La indignada arenga de soldados que pasaron por Afganistán: “Cada militar en Kabul ha hecho más por el feminismo que cualquiera de vosotros/as”

Miembros de las Fuerzas Armadas comparten encendidos comentarios por redes sociales recordando los desprecios a los “guerreros españoles” que fueron allí a jugarse la vida para defender a la población afgana, incluidas mujeres y niñas

Militares españoles reparten ayuda humanitaria a mujeres en Afganistán, en 2013 (Foto: Ministerio de Defensa).
Militares españoles reparten ayuda humanitaria a mujeres en Afganistán, en 2013 (Foto: Ministerio de Defensa).

Pena, indignación, rabia, decepción... pero también orgullo. La caída de Kabul y de casi todo Afganistán en manos de los talibanes, 20 años después de ser derrocados por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, ha provocado una catarata de reacciones de muchos miembros de las Fuerzas Armadas españolas que participaron en esa misión, en la que murieron un centenar de militares españoles.

Confidencial Digital ha podido comprobar que en los últimos días un buen número de militares han utilizado sus perfiles en redes sociales para expresar esos sentimientos ante la derrota del ejército afgano. La misma tropa que el contingente español de las misiones de la ONU (ISAF) y de la OTAN (Resolute Support) estuvo formando y entrenando para que se hiciera cargo de la seguridad y defensa del país.

Algunos militares, en su inmensa mayoría del Ejército de Tierra (el que asumió el grueso del esfuerzo en Afganistán), han recordado estos días su paso por el país asiático publicando fotografías tomadas en el despliegue.

Aparecen en patrullas por las carreteras afganas, haciendo guardias en puestos avanzados, vigilando, en ocasiones empuñando fusiles de precisión... Y, en varios casos, las imágenes van acompañadas de un mismo texto. Se trata de una reflexión sobre el papel de los soldados españoles en el exterior, que está teniendo éxito entre los militares.

Kosovo, Irak, Líbano...

“Los soldados en las misiones en el exterior hemos aprendido la esencia de la profesión militar”: así comienza el texto, que muchos de quienes lo están publicado puntualizan diciendo que “el texto no es mío, pero sin duda lo ha escrito alguien que lo ha vivido en primera línea”. Al documento original, los militares han ido añadiendo comentarios propios.

El escrito hace un repaso por algunas de las misiones internacionales de mantenimiento de la paz en las que han participado las tropas españolas en las últimas décadas:

-- “Hemos aprendido que los gitanos de Zac en Kosovo vivían un día más porque les dábamos protección, con las armas claro. Hemos buscado a los capullos de la puta baraja de cartas con Sadam Hussein a la cabeza. Hemos intentado entender por qué se matan los yugoslavos si hablan la misma lengua. Hemos aprendido que en Afganistán, ante la duda, la opción más valiente. Hemos aprendido que no voy a entregar mi armamento a Hizbullah si patrullo por la Blue Line”, en referencia a la misión actual en el sur del Líbano.

Los estadounidenses y los británicos

El paso por la misión en Afganistán también ha enseñado a los militares españoles otras lecciones sobre los conflictos bélicos y sobre el trabajo de las Fuerzas Armadas. Así lo refleja el autor del escrito: “Hemos aprendido a mirar al líder y saber que en el desierto no hay normativa a seguir, sólo valores. Hemos aprendido a relativizar y sabemos que no hay independencia, justa o injusta, sin sangre a raudales. Sabemos que con liderazgo y sentido común se solucionan problemas”.

También ahora “sabemos que cuando empiezan los tiros, nadie sabe quién fue el primer gilipollas que difundió una narrativa de odio. Sabemos que necesito mi fusil, mi vehículo y estar en forma por si hay que salir por patas”.

 

En esta ‘despedida’ de Afganistán hay también palabras para algunos aliados: “Sabemos que los USA son ‘happy trigger’ [‘trigger-happy’, es decir, de gatillo fácil] porque tienen enemigos hasta en el infierno. Sabemos que unidos somos buenos. Que los británicos son buenos soldados cuando somos aliados y de repente, si te necesitan, entienden nuestro inglés guarripeich”.

