El Estado Mayor de la Defensa adjudica contratos a una empresa que ha tenido como profesores a ex altos mandos de la inteligencia militar

El primer director del CIFAS colaboró con “Inteligencia y Liderazgo”. Sumando los importes de las tres licitaciones se superaría el umbral que obliga a convocar un concurso

Militares españoles en Líbano.
Militares españoles en Líbano.

“Objeto del contrato: Estudio cultural países despliegue. Adjudicatario: Lejarza Illaro, Eguskiñe. Importe de adjudicación: 13.000,01 euros”. La Jefatura de Asuntos Económicos del Estado Mayor de la Defensa adjudicó el 25 de noviembre este contrato, que tuvo la consideración de contrato menor.

No es el primer contrato similar, también con la consideración de contrato menor, que la Jefatura de Asuntos Económicos del Estado Mayor de la Defensa adjudica a esa misma persona. El pasado 31 de agosto aprobó la adjudicación de dos contratos menores a “Lejarza Illaro, Eguskiñe”.

El primero tenía por objeto unas “Jornadas de preparación a entornos sociales y protocolarios en entornos Árabes personal a desplegar”, y se adjudicó por 9.850 euros. El segundo consistía en un “Curso de árabe para personal a desplegar”, con 7.200 euros de importe.

Estos contratos van dirigidos a formar y preparar al personal militar ligado a la estructura de inteligencia que despliega en el exterior. Estos militares se integran en las células de lo que se denomina “Elemento Nacional de Inteligencia de Defensa (ENID)”, que según publicaciones oficiales del Ministerio de Defensa, asesoran al jefe de Seguridad y al jefe de la Fuerza en misiones en el exterior en materia de seguridad.

“Inteligencia y Liderazgo”

ECD pudo comprobar que, si bien formalmente el contrato menciona a una persona, el servicio de esos tres contratos se presta al Estado Mayor de la Defensa a través de una serie de profesores y expertos que trabajan en “Inteligencia y Liderazgo”, una marca comercial que dirige Eguskiñe Lejarza Illaro.

La marca “Inteligencia y Liderazgo” tiene una página web en la que se describen los cursos de formación que ofrece: “Curso de especialista en análisis de inteligencia”, “Curso de contrainteligencia y seguridad”, “Curso de identificación y análisis de amenaza interna en las organizaciones”, así como otros cursos teórico-prácticos sobre “Obtención de Información de Fuentes Abiertas (OSINT) y Redes Sociales (SOCMINT)”, cursos de “Pensamiento Crítico, Técnicas Estructuradas y Técnicas Avanzadas de Análisis de Inteligencia”, cursos de “Obtención de Información de Fuentes Humanas e interpretación de la comunicación no verbal...

Si bien no en su página web, en Internet es posible encontrar programas de ediciones anteriores de cursos que ofreció “Inteligencia y Liderazgo”. En esos programas se indican los profesores que imparten distintas charlas y sesiones de formación.

Entre esos profesores, cabe señalar que varios de ellos han ocupado destinos en la estructura de inteligencia de las Fuerzas Armadas, y concretamente en puestos, precisamente, dependientes del Estado Mayor de la Defensa.

El primer director de la inteligencia militar

En junio de 2019, “Inteligencia y Liderazgo” impartió un curso sobre “Contrainteligencia y seguridad”. En el programa se indica que los profesores son “profesionales de contrastada experiencia en el campo de la inteligencia, tanto en el ámbito civil como militar”, y cita expresamente tres nombres, con sus currículos, y añade (sin nombrarlo) a un “experto de los servicios de inteligencia”.

 

Al primero que se menciona es a Valentín Martínez Valero: “General de División, Retirado, diplomado de Estado Mayor, procedente del Arma de Artillería. Ingeniero Geógrafo. Co-fundador del Curso de Inteligencia Táctica del Ejército de Tierra, y representante del mismo en los grupos Operativo y de Experimentación del programa de satélites Helios”.

Se extiende sobre la trayectoria de este general de División retirado: “Destinado en Bruselas durante cinco años como representante español (Analista de Inteligencia), en el Programa BICES (Battlefield lnformation Collection and Exploitation Systems) de la OTAN. Entre otros destinos, ha sido Jefe del RAAA 71, y del Centro Geográfico del Ejército, Subdirector de Informática del ET en la Dirección de Servicios Técnicos, Jefe del Mando de Artillería Antiaérea”.

