El paracaidista del 12 de octubre se habría estrellado contra el suelo de no ser por la farola, según un entrenador de saltos

El accidente ha puesto en evidencia un enfrentamiento entre mandos de la Bripac y de la Papea del Ejército del Aire por el protagonismo en el día de la Fiesta Nacional

El paracaidista choca con una farola en el desfile de la Fiesta Nacional.
El paracaidista choca con una farola en el desfile de la Fiesta Nacional.

El desfile de este último 12 de octubre en Madrid quedó marcado por el incidente del paracaidista que descendía del cielo con una bandera de España y que quedó enganchado, bruscamente, en una farola del Paseo de la Castellana.

El cabo primero Luis Fernando Pozo se convirtió de inmediato en objeto de una campaña de apoyo y respaldo, al ver lo afectado que estaba cuando fue saludado por los reyes y sus hijas, e incluso abrazado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general de Ejército Fernando Alejandre.

En estas páginas ya se contó que la Brigada Paracaidista (Bripac) iba a abrir una investigación para determinar las causas de que, frente a lo que suele ser habitual, el salto en paracaídas desde un avión para depositar la bandera de España frente a la tribuna de los reyes no se ejecutara a la perfección, sino que acabara con el militar enganchado con el paracaídas en una farola.

Mientras se realiza esa investigación, Confidencial Digital ha podido consultar con un experto con décadas de saltos, así como instructor de paracaidismo del Ejército del Aire.

Este y otros expertos han revisado con profusión los vídeos disponibles de los últimos metros del salto del paracaidista accidentado en el desfile del 12 de octubre. Y desgranan errores que han detectado en ese salto.

El tráfico lo hizo mal, pese a llevar delante a otro paracaidista para indicarle el tráfico a realizar”, apunta para empezar. En el tráfico final, es decir, en la parte en la que el paracaidista ya se acerca a su objetivo en el suelo, “tienes que hacer un slalom para no pasarte del objetivo”.

Dicho slalom debe hacerse “con giros planos, soltando poco los mandos” para que el paracaídas no ‘penetre’ o no baje en picado en el giro, y el cabo primero de la Bripac -siempre según este análisis- soltó de golpe esos mandos y por eso bajó tan bruscamente.

Y concluye: “El problema no fue chocar con la farola. De hecho, si no llega a chocar con la farola, hubiera tenido que hacer un giro para el que ya no tenía espacio, y se hubiera chocado contra el suelo”, en vez de aterrizar correctamente.

Desmonta una posible razón de la colisión del paracaidista del Ejército de Tierra con la farola: el viento. “Ese día y en ese lugar no había viento, se ve porque el papelillo rojo que indica si sopla estaba caído”, asegura.

 

“No fue culpa del paracaidista”

Pese a estas críticas, el análisis de este instructor de paracaidismo no apunta al cabo primero Luis Fernando Pozo: “El paracaidista no tuvo la culpa del accidente”. A su juicio, el problema en sí es de haber encargado este salto del 12 de octubre a la Brigada Paracaidista.

Hasta hace dos años, los militares que se lanzaban desde un avión en Madrid para caer con paracaídas y una bandera de España frente a la tribuna de los reyes no eran de la Bripac, del Ejército de Tierra, sino de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire, la Papea.

Pero en 2018 el Ministerio de Defensa cambió esa costumbre, y en vez de designar a la Papea para este salto tan llamativo en la Fiesta Nacional, lo encargó a la Brigada Paracaidista.

Otras fuentes consultadas por ECD apuntan que, cuando se introdujo la participación de la Bripac, se entendió que a partir de entonces habría alternancia: un año la Bripac (Tierra), al siguiente la Papea (Aire), otro la Bripac...

“En teoría le tocaba saltar a la Papea, pero lleva la Bripac dos años seguidos”, lamentan fuentes próximas a la Papea.

Esas fuentes señalan una circunstancia que no ha pasado desapercibida. “El JEMAD estuvo en la Bripac y es del Ejército de Tierra”, apuntan. Efectivamente, el general de Ejército Fernando Alejandre pertenece a Tierra, y en su hoja de servicios tiene registrados varios destinos en la Bripac y en la Compañía de Zapadores Paracaidistas.

De hecho, recientemente participó en un salto paracaidista, que terminó siendo frustrado por las condiciones meteorológicas, para conmemorar el Desembarco de Normandía.