“Vale la pena arriesgar la vida por un niño”

El orgullo de los militares españoles se refleja al referirse a cómo actúan con la población local: “Sabemos que tratamos a otras etnias y religiones con respeto absoluto y que eso funciona”, y también, el punto más emotivo, “sabemos que vale la pena arriesgar la vida por un niño, sea bosnio o pashtun”.

Y añade el autor: “Hemos aprendido tantas cosas que debería dolernos el corazón de orgullo”.

La cercanía con la población civil, sobre todo con los niños, los ancianos, las mujeres, es una de las características que muchos militares españoles destacan siempre, con orgullo, como el elemento diferenciador con otros ejércitos aliados.

“Volvimos de Irak y nos escupían a la cara”

En esta carta no faltan algunos reproches. El primero, a otros militares: “Sabemos que hay idiotas que buscaron cruces rojas”, pero también hay “líderes que dejaron el lugar de despliegue un poco mejor que cuando llegamos”.

Sobre la profesión militar, se puede leer: “Sabemos que los soldados no pueden estar toda la vida en el mismo destino o en el Palacio de Buenavista [sede del Cuartel General del Ejército de Tierra]. Aprendimos que somos nómadas y que nuestras mujeres y maridos, si nos quieren, nos esperarán. Así hemos madurado”.

Algunas frases recogen otro lamento, en este caso hacia la sociedad española en general: “[Fuimos] por un poco más de mil pavos. Y volvimos de Irak y nos escupían a la cara. Sabemos que jamás saldrá el soldado de la semana como en la pista de los Detroit Pistons”, o en otra versión que también ha circulado, “sabemos que jamás saldrá el legionario de la semana como si fuese la salida al Bernabéu”.

Además, “que el 90 % por ciento de la población no sabe qué es la AGM ni la AGBS”. Son las academias de oficiales de Zaragoza y de suboficiales de Talarn. “Sabemos que los burócratas van a intentar imponer la dictadura de sus normas mientras tú corres todas las putas mañanas y ellos se pintan las uñas. Joder si hemos aprendido”, continúa el texto.

“No ha servido para nada”

ECD ha podido saber que el autor original de este escrito es un soldado, que prefiere permanecer en el anonimato y que acumula experiencia en misiones internacionales de las Fuerzas Armadas, como la de Afganistán.

Cuando difundió el texto en redes sociales, se viralizó entre otros militares españoles. Muchos aplaudieron al autor, y otros muchos decidieron difundirlo en sus propias cuentas, como ya se ha indicado.

Algunos añadieron sus propias ideas, para expresar los sentimientos que les provoca la caída de Afganistán en manos de los talibanes dos décadas después:

-- “Me jode que todo lo que hemos dado durante 20 años en Afganistán (vidas, salud, sacrificio y un largo etc...) no haya servido para nada”.

-- “Por todos mis compañeros y por las almas de los que allí queden… Honor y Gloria a los héroes de la Patria”.

“Hemos hecho más que vosotros/as”

Tal y como ha constatado ECD, junto a ese orgullo por el trabajo realizado que se expresa en el texto anterior, también hay decepción y frustración, como se está reflejando en algunos reportajes que se publican estos días con testimonios de militares. Lamentan que todo su esfuerzo, con decenas de españoles muertos, no haya servido más que para volver al punto de partida, con los talibanes en el poder.

En comentarios difundidos por sus redes sociales, que están generando debate entre ellos, un buen número de efectivos de las Fuerzas Armadas se está desahogando al ver que ahora algunos sectores se echan las manos a la cabeza con las condiciones de vida que los talibanes imponen a los afganos.

