la OTAN, como Rumanía y antes del Báltico.

Pero tampoco deben olvidar los militares, en ese empeño de comunicación, que realizan otras tareas: “Contribuimos diariamente a la acción del estado, colaborando en la lucha contraincendios, proporcionando el servicio de búsqueda y salvamento en las zonas de responsabilidad del Estado español, con aeroevacuaciones, aerotransportes en casos de catástrofes, etc., y como venimos haciendo desde marzo pasado, poniendo nuestro grano de arena en la lucha contra el Covid”.

Objetivo: más apoyo al gasto militar

El fin de estas consignas para dar a conocer a la sociedad lo que hace el Ejército del Aire no es simplemente el mero hecho de que se valore y reconozca su trabajo. El editorial de la revista admite otro objetivo, más de fondo:

-- “Compartir con la sociedad la importancia de nuestras misiones ayudará a encontrar el apoyo necesario para planificar y obtener los recursos financieros, de material y de personal que son necesarios para que España siga contando con una fuerza aeroespacial moderna y eficaz, recursos que además contribuyen al progreso social, económico e industrial de nuestro país”.

Es decir: el Ejército del Aire quiere movilizar a todos sus militares para que se esfuercen dar a conocer su trabajo ante la sociedad, para que así los ciudadanos vean con buenos ojos el gasto que se destina a las Fuerzas Armadas, en general, y al Aire en particular.

Toque de atención en la ‘Operación Balmis’

El Ejército del Aire cuenta con unos 20.000 militares, una cifra similar a la de la Armada, mientras que el Ejército de Tierra supera los 75.000. Su Jefe del Estado Mayor se ha quejado de carencias de personal, pero el principal reto es tecnológico, de material, y sus programas de compra armamento -la adquisición de aeronaves, como pueden ser los cazas Eurofighter- y de mantenimiento son notablemente costosos, como ocurre en la Armada con los buques.

De ahí que la preocupación de los mandos del Aire con las restricciones presupuestarias sea constante desde hace años.

Ya en el mes de abril, precisamente también el editorial de la Revista Aeronáutica y Astronáutica dejaba caer que la ‘Operación Balmis’ podría tener a la larga una consecuencia favorable para las Fuerzas Armadas: “Hará pensar a nuestra sociedad en la importancia de que nuestras FF. AA. tengan los recursos de personal y material adecuados para poder estar siempre en las condiciones necesarias para defender a España y a los españoles cada vez que se necesite”.

Es decir, se mostraba optimista ante la posibilidad de que los españoles se replantearan si las Fuerzas Armadas necesitan estar mejor dotadas de personal y material, y por tanto, mejor financiadas.

También en años anteriores, el Ministerio de Defensa ha planteado en documentos y planes de subvenciones su pretensión de que en las encuestas de opinión sobre las Fuerzas Armadas aumente el número de ciudadanos que consideran “insuficiente” el dinero público que se destina a la defensa militar de España.