Por último, indica que es “fundador y primer Director, durante 3 años, del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS), su último destino en servicio activo. Entre 2006 y 2008 ha sido sucesivamente Vicepresidente y Presidente del BICES Board of Directors”.

Las funciones del CIFAS

Valentín Martínez Valero fue, como se indica, el primer director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. Lo nombró José Bono en 2005 y cesó en 2008.

Este organismo es “el órgano responsable de facilitar a la persona titular del Ministerio de Defensa, a través del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, y a las autoridades militares, la inteligencia militar precisa para alertar sobre situaciones internacionales susceptibles de generar crisis que afecten a la defensa nacional, así como de prestar el apoyo necesario, en su ámbito, a las operaciones, sin perjuicio de las competencias del Centro Nacional de Inteligencia”.

Además, “asesora al Jefe de Estado Mayor de la Defensa y a los Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos en materia de contrainteligencia militar y seguridad en la estructura orgánica de las Fuerzas Armadas. Contribuye al asesoramiento del Jefe de Estado Mayor de la Defensa en el nivel estratégico de las operaciones militares”.

El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas es el único organismo que asesora en materia de inteligencia militar en el nivel estratégico. Forma parte de la comunidad de inteligencia y se encarga también de coordinar el empleo de los sistemas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) conjuntos, de proporcionar a los Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos y la Armada la inteligencia necesaria para el desarrollo de las actividades de preparación de la Fuerza, y dirige las actuaciones en materia de información geoespacial en el ámbito de la defensa.

Coronel de inteligencia

El ex director del CIFAS no es la única persona que ha impartido clases en cursos de “Inteligencia y Liderazgo” y que antes pasó por el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

En el programa del mismo curso antes citado se incluye a Ignacio Gabaldón García. En este caso se dice de él que es “coronel del Ejército de Tierra. Diplomado Superior en Inteligencia por la Escuela Superior de las FAS. Entre otros cursos nacionales ha realizado el Curso Superior de Inteligencia y Seguridad del Ejército de Tierra, el Curso de Informática Militar, y otros similares de la OTAN y los EE.UU”.

En cuanto a sus destinos, “ha ocupado diversos puestos de inteligencia, tanto en territorio nacional como en despliegues bajo mando de la OTAN y ONU. Ha sido profesor en los curso de inteligencia del Ejército de Tierra, y colaborador en el Curso Superior de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. Entre otros destinos estuvo cinco años en el Centro de Inteligencia de las FAS y tres como Analista de Inteligencia en el Estado Mayor Internacional (IMS) en el Cuartel General de la OTAN en Bruselas (Bélgica)”.

Comandante del Estado Mayor del CIFAS

En programas de otros cursos de “Inteligencia y Liderazgo” aparece como uno de los profesores José Manuel García‐Rodrigo Vivanco, al que en algunas ocasiones se le describe simplemente como “psicólogo militar”, y en otras ocasiones se detalla más su carrera:

“Comandante Psicólogo, perteneciente al Cuerpo Militar de Sanidad. Diplomado Superior en Psicología Militar. Profesor acreditado por el Ministerio de Defensa. Es licenciado en psicología por la UCM, y ha cursado también estudios de Graduado Social en la misma universidad. Es además Diplomado en Planificación y Dirección de Empresas por la Univ. Politécnica de Madrid. Es además Máster en asesoría jurídica por el Centro Superior de Estudios Jurídicos de Madrid, Máster en Inteligencia Económica por la U. Autónoma de Madrid, y Máster en Formación del Profesorado (Orientación Escolar) por la U. Complutense de Alcalá de Henares. Tiene una amplia experiencia en inteligencia, desde el año 2004, ya que ha sido profesor en la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra (EGE) en su departamento de inteligencia, destacando la formación en comunicación no verbal y técnicas de entrevista e influencia”.

Sin embargo, en un curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid que se celebró en julio de 2019, José Manuel García‐Rodrigo Vivanco fue presentado como “Comandante del Estado Mayor CIFAS”.

Participó en una mesa redonda sobre “El perfil del analista de inteligencia”, moderada por Miguel Ángel Ballesteros (actual director del Departamento de Seguridad Nacional), el ya mencionado Valentín Martínez Valero (al que se presenta como “presidente de la Comisión de Inteligencia del CESEDEN) y Juan Bautista Sánchez Gamboa.

Profesor de Inteligencia

Consultada por ECD, la responsable de “Inteligencia y Liderazgo” asegura que para los cursos de formación que imparte con esta marca, se seleccionan distintos profesores que ni son todos militares, muchos son civiles, ni los militares han pasado todos por el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

El encargado de seleccionar a los profesores es el director de Formación, José Manuel Díaz-Caneja Greciano, que también participa como docente en muchos de los cursos.