-- “2012: vuelvo de Afganistán de recibir tiros de los talibanes y la gente preguntando: ‘¿Qué pinta España allí? Siempre los estados imperialistas metiéndose donde no les llaman’. 2021: ‘¿Es que nadie va a hacer nada por esta gente?’. Ahora, después de haber despreciado a los guerreros españoles que han ido allí a jugarse la vida entendéis que hacíamos más falta de lo que pensáis”.

-- “Los que nos criticaban por estar en Afganistán, ahora podéis comprar una mujer o una niña en Amazon; nuestro trabajo era protegerlas, ahora recoged firmas: eso les acojona a los talibanes”.

-- “Vosotros recogéis firmas, y a nosotros nos disparaban, pasábamos frío, hambre, sueño y calor, aún así siempre fuimos los malos... Que os den hipócritas”.

-- “Para esa gente de extrema izquierda que llama fachas a los militares y no los quieren... ahora veis para qué sirven, ¿verdad? Y publicáis sobre la mujer de Afganistán ahora, ¿no? Cada militar en Afganistán ha hecho más por el feminismo que cualquiera de vosotros/as”.

-- “Un solo soldado en una sola rotación ha hecho más por los derechos de mujeres, niños y hombres en Afganistán que todas las sandeces que queráis inventar ahora para publicar en rrss”.

-- “Hemos retenido cuanto se ha podido a los talibanes, ayudado a gente (mujeres, hombres, niños, niñas...), hemos dado alimento, abrigo, hemos protegido... y criticabais al Ejército. Menuda hipocresía que tenéis encima, ahora sobre todo”.

-- “Está muy bien toda la conciencia actual con Afganistán, pero ese tren de defensa de los derechos partió en 2005, 100 compañeros se han dejado la vida e innumerables heridos, y sólo nos gritabais imperialistas y la retirada de las tropas. Pues muy bien, lo conseguisteis, nos fuimos y este es el resultado. Ahora podéis recoger firmas, echaros las manos a la cabeza y lo que queráis, que seguro que es muy útil”.

-- “20 años ha estado nuestro ejército luchando por los derechos de esas mujeres y niñas que tanta pena os dan estos últimos días, 20 años que os los habéis pasado por el forro de vuestros cojones y vuestros coños, ¿y ahora queréis recoger firmas? 104 militares españoles, miles de militares de la OTAN, miles de civiles y miles de militares del Afganistán democrático han perdido la vida y vosotros, que no sabéis situar Afganistán en un mapa, ahora después de 20 años, ¿queréis pedir firmas? La sociedad me da asco y vergüenza”.

-- “Hemos sido solidarios durante todos los años que estuvimos presentes ahí, luchando por los derechos de un país roto, un país lejano, dejando nuestras vidas y sacrificando mucho. Esa fue siempre la misión española en el extranjero, no ‘ir a conquistar, ni a la guerra’”.

También hay quien recalca que “el ejército afgano ha dejado a su suerte a su pueblo desertando, la última defensa del país. Nuestro ejército, aunque pobre, es leal a su pueblo y lo ha demostrado siempre”.

Otros muchos militares están recordando y contando anécdotas de su paso por Afganistán, que en su mayoría tienen que ver con pequeños gestos que tuvieron con niños afganos que se acercaron a ellos en esa misión.

Recuerdo a los soldados caídos en Afganistán

La reconquista talibán de Afganistán ha motivado que algunos militares recuerden a sus compañeros caídos en este país. Hay quien está publicando fotos y nombres de los soldados que murieron en emboscadas, atentados y enfrentamientos con los talibanes, como particular homenaje a ellos. 

De igual forma, también han difundido estos días una imagen de la placa que recuerda a los 17 militares fallecidos en el accidente de helicóptero Cougar en Herat, del que precisamente este lunes se cumplieron 16 años.

Bajo los nombres de todos los fallecidos, se incluyó una frase que ahora están destacando algunos miembros de las Fuerzas Armadas: “Que la sangre española que riega esta tierra haga germinar la semilla de la paz para el pueblo afgano”.

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