Las exhumaciones de españoles de la División Azul en Rusia, bloqueadas por la guerra de Ucrania

La fundación alemana que realiza las excavaciones descarta la campaña de primavera que se realizaba anualmente. En mayo estudiará si puede retomar en septiembre y octubre

Soldados españoles de la División Azul.
Soldados españoles de la División Azul.

La invasión de Ucrania por las fuerzas armadas rusas cumple ya prácticamente un mes. La operación militar decidida por Vladimir Putin ha provocado una catarata de sanciones por parte de la Unión Europea, Estados Unidos y otros países occidentales, que tratan de asfixiar económicamente al gobierno ruso.

El conflicto bélico ha provocado la ruptura de numerosas relaciones, de todo tipo, que conectaban a ciudadanos de otros países de Europa con Rusia.

Confidencial Digital ha podido saber que es el caso de las excavaciones que se llevan a cabo en fosas comunes y cementerios del frente oriental de la Segunda Guerra Mundial, donde siguen enterrados sin identificar miles de soldados de ambos bandos caídos en la campaña de Rusia que emprendió la Alemania de Hitler en 1941.

Excavaciones de una fundación alemana

En esa campaña participaron miles de españoles, encuadrados en la División Española de Voluntarios o División Azul, la unidad que Franco envió para combatir junto a los alemanes contra la Unión Soviética.

Ochenta años después de este enfrentamiento bélico, se siguen exhumando e identificando cuerpos de combatientes caídos en el frente ruso.

En las fosas comunes que se descubren y se excavan en esas zonas occidentales de Rusia trabaja el personal de la fundación alemana Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge e.V. (VDK), que lleva a cabo la localización, exhumación e identificación de los restos mortales, ya sean alemanes, rusos o de otras nacionalidades.

Desde los años del Gobierno de Felipe González existe un convenio entre España y Alemania, por el que, cuando la fundación VDK excava una fosa si se detectan cuerpos de soldados que podrían pertenecer a la División Azul, la Fundación Indortes (española) y el Ejército de Tierra colaboran para identificar esos cuerpos.

Gracias a este trabajo coordinado, en las últimas décadas se han ido repatriando a España los restos mortales de divisionarios españoles que murieron en el frente ruso y fueron allí enterrados. Cuando se identifica a algún soldado de la División Azul, se trata de localizar a su familia para entregarles los restos y que los puedan enterrar en la intimidad.

Paralizado por la guerra

ECD ha podido confirmar que, por ahora, los trabajos de excavación y exhumación que lleva a cabo cada año la fundación VDK no van a comenzar en primavera. Los motivos son dos: la pandemia del coronavirus, que en el centro y el este de Europa aún no está controlada; y la situación internacional, por la guerra en Ucrania desatada con la invasión rusa.

 

Durante los meses de invierno no se realizan estas excavaciones. La nieve y el hielo cubren los campos rusos, lo que dificulta enormemente estos trabajos. Cada año, las organizaciones implicadas en buscar a los soldados del frente ruso enterrados en fosas comunes esperan a la primavera para comenzar a excavar.

Lo normal era que estos trabajos comenzaran en el mes de abril. Se solía realizar una primera campaña entre primavera y los primeros meses del verano. Se interrumpía en agosto, y entre septiembre y octubre se volvía a excavar, exhumar e identificar restos mortales de soldados enterrados.

Ahora, con la situación de guerra en Ucrania y también el coronavirus, las organizaciones que participan de este proceso dan por perdida la campaña de primavera. No van a trabajar en Rusia en esos próximos meses.

La idea que tienen es esperar en torno al mes de mayo. Para entonces volverán a evaluar la situación, y analizarán si tanto la pandemia del coronavirus, como el conflicto por la invasión rusa de Ucrania, han evolucionado favorablemente de forma que sea más viable viajar a Rusia y trabajar en las excavaciones y exhumaciones de muertos en la Segunda Guerra Mundial.

Aún mantienen la esperanza de poder planificar una campaña de exhumaciones entre septiembre y octubre, antes de que las condiciones climatológicas en Rusia empeoren y obliguen a paralizar las excavaciones.

En torno a San Petersburgo y Novgorod

La 250 Infanterie-Division o División Española de Voluntarios combatió contra los soviéticos principalmente en la región que comprende San Petersburgo y Novgorod (en cuyo cementerio hay un sector español), relativamente cerca de lo que hoy es Estonia.

En los alrededores de San Petersburgo, entonces llamado Leningrado, se produjo la famosa batalla de Krasny Bor (febrero de 1943) en la que los españoles de la División Azul (muchos falangistas, militares y otros voluntarios, incluidos algunos republicanos) y los alemanes frenaron el avance soviético.

Es en esa zona noroccidental de Rusia en la que en ocasiones se encuentran fosas comunes con soldados de la Segunda Guerra Mundial. Con elementos como uniformes, cascos o incluso documentos guardados en latas o botellas, se trata de identificar el bando, país y unidad a la que pertenecía cada soldado, e incluso su nombre.

Los españoles de la División Azul están documentados en papeles que guarda el Ejército de Tierra. Gracias al trabajo del Ejército con la Fundación Indortes, que cuida del cementerio español de Novgorod, se consigue confirmar la identidad de algunos restos mortales.

Entonces el Ejército de Tierra contacta con la familia, y se inician los trámites para la repatriación a España, proceso en el que también participa el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Embajada en Moscú y sobre todo del Consulado en San Petersburgo.

Los féretros se envían a España en vuelos comerciales, sufragados por el Ministerio de Defensa, y se entregan a las familias de los soldados fallecidos en un acto que se celebra en Madrid, en el acuartelamiento donde tiene su sede la Dirección de Asistencia al Personal.

Obstáculos en los últimos años

En los últimos años, una serie de circunstancias han ido obstaculizando este proceso. ECD reveló que los traslados a España de los españoles exhumados en las campañas de 2019 se paralizaron coincidiendo con las elecciones generales que se celebraron el 10 de noviembre de ese año.

Después llegó la pandemia del coronavirus, que congeló el tráfico aéreo mundial. Eso retrasó de nuevo el envío a España de los féretros, que no se produjo hasta meses después.

En 2021 los trabajos de exhumación también estuvieron paralizados por el coronavirus. Al menos en otoño de ese año, como en 2020, sí llegaron a España los restos de varios divisionarios muertos en Rusia, que habían sido exhumados en 2019 y estaban pendientes de ser entregados a sus familias.

El acuerdo para colaborar en la exhumación, identificación y repatriación de los españoles que murieron en el frente ruso luchando con los alemanes lo firmó el gobierno socialista de Felipe González.

Sin embargo, estas exhumaciones y los actos de entrega a las familias provocan suspicacias y denuncias de partidos de izquierda aliados del actual Gobierno de Pedro Sánchez, que ponen en cuestión que se invierta dinero público en exhumar a muertos de una unidad mandada por Franco para ayudar a Hitler.

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