Se trata de un teniente coronel del Ejército de Tierra, diplomado superior en Inteligencia por la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (ESFAS) y que cuenta con numerosos cursos en inteligencia y formación (Curso Superior de Especialista en Información de la Guardia Civil, Curso de Formador en Contrainsurgencia de la OTAN, NATO Operational C-IED Staff Officer Course...).

Sobre su carrera militar se indica que ha pasado por unidades de infantería, la Guardia Real y la UME, y ha combinado tareas docentes como profesor titular del Departamento de Inteligencia y Seguridad de la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra (EGE) y del Departamento de Inteligencia de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (ESFAS), con “diversos puestos de inteligencia, tanto en territorio nacional como en despliegues bajo mando de la OTAN y la UE”. Sigue siendo profesor colaborador de ambos centros, según se indica en la web de “Inteligencia y Liderazgo”.

Es, por tanto, otro militar experto en inteligencia, y además ha sido profesor en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, que depende del Estado Mayor de la Defensa.

La Escuela de Guerra del Ejército

Junto a su vinculación al CIFAS y a haber pasado por puestos de inteligencia, muchos de los profesores de esta marca bajo la que se ofrecen los cursos que organiza Eguskiñe Lejarza, ahora contratada por el Estado Mayor de la Defensa, coinciden en haber sido, o seguir siendo, profesores de la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra.

Es el caso de José Manuel Díaz‐Caneja Greciano (“Profesor titular del Departamento de Inteligencia de la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra”), José Manuel García‐Rodrigo Vivanco (“ha sido profesor en la Escuela de Guerra del Ejército de Tierra (EGE) en su departamento de inteligencia, destacando la formación en comunicación no verbal y técnicas de entrevista e influencia”) e Ignacio Gabaldón García (“Ha sido profesor en los curso de inteligencia del Ejército de Tierra, y colaborador en el Curso Superior de Inteligencia de las Fuerzas Armadas”).

Analista de inteligencia del ministerio

Otros profesores que han trabajado para “Inteligencia y Liderazgo” y que han tenido relación con las Fuerzas Armadas, los servicios de inteligencia, las Fuerzas de Seguridad u otros organismos públicos son, por ejemplo:

-- Javier Rodríguez: se subraya de él que “ha sido miembro del Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa (UCO)” de la Guardia Civil, así como que “actualmente es el responsable del Departamento de Ciberinteligencia de Tarlogic Security. Cuenta con más de 12 años de experiencia profesional, habiendo participado en diversas investigaciones relevantes. Ha trabajado tanto con agencias policiales, así como con servicios de inteligencia, habiendo realizado cursos de especialización con varios de ellos”.

-- Ana Isabel Páramo Carretero: “Ex analista de inteligencia del Ministerio de Defensa”, es su presentación en unos casos, y en otros “analista de inteligencia orientada a la seguridad nacional en el Ministerio de Defensa español, ha colaborado en cursos civiles y militares organizados por diversos organismos del Ministerio de Defensa (CIFAS, CESEDEN, Ejército de Tierra, Escuela de Guerra del Ejército, etc.)”.

-- Cristina López Tarrida: esta “experta en Ingeniería Social y Hacking Psicológico” es cibercooperante del INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) y ha sido reconocida como una de los “TOP25 Influencers en Ciberseguridad en España”, según la Cátedra de Transformación Digital UDIMA‐IDG.

Eguskiñe Lejarza no aparece en estos programas como profesora. Sí ha colaborado, publicando artículos de análisis sobre terrorismo yihadista, “ciberguerra” y la rivalidad Estados Unidos-China, con otro organismo dependiente del Estado Mayor de la Defensa: el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), que se encuadra orgánicamente en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), dependiente a su vez del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD).

Cursos presenciales desde 2017

Eguskiñe Lejarza Illaro explica a ECD que con “Inteligencia y Liderazgo” llevan desde 2017 trabajando, impartiendo presencialmente cursos de inteligencia, sobre todo a empresas privadas y a particulares. En la web indican que ofrecen descuentos a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y las Fuerzas Armadas que se inscriban.

La crisis del coronavirus frenó muchas de estas actividades, obligó a convertir otras en formación por Internet, y ante la oportunidad de optar a contratos del Estado Mayor de la Defensa que encajaban con su actividad, presentó sus ofertas.

