El ejército desarrolla una inyección para frenar epidemias como la del ébola
El Centro Militar de Farmacia ha probado con éxito una solución de ribavirina ante fiebres hemorrágicas víricas que podrían entrar a España por el turismo, la inmigración y las armas biológicas
Las Fuerzas Armadas toman la iniciativa para tener medidas previstas ante una epidemia de fiebres hemorrágicas víricas en España. La respuesta ante los casos de ébola de 2014 fue también militar, ya que se utilizó un Hércules C-130 del Ejército del Aire para repatriar a un misionero español contagiado; y con posterioridad se preparó el Hospital Militar Gómez-Ulla de Madrid como centro de referencia frente a esta epidemia.
Cinco años después, un organismo del Ministerio de Defensa ha experimentado con resultados satisfactorios una solución que, mediante inyección, serviría como tratamiento de urgencia frente a agentes víricos altamente infecciosos, incluidas las fiebres hemorrágicas víricas que incluyen el ébola, así como el dengue, la fiebre de Crimea-Congo y otras enfermedades.
Así lo explican dos capitanes farmacéuticos y cinco técnicos superiores del Centro Militar de Farmacia de la Defensa, con sede en Colmenar Viejo (Madrid), en un artículo publicado en ‘Sanidad Militar’, la revista de sanidad de las Fuerzas Armadas.
Solución inyectable
El experimento partió de la constatación de que “ante la necesidad de un tratamiento de urgencia frente a los agentes víricos anteriormente citados, la administración intravenosa se configura como la vía más adecuada de administración, no disponiéndose en la actualidad de una forma farmacéutica inyectable comercializada en España”.
Por ello, consideraron desde el Centro Militar de Farmacia de la Defensa, “el desarrollo y obtención de una solución inyectable de ribavirina daría lugar a la cobertura de una necesidad terapéutica”.
Recurrieron a la rivavirina, un nucleósido sintético de la guanosina, que “se ha planteado como posible contramedida frente a las fiebres hemorrágicas” antes mencionadas. “Se trata de un antivírico de amplio espectro que in vitro se muestra activo frente a DNA y RNA vírico, mediante una inhibición de su replicación”, explican los autores del experimento, que señalan que sin embargo el mecanismo de acción concreto de la rivavirina es una incógnita.
Interés estratégico de defensa y seguridad pública
Por tanto, se pusieron como objetivo desarrollar una solución inyectable de ribavirina de 100 mg/ml en ampollas, “para su uso como tratamiento de urgencia frente agentes víricos altamente infecciosos”, ya que se considera que sería “una terapia de interés estratégico en materia de defensa, seguridad y salud pública”.
Los farmacéuticos militares probaron dos tipo de solución de ribavirina en ampollas de 5 ml de vidrio transparente, cerradas, con banda autorrompible y estériles, y realizaron ensayos en el Departamento de Control de Calidad del Centro Militar de Farmacia de la Defensa para comprobar su estabilidad.
Como conclusión señalan que “los ensayos efectuados confirman que el diseño de la solución es robusto, permanece estable en condiciones aceleradas y a tiempo real, y la solución tamponada presenta un pH compatible con sangre y tejidos”.
“Los resultados obtenidos cumplen especificaciones de Farmacopea Europea para ambas formulaciones, demostrando una estabilidad química tras su conservación en condiciones de estudio a largo plazo durante 12 meses y acelerados durante 6 meses”, indican en su estudio los farmacéuticos.
Por ello, ambas formulaciones de ribavirina “resultan adecuadas para su fabricación en un proceso industrial”. Antes, los capitanes farmacéuticos y los técnicos implicados en este experimento propone completar los estudios de estabilidad durante 60 meses, para establecer un período de validez del medicamento y considerar ese antiviral de amplio espectro como medicamento de interés ante emergencias sanitarias provocadas por la dispersión de agentes víricos altamente infecciosos”.
Inmigración, turismo y arma biológicas
El Centro Militar de Farmacia de la Defensa se ha involucrado en este proyecto para buscar una solución inyectable frente al ébola y otros agentes víricos altamente infecciosos al constatar que suponen una amenaza tanto para los militares como para España en general.
Y lo justifica por varios factores. El primero de ellos es la inmigración:
“Europa y el mundo en su conjunto, viven una de las mayores crisis migratorias registradas desde la Segunda Guerra Mundial. En este drama humano se ha incrementado exponencialmente la migración por motivos económicos o relacionados con factores medioambientales. España, por su posición geoestratégica, está especialmente expuesta a este desafío. Prevenir, controlar y ordenar los flujos migratorios irregulares en las fronteras, así como garantizar una adecuada acogida e integración de los inmigrantes, ayuda al control de posibles enfermedades infecciosas de los países de origen”.
El segundo, el turismo:
“España, un país que recibe mas de 75 millones de turistas al año, con puertos y aeropuertos que se cuentan entre los de mayor trafico del mundo, un clima que favorece, cada vez mas, la extensión de vectores de enfermedades, con una población envejecida y una situación geopolítica polarizada, no está exenta de amenazas y desafíos asociados a enfermedades infecciosas tanto naturales como intencionadas.
En este escenario, resulta primordial implementar acciones para minimizar riesgos, siendo preciso, ademas de reducir la vulnerabilidad de la población, desarrollar planes de preparación y respuestas ante amenazas y desafíos sanitarios, tanto genéricos como específicos”.
Y, en tercer lugar, un ataque biológico:
“Los agentes infecciosos que pueden ser potencialmente empleados en armas biológicas son variados, entre ellos cabe la posibilidad de utilizar agentes patógenos virales causantes de enfermedades emergentes. Resulta de interés disponer de medidas que permitan hacer frente a una contingencia provocada por la diseminación de un agente viral altamente infeccioso”.
