Imágenes de cómo viven los pilotos de F-18 que vigilan el cielo de España

Seis horas con ellos en el Ala 12 (Torrejón de Ardoz) que auxilió al avión de Air Canada antes del aterrizaje de emergencia en Barajas

Un F-18 del Ala 12.
Un F-18 del Ala 12.

Suena una sirena en el barracón de alerta de la base de Torrejón de Ardoz (Madrid). Un piloto se equipa, sale corriendo hacia el hangar, se sube a la cabina de un F-18. En menos de quince minutos, el cazabombardero está en el aire y dispuesto a controlar, vigilar, auxiliar o neutralizar (según sea el caso) algún problema o amenaza en el espacio aéreo español.

Así funciona el Servicio de Alarma Programado, el sistema con el que el Ejército del Aire tiene capacidad de reaccionar las 24 horas del día, los 365 días del año, ante cualquier aviso que llegue por intrusiones de aviones militares extranjeros, por aviones que no comunican con los controladores aéreos, e incluso por secuestro de aeronaves.

Este servicio ha sido objeto de atención estos días con motivo del incidente del Air Canada averiado que tuvo que regresar al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Air Canada

Tras darse la voz de alarma de que ese avión había sufrido daños en el despegue, un F-18 despegó de la base madrileña de Torrejón de Ardoz, y se aproximó al aparato de Air Canada para hacer una comprobación visual de los daños e informar de ellos a los pilotos del avión comercial y a las autoridades de navegación aérea.

Gracias a lo que pudo ver el piloto militar del F-18, y a las fotografías que envió, el piloto supo que sólo tenía daños en una rueda del tren de aterrizaje, por lo que no sería tan complicado tomar tierra.

Una misión frecuente

Las fotografías y vídeos que grabaron algunos de los 128 pasajeros del Air Canada por las ventanillas del avión tuvieron un gran impacto, por lo poco habitual que es ver en España un cazabombardero ‘auxiliando’ a una aeronave de transporte civil.

 

El Jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA), el general del Aire Javier Salto, dijo en rueda de prensa posterior que este tipo de misiones “se hacen con frecuencia”, “son constantes” para los pilotos de F-18 y de Eurofighter, los dos modelos de caza que utiliza el Ejército del Aire en este tipo de misiones.

 

“Es una misión -afirmó- para la que todos los pilotos están entrenados”, y que por ejemplo ponen en práctica en el Báltico, para proteger a Estonia, Letonia y Lituania frente a incursiones, sobre todo de aviones rusos.

Horas consumiendo combustible

En el caso del Air Canada, según fuentes del Aire consultadas por ECD, no se desplegó de urgencia el F-18 del Ala 12 que estaba en alerta en la base de Torrejón. Al saberse que el avión civil tenía que pasar unas horas consumiendo combustible para aterrizar más ligero, se decidió enviar otro Mc Donnell Douglas F-18 Hornet. La decisión la gestionó el Centro de Control de Operaciones Aéreas de la OTAN de la base de Torrejón.

El JEMA destacó que se puso en el aire el caza en un tiempo de entre 30 y 40 minutos, un tiempo “excelente” teniendo en cuenta que en ese momento el Ejército del Aire no tenía en vuelo ningún avión.

Tras despegar, en apenas cinco minutos el F-18 alcanzó al Boeing que daba vueltas por el sureste de la Comunidad de Madrid, y comenzó la comprobación de los daños.

El barracón de alerta

Confidencial Digital pasó seis horas con el personal del Aire que trabaja en el Servicio de Alarma Programado del Ala 12, precisamente la misma que actuó en el caso del Air Canada.

 

Tal y como contaba un teniente piloto, este es un servicio 24 horas en el que se van turnando los componentes del Ala 12. Cada mañana llega un relevo para sustituir a los efectivos del barracón de alerta, tal y como se denomina la estancia en la que se encuentran.

Durante ese tiempo hay al menos un piloto (existe espacio para dos), un mecánico, un armero y un bombero en ese barracón.

Sin abandonar el barracón

De ahí no pueden salir, hasta el punto de que les envían la comida desde el comedor de la base para desayunar, comer y cenar en una cocina que hay en el mismo barracón.

Estas dependencias cuentan con habitaciones con cama, para que los pilotos puedan dormir y descansar; con baño; con salas con sillones, televisión, así como mesas y sillas para leer o estudiar.

Según contaba ese piloto, durante el servicio aprovechan para sacar adelante trabajo burocrático atrasado, leer documentación, estudiar para su formación militar...

Hasta que suena la sirena

El día transcurre tranquilo, sin salir del barracón, a no ser que llegue una alerta. En ese caso, suena una alarma que se escucha en todo el barracón. Los militares se ponen en marcha: el piloto se coloca todo el equipo y sale corriendo al hangar, adonde también se dirigen el mecánico, el armero y el bombero.

Normalmente suele haber dos aviones preparados: uno, capaz de estar en el aire en 15 minutos, al que se mantiene en un estado de preparación mayor, y otro de repuesto, que tardaría algo más en despegar en caso de que el primer tuviera algún fallo.

El mecánico ayuda al piloto a comprobar que todos los sistemas del F-18 funcionan correctamente y están listos. Si la misión lo requiere, porque ha entrado en el espacio aéreo español una aeronave militar extranjera, o por alguna otra amenaza similar, el armero coloca y retira las protecciones del armamento, normalmente misiles aire-aire para derribar aviones.

Este paso no se hizo en la alerta por el Air Canada: el F-18 despegó sin armar, porque su misión era de comprobación visual del estado del avión civil averiado.

Torrejón, Morón, Albacete, Zaragoza y Gando

Este sistema de alerta existe en la base de Torrejón de Ardoz (Ala 12), y también en Morón de la Frontera (Sevilla), con los Eurofighter Typhoon del Ala 11; en Albacete (Ala 14), con Eurofighter; en Zaragoza (Ala 15), de F-18; y en la base de Gando, en la isla de Gran Canaria, donde el Ala 46 cuenta también con F-18.

Comprobación visual y fotografías

Ante alertas como la del Air Canada, en el que un avión tiene problemas mecánicos, lo que hace el piloto es acercarse a la aeronave, reducir la velocidad y situarse a pocos metros.

Desde allí, puede hacer una comprobación visual: “No buscas un fallo de aviónica o de sistemas; lo que haces es comprobar la integridad estructural del aparato para ver si ha sufrido algún daño visible desde el exterior” explica a ECD un piloto del Ejército del Aire.

En el incidente de este lunes, el capitán Roberto García Macías pudo también tomar fotografías del tren de aterrizaje del Air Canada. Estas imágenes sirvieron para planificar el aterrizaje posterior, y además pueden ser utilizadas para la investigación que se ha abierto sobre por qué esa rueda estalló en el despegue en Barajas.

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