Mandos militares interpretaron la retirada de la Feria de Barcelona como un peligroso “primer paso” hacia la salida del Ejército de Cataluña
Creen que tras la decisión, ahora rectificada, había un “trueque político” y que se ha utilizado a la institución
Acatan y respetan la decisión tomada por el Ministerio de Defensa “como no podría ser de otra forma”, pero mandos militares del Ejército consultados por ECD no esconden estos días su profundo malestar e inquietud tras haber sido excluidos de la Feria de la Enseñanza de Barcelona por decisión del gobierno central.
La noticia de la no participación en el evento, adelantada por Esteban Villarejo en ABC, provocó un terremoto en el Estado Mayor de Tierra tal y como confirman las voces a las que ha tenido acceso ECD. “Aquí nadie daba crédito” admite un mando a ECD.
Lo que más “duele”, aseguran, es que se haya “utilizado políticamente” a las Fuerzas Armadas “como moneda de cambio” en una negociación entre PSOE y fuerzas políticas independentistas de cara a otras cuestiones. Extremo este que niega el Gobierno públicamente.
Años de desprecios y boicots
El Ejército dejará así de estar presente en una Feria a la que acudía a mostrar su oferta educativa desde 2001. Las protestas y polémicas surgidas en los últimos años, el acoso al que se veían sometidos los participantes por parte de colectivos como Arrán o los gestos de desprecio que se han vivido en pasadas ediciones -como el encontronazo de Ada Colau con dos oficiales de uniforme- han terminado sacando a la institución del mayor evento sobre enseñanza de toda Cataluña.
“Lo que más molesta a ciertas fuerzas políticas es que las Fuerzas Armadas tenían cada año más tirón entre los visitantes, como queda claro viendo el creciente éxito y las cifras cada vez más altas de jóvenes atendidos en el stand del Ejército” alegan las fuentes consultadas. “Y eso a pesar de que los colectivos que organizaban los boicots reciben cada año más subvenciones públicas”.
Un “mensaje peligros”
Más allá del veto ahora confirmado, en el Ejército se interpreta la decisión como “un paso atrás definitivo” difícil de revertir. Y sobre todo, el hecho genera inquietud de cara al futuro. “Se empiezan por gestos pequeños y puede ir a más” advierten.
“Ahora que el Ejército se retira de una iniciativa en la que participaba lícitamente, se abre la puerta a que pueda ser arrinconado institucionalmente en muchos otros ámbitos de la sociedad catalana en los que antes reinaba la total normalidad” critican.
Algunos incluso reconocen que la incertidumbre que genera un paso así puede crecer en un futuro. “Si se sigue cediendo en estos asuntos, podemos estar viendo el primer paso hacia una salida del Ejército de Cataluña. La presencia de las Fuerzas Armadas está ahora en entredicho” auguran quienes ha consultado ECD.