Lejarza explica que los profesores de los cursos que organiza van cambiando, según las temáticas del curso, la disponibilidad de los profesores... Afirma que muchos son conocidos en ambientes militares, pero destaca que no todos son militares, ni todos han pertenecido al Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

Apunta que los altos mandos antes citados “hace tiempo que no dan clase” con “Inteligencia y Liderazgo”: sobre Valentín Martínez Valero, que participó en los inicios del proyecto pero hace tiempo que no colabora; lo mismo sucede con Ignacio Gabaldón, y con José Manuel García‐Rodrigo Vivanco.

También subraya que se da la circunstancia de que en los cursos para los que ha sido contratada por el Estado Mayor de la Defensa no ha sido elegido ningún profesor que hubiera pasado por el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas; de hecho, precisa que “todos son civiles”.

Indica que no hay compatibilidad alguna entre pertenecer a las Fuerzas Armadas, incluso estar en activo, y dar clases o charlas de formación como estas. A todos ellos se les hacen las facturas pertinentes para abonarles sus honorarios.

“Se desconoce si tienen personal militar”

Confidencial Digital se puso también en contacto con el Estado Mayor de la Defensa, para recabar sus explicaciones sobre el hecho de que haya concedido tres contratos menores a una persona que contrata para sus cursos de formación a militares, retirados o en activo, que han ocupado puestos relevantes en organismos dependientes del Estado Mayor de la Defensa, como el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, así como la Escuela de Guerra, que depende del Ejército de Tierra.

Sobre la relación de estos altos mandos, profesores de “Inteligencia y Liderazgo”, con las Fuerzas Armadas, desde el Estado Mayor de la Defensa aseguran que el general de División retirado Valentín Martínez Valerio “actualmente se encuentra en situación de retiro. Por su parte, el coronel Gabaldón y el teniente coronel Díaz-Caneja, no se encuentran, actualmente, destinados dentro de la estructura del EMAD”.

Además, añaden que “en el proceso de adjudicación de contratos a empresas, se desconoce si en la plantilla de dichas empresas existe personal militar”, a preguntas sobre si existe alguna norma legal o código ético que impida, en este caso a la Jefatura de Asuntos Económicos del Estado Mayor de la Defensa, adjudicar contratos a empresas vinculadas con o en las que trabajan militares que pasaron por unidades dependientes del mismo Estado Mayor de la Defensa.

No hay cursos de protocolo en el mundo árabe

ECD también consultó por qué motivo el Estado Mayor de la Defensa, para formar al personal militar de inteligencia que despliega en el exterior, recurre a externalizar ese servicio, en vez de recurrir a analistas propios, militares expertos en el mundo árabe que puedan estar destinados en organismos como el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN).

“En relación con la externalización de servicios, esta se realiza cuando se trata de necesidades muy específicas tanto en contenido como en plazo temporal. En este caso, el contrato del estudio cultural a la empresa adjudicataria presenta especialización e independencia para aportar una visión adicional al material generado por el CESEDEN o la Escuela de Guerra de Ejército”, justifican desde el EMAD.

También indican que “en el caso del curso de instrucción protocolaria, no existen cursos relativos a protocolos en entornos árabes impartidos por ningún organismo de Defensa en el momento en el que eran necesarios. Respecto a la formación en el idioma árabe, la Escuela de Idiomas de la Defensa (EMID) no proporciona formación en dialectos diferenciados del árabe del Magreb o de la Península Arábiga para zonas como Túnez, Jordania, Mali, Líbano… que eran las necesarias en este caso”.

“Objetos totalmente diferenciados”

Hay que recordar que los contratos tenían por objeto: 1) “Estudio cultural países despliegue”; 2) “Jornadas de preparación a entornos sociales y protocolarios en entornos Árabes personal a desplegar”; y 3) “Curso de árabe para personal a desplegar”.

Se trata, en los tres casos, de actividades de formación sobre países árabes, dirigido a personal del Estado Mayor de la Defensa que se despliega en esa zona en funciones de inteligencia.

¿Por qué esos tres contratos de formación se licitaron como tres contratos distintos y no en uno solo? La respuesta del Estado Mayor de la Defensa es que esos tres contratos “tienen objetos totalmente diferenciados, tal y como reflejan sus expedientes”.

Detallan que “el primero de ellos tiene como objeto un dossier cultural y social; el segundo, formación e instrucción de personal en ambientes sociales y protocolarios y el tercero, un curso de árabe. Además, surgen en distintas fechas y su adjudicación responde a criterios económicos, al ser la oferta más barata entre las empresas participantes (contratos 2 y 3) y criterios de atención a la “especial sensibilidad” del objeto (contrato 1)”.

