Los nuevos perfiles de analistas que busca el espionaje militar: expertos en América y en contrainteligencia

La inteligencia militar recurre a expertos civiles para ampliar sus análisis sobre distintos ámbitos internacionales, sobre todo acerca de lugares en los que las Fuerzas Armadas tienen desplegados contingentes en misiones internacionales.

Algunos contratos son de larga duración, y otros se celebran periódicamente con empresas o expertos individuales que prestan sus servicios por uno o dos años.

Confidencial Digital ha podido comprobar que el contrato que abarca los “Servicios para el desarrollo de tareas de análisis de inteligencia en el CIFAS” (Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas) para el año 2022 incluye algunas novedades significativas respecto al mismo contrato licitado en 2019.

Esa licitación anterior se dividía en lotes, según zonas o temáticas: 1) Oriente Medio; 2) Eurasia; 3) Cuerno de África; 4) Amenazas emergentes; 5) Área Yihadismo; 6) Internacional; 7) Osint (Open Source Intelligence, en español Inteligencia de Fuentes Abiertas); y 8) Especialista en amenazas a las FAS.

Más adelante, el Estado Mayor de la Defensa contrató de nuevo analistas para el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, pero en ese caso sólo centrados en Oriente Medio, una zona en la que hay o ha habido militares españoles desplegados. Le interesaban expertos en Líbano, Siria, Jordania, Arabia Saudí e Irán.

Más recientemente, ECD ha podido comprobar que la Jefatura de Asuntos Económicos del Estado Mayor de la Defensa lanzó otro contrato para fichar analistas de inteligencia que trabajen en el CIFAS durante este año 2022.

Las Fuerzas Armadas cuentan con sus propios analistas sobre geopolítica y sobre riesgos y amenazas sobre los contingentes militares desplegados en zona de operaciones fuera de España. Pero el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas considera necesario incorporar a expertos civiles, “para desarrollar las capacidades de análisis que el CIFAS tiene encomendadas y en los que el personal militar no es experto, y así poder llevar a cabo el asesoramiento en asuntos no estrictamente militares”.

El objetivo del contrato es que personal experto especializado trabajen para la inteligencia militar en proporcionar información y análisis sobre “diversos aspectos políticos, económicos y sociales de los países del ámbito de influencia” de las diferentes operaciones de mantenimiento de la paz en las que participan las Fuerzas Armadas españolas.

Las áreas de interés

El contrato que abarcará hasta el 30 de septiembre de 2022 se divide en doce lotes, de nuevo según temáticas o áreas de interés para el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas:

-- Área Oriente Medio.

-- Área de Eurasia.

-- Área de Cuerno de África.

-- Área de amenazas emergentes.

-- Área de yihadismo.

-- Internacional.

-- Análisis de inteligencia (OSINT).

-- Analista de contrainteligencia.

-- Analista traductor.

-- Área de América.

-- Analista ciber.

-- Analista de contrainteligencia 2.

América

Frente al anterior contrato, cabe señalar que el CIFAS aumenta el número de ámbitos de interés en los que incorpora personal civil: de ocho lotes en 2019, a doce para este año.

Se mantiene la necesidad de fichar expertos en Oriente Medio, Eurasia (que incluiría a Rusia), yihadismo, un genérico “Internacional”, las “amenazas emergentes” y la inteligencia de fuentes abiertas u OSINT (por sus siglas en inglés, Open Source Intelligence).

También vuelve a necesitar analistas especializados en el área del Cuerno de África. En esa zona España tiene desplegadas varias misiones militares: una veintena de instructores adiestran al ejército de Somalia, una fragata vigila las aguas del Océano Índico en torno a esa región, un avión P-3 Orión del Ejército del Aire hace lo mismo desde su base en Yibuti...

Algunos lotes son nuevos, lo que muestra cambios en las necesidades de información por parte de la inteligencia militar. Se introduce la necesidad de contar con especialistas en el “Área de América”. En este continente las Fuerzas Armadas sólo tienen destacados siete oficiales en la misión de la ONU que monitoriza el acuerdo de paz en Colombia y garantiza el desarme de las guerrillas.

Contrainteligencia

Se han introducido otras novedades: un analista “ciber” (se entiende que especializado en ciberseguridad), otro analista traductor, y destaca que dos lotes distintos tienen por objeto fichar analistas de contrainteligencia.

Si bien la autoridad nacional en contrainteligencia es el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el Real Decreto 521/2020, de 19 de mayo, por el que se establece la organización básica de las Fuerzas Armadas adjudica al Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas ciertas competencias en este ámbito: “Asesora al Jefe de Estado Mayor de la Defensa y a los Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos en materia de contrainteligencia militar y seguridad en la estructura orgánica de las Fuerzas Armadas”.

El “Glosario de terminología de uso conjunto” del Estado Mayor de la Defensa engloba en la contrainteligencia tanto las “actividades destinadas a identificar y contrarrestar las amenazas provenientes de los servicios de inteligencia hostiles (SIH)”, como las que tratar de neutralizar las amenazas de “otras organizaciones o individuos involucrados en terrorismo, espionaje, sabotaje, subversión y crimen organizado”, lo que en terminología OTAN se resume en las siglas “TESSCO”.

El CIFAS incorpora en esta ocasión más analistas civiles especializados en esas amenazas que suponen agencias de inteligencia extranjeras, así como de grupos terroristas, el crimen organizado y posibles grupos subversivos.

Ya el Informe Anual de Seguridad Nacional de 2020, que analizaba la situación del año 2019, advirtió que se había producido “un notable incremento en operaciones relacionadas con subversión, dirigidas a deteriorar la imagen que tiene la ciudadanía española sobre las Fuerzas Armadas”.

En estas páginas se contó recientemente que el Ministerio de Defensa tenía decidido potenciar el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, ante la tendencia creciente de recurrir a los militares para misiones también en territorio nacional.