Una tradición que empezó en 2006

Fuentes cercanas a la Bripac, sin embargo, complementan esta versión con otros datos. Relatan a ECD que fue en 2006 cuando el Ministerio de Defensa decidió por primera vez que en el desfile del 12 de octubre se realizara un salto paracaidista con la bandera de España.

En ese momento los tres ejércitos se ofrecieron para protagonizar ese momento, y se optó por Tierra al ser el más antiguo de los tres ejércitos. Ese año 2006 realizaron el salto un suboficial mayor, un subteniente y un cabo primero de la Brigada Paracaidista, que se lanzaron sobre Madrid sin ninguna incidencia.

El entonces JEMAD, Félix Sanz Roldán, apostó por la alternancia, así que en 2007 le tocó el turno a la Papea. Pero en 2008, con Carme Chacón como nueva ministra de Defensa, llegó al Estado Mayor de la Defensa el general del Aire José Julio Rodríguez, que decidió que ese salto paracaidista con la bandera lo realizara sólo la Papea.

Aún en 2008 lo hicieron militares de la Bripac, por estar ya así establecido, pero desde 2009 hasta 2017 fue la Patrulla Acrobática de Paracaidismo la que realizó este salto cada 12 de octubre en el desfile en Madrid.

Con la llegada de Fernando Alejandre como JEMAD, en 2017, nuevo cambio: en 2018 volvió a hacerse cargo de este salto tan vistoso la Brigada Paracaidista. En principio, la intención era volver a la alternancia entre ambas unidades.

Diferencias en el entrenamiento

“Igual que el año pasado, alguien se empeñó en que salte la Bripac, para algo que no están preparados”, explica el instructor de paracaidismo del Aire antes citado.

Sin embargo, las fuentes cercanas a la Bripac consultadas aseguran que si este 2019 repitió la Bripac el motivo es otro. "Se celebraban unos días después los Juegos Militares Mundiales en China, a los que iban los paracaidistas de la Papea, así que no les daba tiempo a saltar el 12-O", explican, y por eso se volvió a designar a los paracaidistas de Tierra.

Como se ha dicho, el análisis del instructor del Aire no responsabiliza del accidente al cabo primero Luis Fernando Pozo, al que el Ejército de Tierra elogió por llevar cientos, casi un millar de saltos paracaidistas.

“El problema es que los paracaidistas de Tierra no se dedican a eso, 600, 700 saltos en 30 años no es nada”, apuntan fuentes cercanas a la Papea.

La diferencia es que “en la base de Alcantarilla (Murcia), un miembro de la Papea salta todos los días varias veces, mientras que los efectivos de la Brigada Paracaidista (Bripac) “en Paracuellos (Madrid) saltan una vez a la semana”.

No lo apuntan como un reproche, sino “porque en la Bripac no se dedican sólo a eso, tienen más funciones que el salto paracaidista”, y por ello el salto en paracaídas es menos frecuente que en la Papea, dedicada precisamente a realizar saltos acrobáticos en paracaídas.

De hecho, la precisión al tocar tierra que se exige a los paracaidistas del Aire, en la Papea, es extrema. El instructor explica que los miembros de la Papea se entrenan para conseguir caer, con el talón, en una moneda puesta en el suelo. Acertar en ese punto, con tal precisión, se denomina “hacer pea”.

En este vídeo reciente se puede apreciar la precisión en la caída de un miembro de la Patrulla Acrobática Paracaidista:

“Por contra, saltar en varios metros de distancia ya no es lo mismo, es un salto táctico”, añade. Los miembros de la Bripac, igual que otros paracaidistas de la Armada, participan en campeonatos nacionales de paracaidismo entre unidades de las Fuerzas Armadas, pero paracaidistas del Aire con experiencia explican que, pese a ello, no se puede comparar el entrenamiento y la exigencia (en precisión en el salto paracaidista, no en otros aspectos) que tiene la Papea del Aire con la Bripac de Tierra.

“No sé si lo practicaría mucho anteriormente, pero si querían que ese cabo primero de la Bripac hiciera ese salto en Madrid, que lo hubieran mandado a Alcantarilla a hacer cinco o seis saltos al día, unos días antes”, apuntan militares consultados, que lamentan que esto dé imagen de “pique” entre la Bripac y la Papea.

Aseguran que tal pique no existe entre los paracaidistas de Tierra y del Aire, sino si acaso entre mandos que se empeñan en tener más protagonismo en el escaparate que supone el desfile en Madrid por la Fiesta Nacional del 12 de octubre.

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