Un militar con leucemia se queda sin test PCR por problemas con la sanidad de Madrid

Los rastreadores indicaron que debía realizarse una prueba al dar positivo un familiar cercano y ser persona de riesgo. ISFAS asegura que no puede actuar con personas sin síntomas

Los pacientes de enfermedades crónicas debilitantes o inmunodeprimidos, como ocurre con muchos pacientes con cáncer, se enfrentan a un mayor riesgo de infección y de complicaciones por coronavirus. Por tanto, las personas que se pelean contra dicha enfermedad son consideradas de riesgo.

Sin embargo, luchar contra esta enfermedad no ha sido suficiente para hacer una PCR a un militar del Ejército de Tierra tras estar en contacto estrecho con un positivo, según ha sabido Confidencial Digital.

Era domingo y tocaba comida familiar; este militar que padece leucemia linfática, acompañado de su mujer y sus dos hijos pequeños, salió a comer con sus padres como un fin de semana normal.

El lunes recibió una llamada de su madre, que le informó de que había dado positivo por coronavirus. El militar no tardó en llamar al Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS), que es el organismo encargado de gestionar el Régimen Especial de la Seguridad Social de las Fuerzas Armadas.

Además, sus padres informaron al rastreador que les contactó de la situación de su hijo, militar y de riesgo. Este tomó nota de sus datos y les dijo que contactaría con él un médico por su situación, algo que nunca ocurrió.

De ISFAS a la Comunidad de Madrid

Desde el ISFAS indicaron al militar que ellos cumplían el protocolo que tienen publicado en su web. En este se especifica que, si el militar no tiene síntomas, pero ha tenido contacto estrecho, se le harán las pruebas siempre y cuando lo avalen los servicios de Salud Pública de su Comunidad Autónoma, en este caso Madrid.

Fuentes de ISFAS explican a Confidencial Digital que en los casos en que los militares presenten síntomas propios de la infección por SARS-CoV-2 será la entidad de seguro concertada la encargada de realizar la PCR.

Sin embargo, corresponde a los servicios de salud pública de la Comunidad de Madrid determinar si se le hará una prueba o no en caso de no presentarse sintomatología propia del coronavirus. ISFAS explica que ellos no tienen competencia en el ámbito de salud pública y epidemiología.

El militar, sintiéndose abandonado por la institución, llamó al teléfono correspondiente de la Comunidad de Madrid. Desde allí le informaron que sí le tenían que hacer la prueba PCR para detectar si se había infectado de coronavirus.

 

Le indicaron que el protocolo que debía  seguir consistía en personarse en un centro de salud con la tarjeta de ISFAS. Allí le harían la prueba.

Por otra parte, su mujer que también había estado expuesta llamó a su médico a las 8 de la mañana y al de los niños y les citaron a los tres a las 13.30 horas. El soldado decidió aprovechar e ir con la familia a hacerse la prueba.

No aparece en el sistema

Según llegaron al centro de salud atendieron a la mujer y a los hijos. El militar relató allí su situación, es militar y sufre cáncer, y en el centro le pidieron que esperara porque tenían que comprobar que están sus datos en el sistema. Al poco tiempo volvió  la persona que le atendía: “No nos apareces en el sistema, vamos a consultar de nuevo”. Pero seguía sin aparecer.

“Si no apareces en el sistema no te la podemos hacer”. El militar se quedó desconcertado y explicó el proceso que le habían dicho que siguiera, en el centro de salud le dijeron que “le han engañado”.

Llamó de nuevo a ISFAS y contó lo que le ha sucedido. Ellos le aseguraron que no podían hacer nada por él y le remitieron de nuevo al protocolo publicado en la web.

Al ser militar y tener un modelo de asistencia sanitaria concertada decidió ir por otra vía y probó llamando a Adeslas. Desde el seguro de salud privado le explicaron que podían hacerle la PCR, pero sólo en el caso de que presentara síntomas.

Como no era así, siguió sin poder hacerse la prueba, pero ya se sentía menos abandonado al saber que en caso de tener fiebre, tos u otro síntoma del Covid le harían la prueba.

Otra opción que le dio Adeslas fue solicitar al médico que le lleva el tratamiento contra el cáncer que le hiciera un informe pidiendo el test.

Habló con el Hospital Universitario Quirónsalud, que le lleva el tratamiento contra la leucemia, y allí le mostraron directamente la predisposición a realizarle la prueba en caso de presentar alguno de los síntomas. Pero él seguía sin síntomas y sin pruebas.

Aislado y con mascarilla

Unos días más tarde recibió una llamada, era un rastreador que seguía el caso de su madre. El militar le contó su historia y el rastreador se sorprendió. “¿Cómo que a usted no le han hecho la prueba? ¿Estará aislado y con mascarilla no?”. Él lo reafirmó, y le planteó cómo se puede mantener un aislamiento conviviendo con dos niños pequeños que pueden entrar en su habitación en cualquier momento.

Además, aunque no presenta síntomas le pregunta si es posible que lo hubiera cogido y le muestra su preocupación por cómo pudiera afectar a su enfermedad. El rastreador corrobora que puede estar infectado, le pide los datos de nuevo y afirma “le vamos a poner un médico particular”. Pero nunca apareció ese médico y el rastreador no le volvió a contactar.

Llamó otra vez a la Comunidad de Madrid y contó su situación, la enfermedad, que estaba aislado con mascarilla pero que convive con niños pequeños y dio de nuevo sus datos, pero no cambió nada.

Volvió a llamar. Esta vez le dijeron que es ISFAS quien debe tramitarlo todo, pero él ya sabe que ISFAS remite al protocolo oficial disponible en su página web en el que se le indica que debe llamar precisamente a ese teléfono.

ECD trató de contactar con la Consejería de Sanidad madrileña obteniendo como única respuesta el número de teléfono de información sobre el coronavirus. Al contactarles confirmaron que el militar debía llamar a ese número y desde ahí gestionarían la cita. En una ocasión indicaron que debía hacerse la prueba, en otra dijeron que debía valorarlo Salud Pública.

Deja su salud a la suerte

Después de las llamadas sin que nada cambiara, el militar se ha rendido y ha decidido dejar su salud a su suerte. Piensa que “si me pongo malo ya me voy directo al hospital”. Aunque está tranquilo, se encuentra bien.

La historia tiene un final feliz ya que pasa la cuarentena sin sufrir ningún síntoma. Pero los acontecimientos podrían volver a repetirse.

Su hija de cuatro años ha estado en clase con un positivo de Covid. Aún no le han hecho la PCR a la niña, pero en caso de ser el resultado positivo el militar se pregunta si de nuevo se quedará sin prueba, siendo una persona de riesgo y conviviente de un infectado.

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