Los contratos menores

Los tres contratos citados fueron tramitados por el procedimiento de contrato menor. Son una modalidad prevista en la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público, por la que se transponen al ordenamiento jurídico español las Directivas del Parlamento Europeo y del Consejo 2014/23/UE y 2014/24/UE, de 26 de febrero de 2014.

Según el artículo 118 de esta norma, “se consideran contratos menores los contratos de valor estimado inferior a 40.000 euros, cuando se trate de contratos de obras, o a 15.000 euros, cuando se trate de contratos de suministro o de servicios, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 229 en relación con las obras, servicios y suministros centralizados en el ámbito estatal”.

La tramitación de un contrato menor exige menos procedimientos, trámites, requisitos y controles que los contratos ordinarios. Por eso la ley establece que “en los contratos menores la tramitación del expediente exigirá la emisión de un informe del órgano de contratación justificando de manera motivada la necesidad del contrato y que no se está alterando su objeto con el fin de evitar la aplicación de los umbrales descritos en el apartado anterior”.

Es decir, que no se está troceando un contrato que iba a costar más de 15.000 euros (en contratos de servicios, como son los citados del Estado Mayor de la Defensa) para sortear los controles legales.

El pasado mes de febrero el Gobierno de Pedro Sánchez retocó esta ley a través del Real Decreto-ley 3/2020, de 4 de febrero. Hasta entonces, el texto de la Ley de Contratos del Sector Público vigente desde 2017 incluía el siguiente punto:

-- “En el expediente se justificará que no se está alterando el objeto del contrato para evitar la aplicación de las reglas generales de contratación, y que el contratista no ha suscrito más contratos menores que individual o conjuntamente superen la cifra que consta en el apartado primero de este artículo. El órgano de contratación comprobará el cumplimiento de dicha regla. Quedan excluidos los supuestos encuadrados en el artículo 168.a).2.º”.

Los importes sumados superan el límite

Este mecanismo de control se eliminó en febrero. De haber seguido en vigor, podría haber dificultado la contratación por el Estado Mayor de la Defensa de Eguskiñe Lejarza Illaro para esas tres licitaciones.

Cabe señalar que el 31 de agosto se adjudicaron dos de esos contratos. Uno tuvo como importe de adjudicación de 9.850 euros y el otro de 7.200 euros. Ambos importes suman 17.050, por tanto ya por encima de los 15.000 euros a partir del cual no se pueden licitar contratos menores de servicios.

Si se le suman los 13.000,01 euros del contrato de noviembre, alcanzaría 30.050,01 euros.

Sobre los contratos menores hay que tener también en cuenta la Resolución de 6 de marzo de 2019, de la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación, por la que se publica la Instrucción 1/2019, de 28 de febrero, sobre contratos menores, regulados en la Ley 9/2017, de 8 de noviembre.

Esta Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación se creó para controlar la contratación pública e interpretar la Ley de Contratos del Sector Público.

En la Instrucción 1/2019 se incluyó un punto “II. El principio de competencia en el contrato menor. La justificación de la adjudicación directa”. En él se establece que “de acuerdo con el principio de competencia, y como medida anti fraude y de lucha contra la corrupción, el órgano de contratación solicitará, al menos, tres presupuestos, debiendo quedar ello suficientemente acreditado en el expediente”.

Continúa ese punto diciendo que “si las empresas a las que se les hubiera solicitado presupuesto declinasen la oferta o no respondiesen al requerimiento del órgano de contratación, no será necesario solicitar más presupuestos”.

“Las ofertas recibidas así como la justificación de la seleccionada formarán, en todo caso, parte del expediente”, y si no es posible, “deberá incorporarse en el expediente justificación motivada de tal extremo”.

En las dos licitaciones adjudicadas en agosto (“Jornadas de preparación a entornos sociales y protocolarios en entornos Árabes personal a desplegar” y “Curso de árabe para personal a desplegar”) se presentaron, en cada una, tres licitadores, y en ambos casos fue elegida la oferta de Eguskiñe Lejarza Illaro.

Para contratar el “Estudio cultural países despliegue” ya no hubo tres ofertas, sino una sola, la de esa misma persona que dirige “Inteligencia y Liderazgo” donde han impartido clases todos los militares, retirados y en activo, antes citados y vinculados a la inteligencia militar.

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