Las labores de inteligencia (espionaje) de los submarinos españoles, principal aportación a la operación contra Gadafi. El ‘Mistral’ suministra datos de movimientos de tropas

La aportación de España a la operación de la OTAN en Libia se ha quedado muy corta en las últimas semanas, tras la negativa del Gobierno de Zapatero a que los cuatro F-18 participen en bombardeos de objetivos en tierra. Sin embargo, la aportación de los submarinos está siendo fundamental para las operaciones contra las tropas de Gadafi.

Los submarinos de la Armada española asignados, primero el ‘Tramontana’ y desde mayo el ‘Mistral’, cumplen una función clave en las misiones llamadas de ‘inteligencia’ (espionaje y transmisión de datos al mando en tiempo real) sobre los movimientos de las fuerzas de Gadafi, que permiten elaborar los planes de destrucción encargados después a los cazas.

Con su obsesión de la ministra por la imagen, Carme Chacón, Defensa oculta o disimula las funciones más puramente bélicas de las misiones de las tropas españolas en el exterior, y en el caso de Libia no ha habido excepción.

Los submarinos españoles se mueven por la costa del país que controlan las fuerzas leales al dictador, en especial Trípoli, para rastrear con sus equipos el espacio electromagnético e informar al mando de los movimientos y comunicaciones de los gadafistas.

También vigilan el tráfico mercante en los principales puertos libios de forma ‘encubierta’ (bajo el agua), para que la Alianza tenga todos los datos de entradas y salidas de cualquier embarcación.

La labor del ‘Mistral’ es la que sigue en plena vigencia, mientras que la de los F-18 españoles, como ha desvelado El Confidencial Digital (ver noticia), está superada por los hechos: la fuerza aérea libia no existe, los aeropuertos están machacados, y los gadafistas no tienen ya ni depósitos de queroseno para los aviones porque han sido destruidos por la OTAN en los últimos ataques a objetivos terrestres realizados casi en exclusiva por franceses y británicos.

Desplegar los Harrier

Ya no hay espacio aéreo de exclusión que vigilar, pero el Gobierno de Zapatero no quiere que los cazas españoles participen en los bombardeos. Según fuentes militares, tampoco está la misión en la fase apropiada para utilizar los cazas F-18. El mando aliado quiere ataques directos a las tropas y bases de Gadafi en tierra.

Una vez que la superioridad aérea es total y ha entrado en juego el empleo de helicópteros contra objetivos en los principales frentes abiertos por los rebeldes, por su mayor precisión y por ofrecer menos riesgo de error (víctimas civiles), el siguiente paso de la contribución española en la ofensiva aliada correspondería a la Armada con el empleo de los cazas Harrier de despegue vertical.

Son aviones diseñados para atacar objetivos en tierra, además de para escoltar a los helicópteros en ese tipo de misiones, y están preparados para operar desde aeropuertos cercanos en tierra (en este caso Cerdeña) o desde los portaaeronaves aliados.

 

El Gobierno de Zapatero descarta dar cualquier paso que signifique una mayor implicación de las fuerzas españolas, mientras la misión se alarga por el estancamiento en los frentes.

Hoy, lunes, las ministras de Exteriores y de Defensa, Trinidad Jiménez y Carme Chacón, pedirán en la Comisión de Defensa del Congreso el aval parlamentario para seguir con la misión en Libia con carácter indefinido y sin participar en los ataques a tierra, fundamentales para que los rebeldes aguanten frente a Gadafi.

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato