El nuevo plan para la defensa de España apuesta más por la disuasión y la capacidad militar propia

El Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas, aprobado por el JEMAD, multiplica las referencias a la “defensa autónoma” al margen de la OTAN y de la Unión Europea

Carro de combate Leopard del Ejército de Tierra durante unos ejercicios de tiro real.
Carro de combate Leopard del Ejército de Tierra durante unos ejercicios de tiro real.

El Estado Mayor de la Defensa ha difundido la versión pública del ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas 2021’. El documento ya se puede consultar en la web, pese a que semanas antes había explicado que “es un documento clasificado”, y por lo tanto “no está accesible en ninguna web”, ni en la propia del Estado Mayor de la Defensa, ni en la del Ministerio de Defensa.

ECD se hizo eco de esta decisión del Estado Mayor de la Defensa, que contrastaba con el ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas’ aprobado en 2017, que se había hecho público ese mismo año y se había difundido por distintas vías.

En estas páginas se apuntó que en esta ocasión el ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas’ había incluido cierta información clasificada, de ahí que se hubiera clasificado el documento como “confidencial”.

Por ello, se apuntaba en ambientes militares que el Estado Mayor de la Defensa podría editar otra versión del nuevo ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas’, sin clasificar, para difundirla públicamente. Eso es lo que ha sucedido finalmente: el Estado Mayor de la Defensa ha colgado en su web esa versión sin clasificar, de la que ya han informado algunos medios de comunicación, como Infodefensa.

“Credibilidad de la disuasión nacional”

“Partiendo de la base de que garantizar la Defensa de España sigue constituyendo la más fundamental e irrenunciable prioridad de nuestras Fuerzas Armadas”, se indica en este documento, el ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas 2021’ “desarrolla una nueva Estrategia Militar pragmática y colaborativa”.

El primer punto para reorientar y adaptar la estrategia militar al actual entorno estratégico (el documento está firmado en octubre de 2021) señala que “aunque una parte importante del esfuerzo de las Fuerzas Armadas está, en mayor o menor medida, relacionado con su actuación dentro de las OISD [organizaciones internacionales de seguridad y defensa] a las que pertenece España, resulta completamente necesario asegurar la credibilidad de la disuasión nacional y la capacidad de defensa autónoma ante las amenazas no compartidas”.

Precisamente esos dos conceptos, “disuasión” y “defensa autónoma” se repiten a lo largo del documento.

Más referencias a la “disuasión”

ECD ha comparado el nuevo ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas 2021’, con el que se aprobó en 2017, pero en una versión actualizada que firmó el JEMAD Fernando Alejandre en mayo de 2018.

En ese documento estratégico de 2017, actualizado en 2018, “disuasión” se citaba 16 veces, a lo largo de 60 páginas.

 

Hay que tener en cuenta que el ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas 2017’ fue público en su integridad, mientras que el de 2021 se ha publicado en una versión sin la información clasificada. El de 2017 tenía 60 páginas (50, si se quitan portada, índice, resumen...), mientras que el nuevo tiene 36 páginas (26 sin portada, índice...).

Por eso llama la atención que en el documento de 2017, con 60 páginas, se citaba la “disuasión” 16 veces, y en el nuevo ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas 2021’, de 36 páginas, el término “disuasión” aparece 28 ocasiones.

Es cierto que en ambos documentos, las menciones a la “disuasión” se refieren también en ocasiones a la disuasión que ejerce la OTAN.

“Defensa autónoma”

Como se ha indicado, en la nueva estrategia militar se declara que es “completamente necesario asegurar la credibilidad de la disuasión nacional y la capacidad de defensa autónoma ante las amenazas no compartidas”.

De nuevo, ese concepto de “defensa autónoma”, es decir, sin actuar bajo el paraguas de las organizaciones de seguridad y defensa a las que pertenece España (la OTAN y la Unión Europea, básicamente), ha ganado un protagonismo notable.

En el nuevo ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas’, firmado por el JEMAD en 2021 y difundido ahora en versión pública en 2022, incluye diez veces el concepto “defensa autónoma”, mientras que ese mismo sintagma sólo se podía leer una vez en el ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas’ de 2017.

Capacidades de combate autosuficientes

El ya vigente ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas 2021’ contempla tres marcos generales de actuación de las Fuerzas Armadas. El primero es la defensa autónoma, entendida como “el marco en el que tienen lugar la defensa ante amenazas no compartidas, así como de los intereses nacionales, dentro y fuera de nuestras fronteras”.

Se explica que el carácter diferenciador de este marco de defensa autónoma “es fundamentalmente de soberanía, que implica un liderazgo y un proceso de toma de decisiones puramente nacionales, así como la necesidad de disponer de unas capacidades de combate que puedan operar de manera autosuficiente”.

Los otros dos marcos son la defensa compartida, bien a través de organizaciones internacionales de seguridad y defensa, bien a través de coaliciones multinacionales o de acuerdos bilaterales; y otros ámbitos de la seguridad nacional, en misiones de apoyo al Sistema de Seguridad Nacional y el Sistema Nacional de Protección Civil.

Evitar un conflicto indeseable

En el documento también se definen las “Líneas de Acción Estratégicas”, que “constituyen la manera de alcanzar los Objetivos Estratégicos Militares”. Son tres: “Disuasión y Defensa”, “Proyección de Estabilidad” y “Otras contribuciones a la Seguridad”.

El Estado Mayor de la Defensa destaca en este nuevo Concepto de Empleo que “el concepto de Disuasión, especialmente a raíz de la anexión ilegal de Crimea, por parte de Rusia, ha vuelto al centro del debate político militar dentro de la OTAN”. Hay que recordar que se aprobó antes de la invasión rusa de Ucrania más allá de los territorios secesionistas del este, que comenzó el 24 de febrero de este año.

En el mismo documento se puede leer que “el objetivo último de la Disuasión consiste en llevar al ánimo de los posibles adversarios el convencimiento de que, ante la posibilidad de llevar a cabo una agresión, tienen mucho más que perder, de lo que podrían ganar. En este sentido, la Disuasión trata de evitar un posible error de cálculo por parte de determinados actores, que pudiera desembocar en un conflicto indeseable, lo cual no sólo tiene implicaciones en el ámbito aliado, sino puramente nacionales, en el contexto de las amenazas no compartidas”.

El otro concepto de esta línea estratégica, el de “Defensa”, “está orientado a asegurar la supervivencia de la nación en caso de que se materialice una amenaza de carácter existencial, una vez más, tanto desde un punto de vista colectivo, como nacional”.

En el nuevo ‘Concepto de Empleo de las Fuerzas Armadas 2021’ se pone de relieve que el actual escenario estratégico “recupera, no sólo las tensiones entre los principales competidores mundiales, sino también algunas rivalidades regionales, por lo que ambas nociones, Disuasión y Defensa, han retomado mucho del protagonismo perdido durante las últimas décadas, debiendo ocupar un lugar prioritario en el desarrollo de la Estrategia Militar”.

El objetivo de esta línea de acción estratégica militar es “asegurar, en toda circunstancia, la credibilidad de la Disuasión y la capacidad de Defensa, tanto ante amenazas compartidas”, es decir, las que se comparten por ejemplo con el resto de socios de la OTAN, “como no compartidas, llevándolas a cabo de una manera integral, eficaz, eficiente, adaptada a las realidades del entorno y consciente de la existencia y relevancia de la zona gris”.

Combate en defensa de la soberanía

Para poder materializar esa “Disuasión y Defensa”, el Estado Mayor de la Defensa explica que el requisito crítico es “disponer de una capacidad militar tecnológicamente avanzada, creíble y convenientemente alistada, un sistema de conducción estratégica ágil y una narrativa adecuada y coherente, no sólo como garantía de supervivencia y respuesta ante una posible amenaza, sino como contribución a la paz y la seguridad, mediante un ejercicio de Disuasión responsable”.

En el marco específico de la “Defensa Autónoma” de España, la “Disuasión y Defensa” supone principalmente “las Misiones Permanentes de Vigilancia, Presencia, Control y Protección de los espacios de soberanía e interés nacional; Misiones y actividades de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (JISR); Alerta temprana; Ejercicios; Planeamiento avanzado; etc.”.

Esas misiones y capacidades servirán “de base para articular, en caso necesario, la respuesta ante situaciones de crisis, normalmente en el marco de la zona gris”, es decir, actuaciones que no suponen una declaración de guerra oficial, ni una ofensiva militar, pero que sí tienen objetivos similares a los de una guerra, tratando de evitar sin embargo una escalada bélica y la atribución a un estado concreto de dichas acciones.

En mayo de 2021, numerosos expertos identificaron como una acción propia de las estrategias híbridas o de zona gris la avalancha de miles de personas que entraron ilegalmente en Ceuta en apenas dos días, al desbordar las fronteras entre España y Marruecos en la ciudad autónoma.

La respuesta que el Estado Mayor de la Defensa contempla ante esas situaciones de crisis, “normalmente en el marco de la zona gris”, iría escalando: “Podrá ir incrementándose en función de la amenaza o de la acción hostil, hasta llegar a comprender, en caso extremo, el empleo de todas las capacidades militares en un entorno de alta intensidad, con acciones de combate en defensa de los espacios de soberanía”.

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